Domingo, 14 Diciembre 2025
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La visita a la capital del Turia ofrece al recién llegado arte, cultura, urbanismo, gastronomía, playas y mucha diversión y ocio durante su estancia

 

  • Lancelot Digital

 

Los próximos puentes y días festivos ofrecen una oportunidad única para viajar y conocer nuevos lugares. Este mes desde viajes Timanfaya (www.viajestimanfaya.com) les proponemos hacer una escapada a Valencia, una ciudad en la que la tradición convive con la modernidad, en la que el mar y la ciudad se dan la mano y la huerta convive con el urbanismo. Monumentos, arte, naturaleza, playas, cultura y una excelente gastronomía les está esperando a tan sólo un vuelo desde Lanzarote. Estas son algunas de las paradas que no se pueden perder:

 

La Lonja de la seda es uno de los edificios característicos de la ciudad, además de ser uno de los más famosos monumentos del gótico civil que puede ofrecer Europa. Goza de la alta distinción de Monumento Histórico Artístico de carácter nacional desde el 4 de junio de 1931 y fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad el 5 de diciembre de 1996. Está situada en el centro de la urbe – frente al Mercado Central y el Templo de los Santos Juanes - y ocupa una superficie rectangular cuya área es de unos 1990 metros cuadrados.

 

Catedral de Valencia. Asentada sobre un templo romano, mezquita después, su origen se remonta al siglo XIII. Catedral que no pertenece a un estilo unitario ni dominante, sus lenguajes van desde el románico hasta el barroco, como lo atestiguan cada una de sus tres puertas: Puerta principal, o de los Hierros (Barroca); Puerta de los Apóstoles (Gótica) y Puerta del Palau (Románica). Miguelete: Campanario de la Catedral construido en los siglos XIV – XV, obra de Andrés Juliá. Torre de planta octogonal y 50.85 metros de altura, de marcado carácter gótico, que se encuentra junto a la barroca Puerta de los Hierros. En el interior de esta simbólica construcción, una escalera de caracol conduce hasta la terraza, desde donde se divisa la ciudad, la huerta y el mar.

 

La iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir ha sido recientemente restaurada, saliendo a la luz una muestra pictórica que los expertos han denominado como la ‘Capilla Sixtina' valenciana. Es una de las primeras doce parroquias cristianas de la ciudad de València tras la reconquista de Jaume I en 1238. Su restauración ha sido calificada como "la intervención arquitectónica y pictórico-ornamental más importante realizada hasta la fecha a nivel internacional por la magnitud de la obra y las técnicas empleadas”.

 

Mercado Central

 

Gran edificio modernista cuyo proyecto data de 1914, pero hasta 1928 el Mercado no fue inaugurado. Consta de planta baja y sótano, presenta columnas y bóvedas rebajadas de ladrillo. En ambas plantas se jerarquizan las circulaciones, calles rectilíneas y alargadas atravesadas por dos vías anchas en las que se sitúan los 959 puestos, y se emplea un ecléctico estilo premodernista. Los paramentos cubiertos de azulejos en la parte baja, junto con la piedra, madera y vidrieras de colores, que favorecen que la luz proveniente de éstas así como de las cúpulas y diversos puntos de la cubierta bañe el interior forman un conjunto policromo en un modernista monumento histórico de una ciudad que, rodeada de huerta, lo nutre de sus frutos.

 

Torre de Serranos

 

Comenzadas a construir en 1392 por Pere Balaguer, Las Torres nacen como defensoras de uno de los accesos más usados de la València antigua. En 1865 se derriban las murallas y quedan exentas. Desde 1586 hasta 1887 son utilizadas como cárcel de nobles. Posteriormente, la parte trasera de las Torres fue descubierta y desde la Plaza de los Fueros se pueden observar cinco salas, con arcos de ojiva y bóvedas nervadas. Las Torres son un magnífico exponente de la arquitectura gótica.

 

Torres de Quart

 

Levantadas por Pere Bonfill, según modelo de las torres de Castell Nuovo de Nápoles; son un ejemplo de construcción militar del gótico tardío. Proyectadas como puertas defensoras de la ciudad, recibieron, hasta 1874, el nombre de Torres de la Cal, debido a que en el siglo XVIII se exigía que la cal que entrara en València pasara por allí. La fachada posterior se descubrió de manera que pudiera verse el interior, destinado, durante cierto tiempo, a cárcel de mujeres.

 

Mercado de Colón

 

Antaño fue mercado, hoy alberga puestos de flores y los mejores restaurantes, pero siempre ha sido uno de los edificios más bonitos de València. El Mercado de Colón fue proyectado por el arquitecto Francisco Mora Berenguer a principios del siglo XX, por lo que se trata de una de las obras más representativas del modernismo valenciano, que recuerda en algunas de sus particularidades a las construcciones de Gaudí para Barcelona. Tanto es así que está declarado Monumento Nacional.

 

Palau de la Generalitat

 

Edificación de planta rectangular que tuvo en su origen, 1418, la función recaudadora de los impuestos de la Corona.

 

 

 

La Ciudad de las Artes y las Ciencias de València es en sí misma un espectáculo para los ojos. Los edificios que componen este imponente centro de ocio y cultura, diseñados por Santiago Calatrava, ofrecen una imagen vanguardista que nos adentra en el siglo XXI.

 

El Museo de las Ciencias es un edificio espectacular, que alberga motivos y exposiciones científicas interactivas en las que el visitante puede tocarlo todo y convertirse en protagonista de experimentos curiosos.

 

En el Oceanogràfic se dan cita todos los ecosistemas del mundo, con sus habitantes animales y vegetales. Las mejores representaciones de ópera, conciertos y espectáculos escénicos se contemplarán en los auditorios que albergan el Palau de les Arts, con su espectacular forma ovalada y gigantesco diseño.

 

Por último, el Ágora. Se trata de un edificio concebido como espacio multifuncional de gran versatilidad, para acoger eventos de diversa naturaleza.

 

Gastronomía valenciana

 

Tapitas marineras, suquet de peix, por supuesto la mundialmente conocida paella, la horchata con fartons… la gastronomía valenciana precisa más de un día para conocer todo lo que puede ofrecer. Y, a pesar de que sigue siendo conocida por la paella, es uno de los destinos gastronómicos mejor considerados por muchos los motivos. Prueba de ello son las cuatro estrellas Michelín y los 28 soles Repsol, que deben a las propuestas de chefs tan reconocidos como Quique Dacosta o Ricard Camarena.

 

Playas paradisíacas

 

Junto a una oferta turística y cultural en continua evolución, valencia cuenta con numerosas playas con banderas azules, algunas con mucho ambiente, como la Malvarrosa y las Arenas, dónde será posible disfrutar del ocio playero como un buen valenciano y otras mucho más salvajes, como el Saler, la Devesa, la Garrofera... playas que son las preferidas por los amantes de los deportes acuáticos por su belleza y sus buenas condiciones para la práctica deportiva. 


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