SOS, La Geria pide agua

Los viticultores y bodegueros lanzan una llamada de auxilio porque las viñas no aguantan más sin riego
¿La Geria se “muere”? Las escasas lluvias de los últimos años han generado un gran estrés hídrico en las viñas que ya no aguantan más. Los viticultores han dejado de mirar al cielo y han elevado, una vez más, la voz pidiendo ayuda urgente a las instituciones. En cambio, algunas voces se alzan para señalar que regar con agua desalada tiene sus riesgos de cara al futuro y la calidad de la uva. El Cabildo ha aprobado la realización de un estudio para determinar las necesidades de riesgo de la viña conejera, que servirá para tomar medidas y ver de qué manera se lleva el agua a La Geria, ya sea con cubas o de alguna otra manera. La mayoría de los bodegueros y viticultores lo tienen claro. Hay que hacerlo ya porque la supervivencia de las viñas lanzaroteñas y de ese paisaje tan aplaudido y celebrado, corre serio peligro. “Esto es como la vacuna, regar tiene sus riesgos, pero son más los beneficios”, señalan los bodegueros.
Víctor Díaz: “Agua para La Geria, ya”
Víctor Díaz, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Lanzarote, corrobora la gravedad de la situación y confirma que el sector, lo que ha solicitado al Cabildo en numerosas ocasiones, es agua para regar La Geria. “Lo que el sector del vino solicitó es agua. Se le transmitió a la presidenta la urgencia de regar la viña de Lanzarote porque corre el peligro de secarse si no llueve. La idea del estudio ha sido una petición del propio Cabildo, para que se le cuantifique las necesidades de riego y poder determinar si existe situación de emergencia hídrica en este cultivo”, señala.
Díaz asegura que “regar las viñas ya es urgente. Una parte se podría regar con cubas, habilitando puntos o contadores para ir a cargar el agua. Otra fórmula sería no hacer cortes de agua en aquellas zonas en las que ya están habilitados los contadores y la red. Y otra es facilitar contadores a aquellas solicitudes que ya habían hecho la petición, pero que se les ha denegado. De todas estas opciones la más rápida sería la de habilitar puntos de carga de agua; pero habría que verlas, valorarlas y coordinarlas entre todos: Cabildo de Lanzarote, Consorcio Insular de Aguas, Canal Gestión, Consejo Regulador, etc”, apunta.
Pero la gran pregunta es cuánto más tiempo puede aguantar La Geria y sus viñas sin agua. Díaz lo tiene claro. “Sin ánimo de ser catastrofista, si este año no llueve, viendo la evolución de los años anteriores, en dos o tres años la situación podría ser muy mala. Ya este año estamos observando que, al podar, casi no hay varas o éstas son muy finas. Si esto continúa así, ¿de dónde coge reservas la parra para formar las varas del próximo año?”, se pregunta.
El presidente del Consejo Regular de la D.O. Lanzarote, no duda. “En estos momentos, de lo que se está hablando es de agua para la supervivencia de la planta, de la parra; no para aumentar la producción. Si esto se hiciera de manera descontrolada, en años lluviosos, etc, habría que valorarlo. Pero en un año como éste para nada es perjudicial. Eso sí, hay que regar antes del envero”, contesta Díaz.
José Antonio Rodríguez: “La situación está muy mal”
La preocupación es compartida por todos los afectados, tanto viticultores como bodegueros. José Antonio Rodríguez, que es ambas cosas, señala que “la situación está muy mal. Puedo ponerle un ejemplo, yo tengo en La Geria una viña y la altura del hoyo es de unos dos metros, más o menos. De ahí por abajo tuve que escarbar, para abonarla, unos setenta centímetros de picón y cuando llegué abajo estaba totalmente seco. Nada de agua”, señala. “Lo del cambio climático es una realidad. Hace muchos años que no llueve y si no ayudamos a las parras con un poco de agua, no hay nada que hacer. Del fondo de la parra hacia abajo, tiene que llegar el agua a 70 centímetros y si no, la parra, la pobre de estresa. Muchas viñas se están perdiendo. Yo no sé cuánto más se podrá aguantar, pero si no tomamos medidas ya, las vamos a perder. No tiene ningún sentido que una isla como Lanzarote, pionera en desalación de agua, no tenga redes de agua. Es muy triste”.
Rodríguez no cree que la solución sea regar con cubas. “Lo que hay que hacer es poner rápido las redes, donde no hay, y empezar a desalar el agua. Que pongan plantas desaladoras portátiles y que empiecen a bombear a los depósitos. Lo vimos en La Palma, montaron las plantas portátiles para regar las plataneras, ¿por qué aquí no?”, señala.
La viña se debe regar de octubre a febrero o marzo, “que es cuando le va a hacer falta a la viña el agua, después ya no es tan necesaria. No cabe duda de que el agua de lluvia es lo mejor para la viña, pero si no llueve… hay que buscar opciones. Nos estamos jugando La Geria, es importante”.
Miguel Martín: “Los viñedos están agonizando”
Otro viticultor, Miguel Martín, coincide con estas mismas impresiones. “Mis viñedos, como todos lo de la isla, están agonizando. Llevamos casi cinco años en los que casi no ha llovido, el año pasado un poco más, pero en general muy poco, y los viñedos, sin agua, se mueren. Si este año no se soluciona el tema del riego, lo vamos a tener muy mal”, asegura. “Ya hay muchos viñedos muertos y que no se pueden recuperar. Hablamos de parras centenarias, que dan una calidad de vino excepcional”.
