Ríos de barro y lodo por el centro de Arrecife
Las calles de la capital estaban pasadas las dos de la tarde totalmente anegadas
Calles anegadas, viandantes con el agua por las rodillas y coches que a duras penas pueden avanzar, esas eran las imágenes que dejaba la borrasca Filomena a su paso por Lanzarote.
Aunque la jornada del jueves comenzaba con cielos nublados y escasa lluvia, al mediodía la situación se agravó y las intensas lluvias, se calcula que se recogerán más de diez litros por metro cuadrado de media en la isla a lo largo dela jornada, se alternaban con episodios de tormentas eléctricas.
Los coches avanzaban con dificultad y los efectivos de seguridad aconsejaban no salir a la calle si no existe ningún motivo urgente.
Al parecer muchos comercios, como el Hiperdino de Titerroy, han tenido que cerrar porque el agua estaba entrando en el establecimiento y los taxis se negaban a circular por temor a que las tapas de las alcantarillas saltasen y dañasen sus vehículos.