Un anciano de 90 años, dispuesto a denunciar al Ayuntamiento de Arrecife por unas obras que le perjudican
Asegura que su casa se inunda cada vez que llueve tras los trabajos de aceras y asfaltado que se hicieron en la calle Puerto Rico. ¿Cómo cree usted que puedo dormir escuchando aunque sea una llovizna que me mate a mí o a mi mujer?, señala
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Félix Medina tiene 90 años y está al cuidado de su mujer con alzheimer. Este martes nos recibía en su casa, porque después de las obras de aceras y asfaltado de la calle Puerto Rico se le inunda su vivienda cada vez que llueve. "He pasado muchas noches sin dormir. ¿Cómo cree usted que puedo dormir escuchando aunque sea una llovizna que me mate a mí o a mi mujer? No puede ser eso", señala.
Medina ha acudido al Ayuntamiento, ha llamado a la empresa adjudicataria y ha sido testigo de cómo se pasan la papa caliente de unos a otros. De tanto insistir ha recibido una posible solución, que consistía en inutilizar su garaje y una de las puertas de acceso a su casa. "Como estoy asustado, le dije que sí, pero mis hijos no quieren", apunta.
Ahora ha colocado unos tablones de madera como medida preventiva, pero dice que eso no le quita la preocupación ante la llegada de lluvias. "Tirándose la pelota de uno a otro. ¿Quién tiene la culpa? Mándenme a un sitio y yo voy, que sé hablar, no soy un tolete", dice enfadado.
Medina es un vecino más de los que sufren unas obras que no resuelven problemas, sino que los aumentan, como ocurre en la calle Isaac Peral, donde la acera lleva meses hundida sin que nadie se haga responsable. Los vecinos no se explican cómo el Ayuntamiento recepciona obras de tan mala calidad. "Me quitaron un trozo de bordillo. Me quejé un montón de veces y decían que sí, que venían a arreglarlo. Al final vinieron un día que yo ni me enteré y pusieron un remiendo ahí", explica una vecina.
Este mismo martes operarios de Telefónica volvían a abrir la calle Gómez Ulla dejando en evidencia una falta de coordinadción que genera molestias y críticas justificadas.