Un donante de médula para Aarón

Con tan sólo 29 años padece una leucemia mieloide aguda que sólo se puede curar con un transplante de médula ósea
Arantza Borrego
Fotos: Kepa Herrero y cedidas
La vida de Aarón Trujillo ha cambiado por completo. Hace apenas unos meses compatibilizaba su trabajo como becario en la Facultad de Ciencias del Mar en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con la finalización de su tesis sobre “Las influencias climáticas en las capturas del bonito listado”; ahora, sin embargo, pasa más tiempo en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria que en su propia casa. Su estado de salud es delicado y las constantes sesiones de quimioterapia lo han debilitado profundamente. Tiene leucemia, pero no se rinde. Confía en encontrar un donante cuyo gesto altruista le permita ver cómo crecen sus hijas.
“Si ves a papá sin pelo, no te asustes, que es papá”. Ramón, suegro de Aarón, nunca olvidará la primera vez que llevó a sus nietas al hospital. Las niñas son aún muy pequeñas (tienen seis y tres años); pero, como todos los niños, se dan cuenta de todo y saben que algo no va bien. En Lanzarote, los padres y el hermano de Nayra, la mujer de Aarón, también piden ayuda a gritos. Hasta ahora son 4.000 las personas que han ido a hacerse las pruebas de compatibilidad, sin embargo, según médicos expertos, sólo es compatible uno de cada 40.000 casos. La esperanza será lo último que esta familia pierda.
En los primeros meses de 2010, a Aarón, un joven grancanario, vecino de Firgas y padre de dos niñas le diagnosticaron una leucemia mieloide aguda, una noticia que cayó como un jarro de agua fría sobre toda la familia. En Lanzarote, Ramón vuelve la vista meses atrás recordando cómo le detectaron la enfermedad. “Le salieron unas pupitas en la boca, le hicieron unos análisis y los resultados fueron los que fueron”, señala. Desde el primer momento, los médicos vieron que la única salida era un transplante de médula ósea, pero encontrar un donante compatible no está siendo nada fácil. “Nadie de la familia es compatible, ni tampoco los amigos -se lamenta Ramón-. Ya son más de 4.000 las personas que han ido a hacerse las pruebas, pero nada”.
Hasta el momento, además de los familiares y los amigos, han pasado por las instalaciones del Hospital Doctor Negrín, muchos de los profesores y de los alumnos de la Facultad, pero aún no se ha encontrado a ningún mirlo blanco. Por suerte, la campaña para encontrar a un donante que sea compatible está en marcha, y las voces de Aarón y su familia ya han traspasado las fronteras insulares. Nadie se va a rendir. “Yo sólo pido a la gente que colabore -señala Ramón-. Nadie va a salir perjudicado y el bien que se puede hacer es mucho. Es un simple análisis de sangre y si no es compatible con Aarón, puede que sí lo sea con alguna otra persona que también esté enferma de leucemia. Hay muchos niños que podrían salvarse, y eso es algo en lo que está insistiendo mi yerno”.
Entre Las Palmas y Lanzarote
Hace más de 25 años, Ramón y Mª Carmen llegaron a Lanzarote, isla natal de la madre de Ramón, procedentes de la isla de Gran Canaria y abrieron un negocio “Bazar las Salinas”, ubicado en la calle Tofio de Arrecife, que permanece abierto casi las 24 horas del día (sólo cierran para ir a dormir) y prácticamente los 365 días del año. En la isla de los volcanes nacieron sus dos hijos, pero Nayra, la mayor, conoció al que hoy es su marido, cogió las maletas e inició una nueva vida en la isla de la que salieron sus padres. Hoy, esa vida está dedicada a cuidar de Aarón, a luchar por él y a no perder la esperanza.
Una enfermedad potencialmente curable
La leucemia mieloide aguda, también conocida como leucemia mielocítica aguda o como LMA, es un tipo de cáncer producido en las células de la línea mieloide de los leucocitos, caracterizado por la rápida proliferación de células anormales que se acumulan en la médula ósea e interfieren en la producción de glóbulos rojos normales.
Los síntomas de la LMA son causados por la invasión de la médula ósea normal, que va siendo reemplazada poco a poco por células leucémicas, lo que conlleva un descenso de glóbulos rojos, plaquetas y leucocitos normales. Los principales síntomas incluyen fatiga, dificultad para respirar, aparición de hematomas, dificultades en la coagulación y un aumento del riesgo de infección. Aunque ya se han determinado ciertos factores de riesgo, aún no está clara la causa específica de la LMA. Al igual que en las demás leucemias agudas, la LMA progresa rápidamente y puede ser fatal en semanas o meses si no es adecuadamente tratada.
El tratamiento inicial consiste en la administración de quimioterapia, cuyo objetivo es inducir una remisión de las células cancerígenas. Algunos pacientes pueden llegar a recibir un trasplante de médula ósea, si se logra encontrar alguna persona compatible.
Preguntas y dudas
Transplante de médula: Es una nueva modalidad de tratamiento que aumenta el porcentaje de leucemias curadas y también de otros tumores. Consiste en la sustitución de las células madre de los glóbulos rojos, de los blancos y de las plaquetas de la sangre del enfermo por las de un donante sano. Estas células madre son transfundidas al enfermo por vía endovenosa, como en una transfusión sanguínea. A las 2 ó 3 semanas, la médula transfundida empieza a producir células normales en el enfermo. El trasplante se utiliza en combinación con Quimioterapia y/o Radioterapia, métodos que destruyen la médula ósea del paciente; dado que el 70 % de los enfermos no dispone de donantes compatibles en su familia, es necesario el trasplante de la médula ósea de un donante sano, voluntario y no emparentado. Para evitar el rechazo, la médula ósea donada debe ser compatible con la del paciente, y eso sólo ocurre en una persona entre 40.000; por eso es conveniente que seamos muchos los donantes voluntarios.
Donantes: Toda aquella persona con edad comprendida entre 18 y 55 años y que disfrute de buena salud, es decir, que no sufra enfermedad cardiovascular, renal, pulmonar, de hígado u otras afecciones crónicas que requieran tratamiento continuado, y que no tenga antecedente de análisis positivos para las infecciones de los virus de hepatitis B, C y del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Sin riesgos: La donación de médula ósea no deja secuelas. La médula del donante se regenera en pocos días y la estancia en el hospital es de 24 horas. No existe otro riesgo que el de la anestesia general o epidural; riesgo que es muy bajo: en personas sanas la probabilidad de complicaciones es de 1 por 50.000 casos. Por efecto de la extracción sólo puede aparecer un leve dolor residual en la cadera que desaparece a los pocos días de la donación.
Donar en Lanzarote: Las personas que deseen saber si son posibles donantes de médula, pueden acercarse al Hospital Doctor José Molina Orosa de lunes a viernes en horario de 9:00 a 14:00 horas. Allí se les hará una analítica. Si los resultados son positivos, pasará a formar parte del Banco de Donantes.