Turismo e inmigración

Lanzarote vive un sábado de masiva llegada de inmigrantes, en torno a 500, entre ellos una embarazada con contracciones. En el video se ve que inmigrantes y cruceros coinciden hoy en Arrecife

Salvamento Marítimo y los Servicios de Emergencias de Lanzarote no han parado durante toda la madrugada y la mañana de este sábado, pero las informaciones que manejan les dicen que el día es posible que sólo acabe de empezar.

Desde el CECOES 112 nos informan que Salvamento Marítimo constata ya, a mediodía de este sábado, la llegada a Lanzarote de 7 embarcaciones, con 387 personal, que han sido rescatadas en alta mar y que “hay dos más, una localizada y otra de la que no se sabe la localización exacta”,  que sumarían otros 109 migrantes, según informan los Servicios de Emergencia de Lanzarote.

Lo que eleva la cifra de inmigrantes en un sólo día a Lanzarote a 496 personas, incluyendo a una varias mujeres, entre ellas una embarazada que llegó con contracciones y tuvo que ser derivada al hospital.  Salvamento Marítimo avisa además al CECOES que “hay muchas alertas sobre nuevas embarcaciones”. La preocupación aumenta a medida que pasan las horas de este sábado dramático.

Es tal el continuo goteo de informaciones sobre rescates en alta mar en aguas cercanas a Lanzarote que, a esta hora, mediodía del sábado 8 de junio, el número de migrantes desembarcados en Puerto de Naos todavía no está del todo contabilizado.

Con los datos de las primeras cinco pateras, la cifra alcanzaba ya de largo las más de 200 personas, pero todo está a expensas de las pateras que siguen navegando en alta mar con destino a Lanzarote y que a esta hora todavía no han podido ser rescatadas.

La actualidad del día nos deja unas imágenes, un video en este caso, que refleja la dualidad de una isla y de dos realidades tan diferentes: el de la riqueza del turismo que nos visita a través de imponentes transatlánticos y la tristeza de aquellos que llegan buscando una vida mejor y huyendo de la pobreza. Una embarcación de Salvamento Marítimo y un crucero cruzan sus caminos por unos instantes. Ocurre en Arrecife, en Lanzarote, ante el estupor de muchos residentes que se preguntan cómo se puede solucionar una de las grandes contradicciones de este mundo en el que vivimos.