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Un Manrique a la intemperie



Un mural de cerámica que en 1954 diseñó Manrique para una empresa de construcción sobrevive en Madrid en Madrid sin que se tenga en cuenta su valor

 

  • Lancelot Digital
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    Al igual que en la película, Salvar al soldado Ryan, habrá que plantearse la mejor manera de proteger y rescatar el mural de cerámica que en 1954 diseñó César Manrique para una empresa de construcción en Madrid, y que de momento sobrevive, a pesar de las inclemencias: del tiempo y de los que ignoran su valor

     

    Sorprende verlo, a pesar de los años, el mural de cerámica que César Manrique diseñó en 1954 para una empresa de construcción en la calle Santa Cruz de Marcenado en Madrid, muy cerca de la plaza de España, sigue en pie. Con rasguños, con rozaduras, con papeles blancos pegados sobre las formas que imaginó Manrique, papeles de publicidad que anuncian reformas de locales, o la venta de una plaza de garaje. Y a pesar de todo, al detenerse y mirarlo de cerca, se ve algo más, se distingue la mano de Manrique y esa facilidad que tenía para transformar los espacios, el entorno urbano y también nos habla de la visión vanguardista de César y de su capacidad para armonizar las tendencias artísticas con la funcionalidad de los espacios.


    En la década de los cincuenta, el artista lanzaroteño realizó múltiples trabajos, sobre todo murales, para hoteles, bancos, empresas importantes. Manrique se convirtió en uno de los artistas más solicitados para la decoración de espacios. Lo malo es que una gran cantidad de esas piezas se perdieron como las que hizo para el hotel Fénix, o las pinturas que realizó en las paredes de su casa de la calle Covarrubias, el nuevo propietario de ese ático decidió borrar esos dibujos y cubrirlos con otra pintura.


    La profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, y la primera persona en realizar una tesis doctoral sobre la obra de Manrique, Violeta Izquierdo Expósito, considera que “este mural es un testimonio del movimiento artístico y cultural de la segunda mitad del siglo XX en España. Representa una época en la que el arte buscaba recuperar el espacio público y crear identidad en los entornos urbanos”, y sentencia “proteger este mural no es solo una muestra de respeto hacia el autor y sus obras, sino también un compromiso con la preservación de su legado”.


    El local, en cuya fachada puede verse una parte importante del mural, que continúa en su interior, está a la venta. Por 500.000 euros, el que pueda podría tener el privilegio de disponer de una pieza original de Manrique.

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