Stratvs nunca contaminó el subsuelo de La Geria
El tribunal desmonta una de las “mentiras” más grandes contra la bodega que obligaron a cerrar cautelarmente
Muchos daño se ha hecho a los 11 acusados por el “caso Stratvs” pero quizás el más relevante fue la acusación de que los vertidos de las aguas residuales de la bodega contaminaban las “presuntas” aguas subterráneas de La Geria. La propia sentencia de la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que absolvió a todos los acusados de los múltiples delitos que les imputó la fiscalía, explica en su razonamiento que no hubo contaminación y que el sistema de depuración consistente en el mecanismo de fosa séptica y pozos filtrantes (como tienen el resto de bodegas de La Geria) era compatible al carecer la zona de alcantarillado.
Este capítulo del delito contra el medioambiente recobra hoy mayor importancia al demostrar la sentencia no sólo la injusticia sino además la persecución judicial y mediática que sufrió Juan Francisco Rosa por construir una bodega con el mayor mimo en La Geria.
Precisamente por esos vertidos una jueza, a petición del polémico fiscal Stampa, solicitó el cierre cautelar de la bodega en plenas fiestas navideñas con el criterio de que estaba produciendo el vertido de aguas residuales un daño irreparable en La Geria. Una medida cautelar que ya pareció desmedida para muchos juristas y que mantuvo durante más de cuatro años cerrada la bodega hasta que un juez de la Audiencia Provincial conminó levantar el cierre a la jueza que lo decretó. Pocas veces en la historia de la justicia una medida cautelar había durado tanto tiempo, pero era contra Juan Francisco Rosa y, parece, que todo valía. El cierre de la bodega produjo el despido de más de 30 personas y un daño económico a la bodega de varios millones de euros, además de un daño al nombre del vino Stratvs difícil de calcular.
Sobre este asunto, el tribunal hace más caso a los informes de los peritos de la defensa que de la acusación, asegurando que Stratvs no está construido sobre un barranco y que calificar la zona de Barranco del Obispo era más un topónimo que otra cosa. Que no está demostrado que existieran aguas subterránea ni que en el momento de construirse la bodega hubiera alguna fuente de agua, si es que en alguna ocasión existió.
En ese sentido, esto refleja la sentencia, asumiendo el tribunal en gran parte las tesis de la mayoría de ellos: “El propio informe de Lorenzo Medina Voltes afirma que este exceso de los límites permitidos en nada afectan a los hechos puesto que en el mismo informe se hace constar por el mismo perito lo siguiente en cuanto a la condición hidrológica del lugar donde se ubica la bodega por tanto el tramo de 300 metros de longitud, denominado toponímicamente el Barranco del Obispo con forma ortográfica de barranco, no tiene por si sola entidad de cauce, ni pertenece al dominio público hidráulico, dado que no se prolonga desde cualquier línea divisoria de cuenca hasta el mar sin solución de continuidad”.
En definitiva, no considera el barranco del Obispo como cauce de aguas discontinuas perteneciente al dominio público. De igual modo, otros peritos de la defensa confirman este hecho. Blanca Lozano Cutanda, catedrática de derecho administrativo y especialista en derecho medioambiental, confirma la inexistencia de red hídrica en La Geria, pues como afirma, presenta valores muy bajos de escorrentía superficial, total ausencia de lechos en el barranco y de avenidas pluviales significativas. La unica red hídrica quedó sepultada y fosilizada en fecha anterior a 1730, razones por las que concluye en el acto de la vista que no existe red hídrica en La Geria susceptible de ser contaminada con los vertidos de la bodega. Añade que se cumple la normativa de saneamiento con filtrado de fosa séptica, que califica como uno de los más exigentes que existe en Lanzarote y que era idóneo para la bodega.
Luis Ibrahim Armas, en las conclusiones de su informe, también afirma que no existen aguas subterráneas en La Geria. Asimismo, el ingeniero de minas Antonio Merino Gil, que realiza un informe acerca del material que se extrajo durante la construcción, de manera incidental afirma que tras los ensayos no se ha detectado la existencia de bolsas de agua, a las profundidades a las que ha llegado la investigación, esto es a 20 metros de profundidad. También, el informe emitido por Miguel Caballero González, titulado en recursos hídricos de La Geria, concluye con la absoluta inexistencia de pozos, vinculados o no, lagos, pozas, ríos, u otro tipo de cauce, ni barraqueras vinculadas a inundaciones ni sistemas de evacuación de aguas en toda la zona de La Geria, ni en la carretera que atraviesa la zona, ni en las viviendas, almacenes y bodegas.
La magistrada ponente de la sentencia añade que “solo existe una pericial en autos un trabajo encargado por el Cabildo, del ingeniero de caminos Carlos Soler, que afirma que existía un acuífero entes de 1730 que quedó sepultado a partir de ese año, y que ha encontrado referencias bibliográficas e históricas. Sin embargo no solo parece que sus afirmaciones carecen de justificación probatoria alguna más alla de su opinión que justifica con la afirmación de que a algún lado deben ir las aguas pluviales, sino es que además resultan ampliamente contradichas por las numerosas periciales contradictorias con esta que obran al respecto”, señala.
Se refiere al famoso, por pretencioso, informe que encargó el que fuera consejero diputado de Podemos y enemigo probado del promotor de la bodega, quien trató de vender a bombo y platillo a la opinión pública un maravilloso acuifero subterráneo debajo de Timanfaya, que por supuesto llegaba a la zona de la bodega Stratvs, cosa que nadie creyó, ni los propios magistrados.
Eso sí, los que crearon el caso Stratvs consiguieron cerrar una bodegas durante varios años y dejarla tocada financieramente, además de contribuir a echar al desempleo a unas treinta familias.
