Se cuestiona el vídeo de la lubina con plásticos
Algunas voces autorizadas afirman que podría tratarse de un "montaje" por la cantidad de objetos acumulados en el interior del pescado
- Lancelot Digital
El vídeo de la lubina con plásticos que un grupo de jóvenes que prácticaban surf en la costa de Las Américas, en el municipio tinerfeño de Adeje, el pasado domingo 19 de enero, ha subido a las redes sociales y que se ha hecho viral, ha sido cuestionado. Algunas voces autorizadas afirman que podría tratarse de un "montaje".
Según estos expertos, tras visionarlo varias veces, estiman que es exagerada la cantidad de objetos que acumula la lubina en su interior. Aunque consideran que una lubina de ese tamaño come de todo, le dan poca credibilidad por distintos factores como "el estado físico del pez, la cantidad de objetos acumulados y el tamaño de los mismos".
En las imágenes, difundidas por Surf Shop Underground a través de redes sociales, se observa el interior del estómago de un pez repleto de pequeños trozos de plástico y finas cuerdas de nilon.
Pese a las dudas planteadas en torno a este vídeo subido a internet, lo cierto es que un reciente estudio revela que casi el 80% de las caballas que se pescan en aguas cercanas a Canarias llevan en su estómago pequeños fragmentos de plásticos, en su mayoría, fibras sintéticas que con toda probabilidad proceden de las lavadoras con las que miles de hogares hace a diario su colada.
Diez investigadores de las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, Politécnica de Valencia y Delaware (Estados Unidos) han publicado en la revista Marine Pollution Bulletin un nuevo trabajo sobre la dimensión del problema que representan los millones de toneladas de plástico que cada año se vierten a los océanos, enfocado esta vez a un pescado de consumo muy común: la caballa.
Según informaba Efe, los firmantes de este trabajo presentaban una selección de artículos que corroboran que se puede encontrar plástico en el aparato digestivo de múltiples especies de pescados y moluscos en todo el planeta. A partir de ese contexto, hacen su propia aportación con 120 ejemplares de caballa atlántica comprados de forma aleatoria entre las descargas de las flotas artesanales de Lanzarote y Gran Canaria. El análisis de esos peces revela que 94 de 120 tenían plástico en su estómago (el 78,3%), con un promedio de algo más de dos piezas por ejemplar. En total, de esos 94 peces se recuperaron 260 microplásticos: 193 fibras sintéticas (74,24%), 31 fragmentos (11,93%), 30 pedazos de pintura (11,54 %), cuatro sedales (1,54%) y dos films (0,77%). Los autores del trabajo, encabezados por las investigadoras Alicia Herrera y Ajka Stindlová, recuerdan que las tripas de la caballa no suelen comerse en ninguna de sus preparaciones más comunes, pero también subrayan que cada vez es mayor la preocupación por los contaminantes.