SOS, la cochinilla y las tuneras se mueren
La presidenta de la Asociación Milana lanza un llamamiento para que salvar las tuneras de Mala y Guatiza
La cochinilla se muere en Lanzarote. El que fue un producto fundamental en algunas décadas de los años 60 y 70 para la economía de muchas familias de Mala y Guatiza, ya prácticamente no se recoge. Un producto que llegó a venderse a 18 mil pesetas el kilo.
La presidenta de la Asociación Milana, Chana Perera, señaló en el Café de Periodistas que ya hace unos 10 años que no se vende ni un kilo de cochinilla. “Claro, los agricultores han dejado de cogerla”.
Tal es así que hay 40 mil kilos almacenados en sacos desde hace tiempo, algunos desde hace más de 20 años. “Este cultivo permitió que los agricultores que la cultivaban pudieran mandar a sus hijos a estudiar fuera”, señala.
Chana Perera lamentó que la fábrica de transformación de la cochinilla en carmín lleva cerrada desde la pandemia y no ha procesado nunca ni un sólo kilo. “Hay que buscar la forma de que esa fábrica funcione”, señala.
A la falta de rentabilidad de la explotación de la cochinilla, la sequía de los últimos 10 años y sobre todo la colonización de gran parte de las tuneras de un parasito venido de fuera está matando la mayoría de las tuneras plantadas en las 200 hectáreas en Mala y Guatiza.
De ahí que la que fuera presidenta del Cabildo de Lanzarote haya lanzado un SOS a las autoridades para evitar que se pierda un cultivo tradicional que significó mucho para esta isla.
