Un Arrecife en ruinas
El Cabildo impide que los propietarios privados inviertan en preservar su patrimonio, sacando provecho de ello, pero tampoco invierte en las zonas públicas de la capital. Reportaje publicado en el Lancelot de Mayo
Desconchones, muros rotos, suelos levantados… no son uno, ni dos, los edificios públicos y zonas de interés de Arrecife que se encuentran en mal estado. La Plaza de la Iglesia de San Ginés y muchas zonas de sus alrededores, el Puente de las Bolas, gran parte de la Calle Real… Lo cierto es que el Cabildo peca de una cierta contradicción al incoar BIC en ciertos inmuebles, a sabiendas que esto supondrá que los propietarios no inviertan en ellos, puesto que no les podrán sacar beneficio, y acabarán por caerse al piso, y al tiempo tampoco conserve aquellos inmuebles que son de titularidad pública y en los que debería invertir dinero.
Al final, sin inversores privados, ni inversores públicos, pasará lo que muchos se temen y ya están preconizando: el centro de Arrecife terminará en ruinas y siendo tan sólo una sombra de lo que fue. Preservar lo poco que queda, invirtiendo en ello, y mejorar el resto, es lo que señalan los expertos consultados. De momento, no queda otra que rezar para que el declive anunciado no se produzca aún antes de lo previsto.
