"Se me partía el alma; algunos ancianos me pedían con lágrimas en los ojos ir a su casa, porque los maltrataban"
El testimonio del joven que grabó con cámara oculta las imágenes difundidas en el informe sobre la residencia
Lancelot Digital
Vídeo: Lancelot Televisión
Fue un estudiante de geriatría en prácticas que grabó con una cámara oculta el día a día en la residencia “Sol de otoño” quin dio pie al programa de Cuatro “Diario de…” en el que se denuncian supuestos malos tratos a los ancianos. Lo hizo porque empezó a ver situaciones que no consideraba adecuadas, ante lo que se decidió a denunciarlo a través de este programa. Este martes, el joven, dado a conocer con el falso nombre de Carlos, se presentó a las puertas de la residencia, para conceder una entrevista precisamente para la cadena Cuatro, pero también habló con otros medios de comunicación, sin querer mostrar su rostro.
“Me llamó la atención el poco cambio de los pañales o el servicio de limpieza de las partes íntimas a estas personas mayores, sobre todo después de los fines de semana o días de fiesta. Lo peor que vi en la hora de visita previa fue una importancia excesiva al orden y el buen estado de las camas. Me han llegado a ordenar tapar a señoras que estaban a medio cambiar, como objetos en la propia cama, con la manta por encima”, relató Carlos a Lancelot Televisión.
Además, el joven observó lo que considera una alarmante falta de asistencia sanitaria. “Al médico sólo lo vi el último día y unos minutos, y por otro lado, el responsable enfermero que tiene que atender cualquier situación o accidente no hacía lo que tenía que hacer”. Carlos subrayó además que los ancianos se quejaban del trato recibido, una situación que atribuye a la falta de personal, pues para 27 residentes sólo hay tres personas en cada turno, algo que según él, no es suficiente.
“A mí me partía el alma porque me decían con lágrimas en los ojos que por qué los dejaron ahí, que por favor los llevara a su casa, que no les gustaba el sitio y que hay personas que los maltratan. Supongo que estas situaciones se deben deber al estrés del trabajo y al poco personal. Poco a poco imagino que se va generando una situación de malestar, las pocas ganas de trabajar y un querer hacer todo rápido, ha desembocado en esto”, concluyó