Domingo, 14 Diciembre 2025
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Desde redes, cuerdas, bidones, latas y maderas hasta televisores y neveras. /Vea las imágenes

 

Lancelot Digital

Fotos: Cedidas

 

Seis toneladas de basura es lo que un centenar de voluntarios de WWF/Adena han retirado en los últimos cuatro meses del Archipiélago Chinijo.

 

La labor de estos voluntarios que, desde hace quince años, participan en las campañas de limpieza del Archipiélago Chinijo ha evitado así que uno de los espacios más bellos y protegidos termine convirtiéndose en un gran contenedor de basura.

 

 

Según trasladan desde la organización, se han encontrado todo tipo de residuosen la costa. Redes, cuerdas, bidones, latas, maderas e, incluso, televisores y neveras, entre muchos otros objetos, según se puede apreciar en las fotografías. La mayor parte de los residuos, según WWF/Adena, los tiran al mar algunas de las muchas embarcaciones que pasan por las islas, y terminan acumulándose en las playas orientadas al norte.

 

WWF/Adena ha necesitado dos barcos, tres camiones y una grúa para trasladar los residuos.

 

La mitad de los residuos se retiraron en el islote de Alegranza, refugio de las poblaciones más importantes de aves marinas y rapaces de Canarias. Allí la basura se acumula año tras año en las inmediaciones del Faro de Alegranza, un Bien de Interés Cultural (BIC). El otro punto importante de acumulación de basura es la costa del Macizo de Famara, concretamente donde se sitúan las Salinas del Río, las más antiguas de Canarias (también catalogadas como BIC), una zona importante de nidificación y descanso de numerosas aves. En La Graciosa se procedió a la restauración del vertedero y la escombrera insular, ya clausurados.

 

Durante la campaña se han realizado actividades de concienciación y sensibilización de los residentes, como juegos para la población infantil, charlas y encuestas. Además, los voluntarios han ofrecido a los 40.000 visitantes que recibe el Parque cada verano toda la información necesaria para desarrollar una visita respetuosa con el entorno.

 

Además, las labores de apoyo a la vigilancia realizadas por los voluntarios han puesto de manifiesto el alarmante aumento de actividades ilegales en las zonas más frágiles del Parque, con la presencia de visitantes no autorizados en los islotes de Alegranza y Montaña Clara, y en el Risco de Famara.

 

“Para evitar que este alarmante aumento de  visitas no autorizadas se convierta en una seria amenaza, las autoridades deben intensificar la vigilancia en las zonas más frágiles del Parque Natural”, asegura Alexis Rivera, de la Oficina Regional en Canarias de WWF. “Reclamamos que se incluyan medidas más contundentes de vigilancia y protección durante la elaboración del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y la actualización del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque, un proceso que debe desarrollarse con la participación de todos los actores sociales implicados”, ha concluido Rivera.

 

 


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