¿Sabía que el 50% de la población activa de Lanzarote no está trabajando?

De las 76.000 personas que forman parte de este colectivo, 40.500 están en paro o en ERTE
- Lancelot Digital
A 31 de diciembre de 2020 la población activa de Lanzarote, aquella mayor de 16 años que o bien cuenta con un contrato laboral o bien se encuentra en búsqueda de empleo, ascendía a cerca de 76.000 personas. Partiendo de esta cifra y teniendo en cuenta que al finalizar el pasado mes de enero 21.340 de los trabajadores de la Isla se encontraban en situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y 19.120 personas engrosaban las listas del paro, resulta que alrededor del 50% de la población activa de Lanzarote no trabaja en la actualidad (*).
Es decir, los devastadores efectos que está causando la pandemia han provocado que de las cerca de 76.000 personas que forman parte del mercado laboral insular o quieren acceder a él, unas 40.500 se encuentran hoy en día bien cobrando el 70% de su salario al estar afectadas por un ERTE o bien apuntadas en las listas del Servicio Canario de Empleo.
Por municipios, según el Observatorio Canario de Empleo (Obecan) el desglose de las personas que a fecha de 31 de enero de 2021 estaban en esta situación era el siguiente:
- Arrecife: 9.767 desempleados y 5.395 trabajadores en ERTE. Total: 15.162 (20% de la población activa de la Isla).
- Tías: 2.151 desempleados y 5.427 trabajadores en ERTE. Total: 7.578 (10%)
- Yaiza: 2.104 desempleados y 4.247 trabajadores en ERTE. Total: 6.351 (8%)
- San Bartolomé: 2.064 desempleados y 2.447 trabjadores en ERTE. Total: 4.511 (6%)
- Teguise: 1.869 desempleados y 2.565 trabajadores en ERTE. Total: Total 4.434 (6%)
- Tinajo: 634 desempleados y 1.035 trabajadors en ERTE. Total: 1.669 (2%)
- Haría: 531 desempleados y 224 trabajadores en ERTE. Total 755 (1%)
(*) Hay que aclarar no todos los ERTE suponen la suspensión del contrato laboral y por tanto que la persona afectada se encuentre sin trabajar. Un pequeño porcentaje de los que se solicitan corresponden a reducción de jornada, por lo que la persona afectada continúa desempeñando su actividad laboral aunque con menos horas de trabajo.