“Se puede decir que soy la única mujer pescadora de Lanzarote”

Yasmina Gutiérrez, pescadora profesional, fue galardonada por el Gobierno de Canarias y por el Cabildo de Lanzarote como trabajadora del sector primario

Tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo de Lanzarote galardonaban en distintos actos a Yasmina, una mujer profesional de la mar; pescadora junto a su marido, Javier Tavío, esta joven arrecifeña representa a la mujer trabajadora de un sector primario en el que las mujeres hacían las labores en tierra pero que ella lo hace sobre el barco.

-¿De dónde viene tu afición a la pesca?

- Mi abuelo se dedicó a lo que es la pesca de bajura y mi padre también aunque más especializado en los sardinales.

- Se puede decir que eres la única mujer de Lanzarote dada de alta como pescadora…

- De momento y dada de alta, se puede decir que soy la única mujer pescadora.

- Pero hay mujeres que se dedican a la pesca, echando una mano y no están dadas de alta?

- Yo creo que muy pocas he visto yo, por no decir ninguna, más bien se queda en tierra.

- ¿Y por qué se da esta situación? ¿Por qué es un trabajo muy físico?

- Supongo porque antes había otra cultura en el que el papel de la mujer era otro. La mujer tenía que estar en casa y el hombre en la mar trabajando.

- El Gobierno de Canarias ha hecho una publicación en la que tú apareces como la primera mujer dada de alta. ¿En Canarias hay más mujeres como tú?

- Creo que sí. Sé que hay una en La Gomera y me han comentado que hay una en Fuerteventura y otra en Tenerife. Creo que en Gran Canaria. En siete islas que somos da para contarnos con las dos manos.

- Tú sales a navegar con tu marido. ¿Se encarga el de las tareas más físicas?

- No, hay veces que tenemos que utilizar los dos la fuerza. Para determinadas maniobras es necesario que los dos lo hagamos juntos. Es una labor de equipo.

- Antes se le veía a tu marido vender en el Muelle de La Pescadería. ¿Por qué ya no se les ve limpiando y vendiendo el pescado ahí?

- Bueno, todavía lo hacemos. Javi, mi marido, además cuando solicitó el proyecto para vender en el puestito de La Pescadería en 2014 obtuvo licencia que todavía tenemos. Ahora no se nos ve por ahí porque tenemos más trabajo y vendemos directamente al mayorista. Además, llegó la pandemia y todo cambió y a partir de ahí decidimos no ponerlo.

- ¿Cuándo tenían el puesto solían llegar con el pescado ya vendido a conocidos, no?

- Sí, claro, nosotros ya sabemos qué pescado le gusta a cada cliente, sobre todo a los del barrio, por eso cuando pescábamos, por ejemplo salmonetes, ya íbamos llamando y diciéndole a los clientes lo que teníamos y lo vendíamos sobre la marcha. Sobre todo le vendíamos a los clientes que se había hecho a lo largo de toda su vida el padre de Javi, el conocido pescador Emilín.

- En la familia de tu marido, la afición por la vela latina, sobre todo por los barquillos, es muy grande. ¿Tú también te embarcas en el Isla de Lanzarote?
- Sí, claro. De hecho, ahí empezó todo. Siempre me ha gustado todo lo relacionado con el mar. Date cuenta que mi padre es de Órzola y de ahí ya tira el gusanillo. Una vez bajando de la guardería en la que trabajaba de San Bartolomé, ya por la avenida, vi una regata de los barquillo y me pareció muy bonito. Luego conocía a mi marido y dije “pues al barquillo voy”.

- Volviendo a la pesca, tú entraste de forma más activa en el negocio familiar de la pesca cuando tu suegro Emilín se jubila, ¿no?

- Sí, Emilín se jubila en el año 2014 Javi entonces tiene que sacarse la titulación para no perder la licencia del barco. Luego me dijo él va a salir la licencia de marinero pescador. Si no tienes formación básica no puedes montar en el barco.

- ¿Siempre descargan en La Pescadería? ¿Siguen yendo los chuchos?

- Sí, nosotros tenemos la basa en La Pescadería pero se echa de menos la visita de los chuchos (variedad de manta raya) porque como ya no limpiamos el pescado en el muellito y no les echamos los resto del pescado cuando se limpia, ya no van.

- Suelen enviarnos fotos de los amaneceres de la bahía de Arrecife. La verdad que la imagen es espectacular.

- Los cielos del mar en Lanzarote cuando amanece son lienzos y cada día es un lienzo distinto. Hay veces que son indescriptible. La verdad es que estos cielos me relajan. Es la suerte que tengo.

-A veces se pescan otras cosas…

- (risas) Pues sí a veces se “pesca” mucha basura. Hemos recogido hasta papeleras enteras; bolsas llenas de latas. Hay que ser conscientes de donde viviremos y dónde trabajamos.

- Una curiosidad. ¿Mareas cuando navegas?

- Pues yo sí mareo. Aunque hace tiempo que no lo paso más, pero sí sigo mareando. Dicen que es algo de los oídos o del equilibrio, pero yo sigo mareando, sobre todo, si el barco se mueve mucho cuando estamos parados.