Toño Morales: "Este informe sobre los camellos de Lanzarote nos da mala publicidad"
El camellero asegura que sus animales están en perfecto estado de salud y nunca han tenido problemas ni con la normativa laboral ni sanitaria
El camellero profesional Toño Morales ha querido matizar algunas de las cuestiones abordadas ayer en la presentación del informe sobre el trato de los camellos utilizados en paseos turísticos realizado por el veterinario David Perpiñán y la fundación Franz Weber.
En primer lugar, quiso aclarar que los dromedarios las horas que están en zonas como Timanfaya no tienen sombra como no las tienen los camellos que viven en el desierto. “Los camellos en el desierto no tienen agua, comida y sombra las 24 horas, como tienen aquí. Yo creo que es falta de información”, señala.
Morales quiso rebatir la tesis de que los camellos pasan muchas horas sin comer ni beber. “Mis camellos empiezan a trabajar a las nueve de la mañana y están hasta la una y media o dos, lo que tardan en llegar a casa… cuántas horas pasan… cualquier trabajador tarda más horas en comer desde que desayuna hasta que almuerza”, explica.
El informe afirmaba que la maniobra de levantamiento con dos turistas encima es mala para las articulaciones de estos animales. “Se lastiman como cualquier albañil o peón, que con el tiempo se les deterioran, a los camellos igual que al resto de los trabajadores”.
El estudio también criticaba las rozaduras y callos que les salen a los camellos al postrarse en zona de rofe. “Los camellos apenas con dos semanas ya tienen esos callos. Algunos que nunca han pisado las Montañas del Fuego, también los tienen”, señala. “Los camellos cuanto más años tienen, pues más callos tienen”.
Tampoco cree Toño morales que los camellos puedan portar virus como fue el caso del mers en Arabia a un turista alemán. “Aquí no ha pasado nunca nada. Hubo un caso en Arabia Saudi de un turista alemán”, explica.
Toño cree que este informe pese a que no está hecho para criticar si le da mala publicidad a este sector ganadero turístico de Lanzarote. “Nos dan una mala publicidad, el que vea esas noticias, pues pensará, que se yo… claro que es mala publicidad”.
Lo que tienen claro los camelleros lanzaroteños es que sus animales viven en unas condiciones óptimas y nunca han tenido problemas ni con la normativa laboral ni sanitaria.