También Miguel pide que se haga lo que se hizo en La Palma, donde en apenas dos semanas se había solucionado el tema del riego. “Nosotros tuvimos una reunión hace semanas, en la que dijimos que era una emergencia, y un tema muy urgente, y seguimos esperando. No vemos solución alguna”, señala. “Tiene que haber voluntad política. En dos meses, con ganas se pueden regar muchos viñedos, pero están pasado los meses… hasta abril habría tiempo, pero no se puede esperar más”.
En cuanto a la calidad, lo deja claro. “El viñedo necesita agua, da igual que llegue con cubas o por tuberías, pero hay que regarlo porque si no se hace nos quedaremos sin vinos o con caldos de pésima calidad y uvas pequeñísimas”, explica. “Ya el año pasado, con lo poco que llovió, salvamos la cosecha que fue mediana, pero este año será un completo desastre”.
Ginés González: “El tiempo pasa, no se puede esperar más”
Por su parte, Ginés González, propietario de la Bodega La Florida señala que “las viñas corren un grave peligro, pero no las mías, todas las de la isla, y en especial las de La Geria”, señala. “Es cierto que aquellas parras que pudieran tener, como en el caso del corazón de La Geria, mucha arena, pueden escapar, pero, aún así, producirán mucho menos. Urge regar, de la manera que sea. Es cierto que la calidad del agua no es la misma que la de lluvia, pero necesitan agua como sea. Lo ideal, dadas las circunstancias derivadas del cambio climático, sería que se montaran desaladoras para que se pudiera regar con cierta normalidad. El tiempo se está pasando, las peticiones que se han hecho, con urgencia porque ya no se puede esperar más, aún no han recibido respuesta. Estamos todos a la espera de que los organismos oficiales respondan y que podamos contar con agua de una vez, de la manera que sea”.
González señala que parte de los viticultores están regando ya por cuenta propia, pagando el precio que sea, en un intento desesperadlo por no perder las parras para siempre.
Alberto González: “Si no regamos con agua de calidad, el resultado puede ser contraproducente”
Sin embargo, no todas las opiniones son favorables a esta forma de riego. El enólogo Alberto González lo considera contraproducente. “El tema del agua es un problema grave de la isla que hay que solucionar. Es necesario contar con un agua agrícola. El agua que ahora mismo tenemos, la que sale por la planta desaladora por ósmosis inversa es un agua desequilibrada y con falta de mineralización. Además tiene restos de sodio y cloro porque se trata de agua preparada para el consumo humano. Si añadimos esta agua podemos producir, primero fitotoxicidad en la planta, y después podemos secarla aún más. Es como cuando tenemos sed y tomamos un agua salada… eso nos produce más sed”, señala. “La planta sobrevive por una presión osmótica que cuando ya no tiene agua, la toma del suelo. Pero si esa agua tiene una concentración elevada de sales, lo que tiene es más sed y querrá beber más agua. De esta manera, se contribuye a la sequedad de la planta”.
González apunta que “lo primero que tenemos que hacer es buscar un agua de buena calidad, preparada para el riego, es decir pretratada. Tiene que ser agua del mar, pasada por ósmosis inversa, porque no tenemos otra, es evidente, pero esa agua hay que tratarla para uso agrícola, no para consumo humano. Habría que usar una red de riego diferente a la del consumo humano”, explica. “A día de hoy, en La Geria, en muchos hoyos sigue habiendo cierta humedad en el suelo. Hay mucha sequedad, pero donde hay mucho picón, aguanta. Es verdad que no suficiente para producir grandes cantidades, pero sí para mantener viva la planta. La viña de Lanzarote tiene más de 300 años y ha superado periodos mucho peores de sequía, de hasta diez años. Y no han muerto. Hay que mirar bien la calidad del agua que añadimos porque, de no hacerlo, podemos acabar teniendo pan para hoy y hambre para mañana”.
Así ha llovido en los últimos años
(Poner gráfico de lluvias anuales)
El cambio climático, como dicen los propios viticultores, es un hecho y ellos lo sufren en sus terrenos y en la cantidad y calidad de sus cosechas. El 2021 dio un ligero respiro en lo que a lluvia se refiere, pero lo cierto es que cada vez llueve menos.
Los datos de las estadísticas del Centro de Datos de Lanzarote demuestran que es una realidad, cada vez llueve menos días y menos cantidad. Mientras que en el año 2014 llovió un total de 59 días y las precipitaciones acumuladas alcanzaron los 182’6 mm, en el año 2019 apenas llovió 37 días al año y las precipitaciones acumuladas se redujeron hasta 52’3 mm. No fue el peor año de la última década, en 2017, las precipitaciones acumuladas fueron de 49’5 mm y tan sólo llovió 36 días ese año.
Curiosamente en 2021, el pasado año, los días de lluvia fueron escasos, tan sólo 32, pero la precipitación acumulada fue de 92’6 mm.
2022, y el último trimestre de 2021, no ha dejado apenas lluvia y el campo se agosto a la vista de todos. Lanzarote necesita agua, caiga o no caiga esta del cielo.
Un estudio institucional
El Cabildo de Lanzarote aprobaba este año la concesión de una subvención nominada al Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos de Lanzarote, con el objetivo de que desarrolle así el proyecto denominado "Estudio para cuantificar las necesidades de riego de la viña para valorar situación de emergencia de riego". Serán 20.000 euros los que la Corporación destina a esta subvención para ejecutar el Estudio que cuantifique exactamente las necesidades de riego de la viña según la situación de emergencia. Un estudio que exige celeridad, ya que los agricultores solicitan esta situación se arregle antes de la primavera debido al daño que la falta de riego puede provocar en determinadas fincas. La previsión que maneja ahora el Cabildo de Lanzarote tras aprobar este apoyo económico es que sus conclusiones precipiten la declaración de emergencia hídrica que deberá promover la propia Institución; y a partir de ahí se procederá a hacerles llegar el agua a las fincas marcadas en el análisis.