Un lanzaroteño vive de cerca el atentado de Niza

Alexis Gaziello fue a trabajar allí en verano e iba a acudir este jueves a las celebraciones de la fiesta nacional, aunque a última hora decidió por suerte no ir
Yolanda Téllez
Fotos: Cedidas
Muy cerca estuvo el lanzaroteño Alexis Gaziello de estar presente este jueves en el Paseo de los Ingleses de Niza, donde un camión embistió contra la multitud dejando más de 80 muertos y un centenar de heridos. Y es que, este joven, que fue a esta ciudad francesa a trabajar este verano, tenía previsto acudir a las celebraciones de la fiesta nacional, aunque a última hora el cansancio le hizo cambiar de opinión.
Así lo relataba su padre, Bernard Gaziello, francés afincando en Lanzarote, en Café de Periodistas: "Había quedado con una chica española que había conocido en la playa, aunque al final, por suerte, no fue. Estaba cansado y no salió. La chica también está bien". Bernard no se enteró de lo sucedido hasta que su hijo le escribió un mensaje y, entonces, buscó por Internet. "Me escribió un mensaje en el que decía 'Papa, estoy bien, no he salido', contaba su padre este jueves.
Bernard, que nació muy cerca de Niza, cree que va a ser "complicado" que la ciudad se recupere de un golpe como este. "Para el turismo es tremendo, porque se ha atacado el corazón turístico de la ciudad", señalaba. Eso sí, este francés residente en Lanzarote tiene dudas de si realmente fue un ataque terrorista. Y es que, según publican los medios nacionales y afirmaba Bernard que le ha dicho un amigo policía, el autor del ataque, que ha sido identificado como Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino con permiso de residencia, "no era religioso". De hecho, aunque el fiscal antiterrorista galo, François Molins, ha señalado que su actuación "se corresponde con los llamamientos" que lanzan las organizaciones yihadistas, hasta el momento de publicación de esta noticia no había sido reivindicado aún por ningún grupo terrorista. Lo único que se sabía del autor es que era "un delincuente común" con antecedentes por robo y violencia de género.
"Era un chico de 31 años que se estaba divorciando y que lo estaba pasando mal, estaba con una depresión. Los amigos dicen que de religión nada, que ni hacía el ramadán, pero ya se le ha puesto la etiqueta de terrorista, cuando por ahora sólo se sabe que era un muchacho musulmán deprimido", concluía Bernard Gaziello.