La debacle del PSOE en Extremadura señala la debilidad de Sánchez
Los resultados refuerzan la tesis de que se está produciendo un cambio sociológico en España
- Lancelot Digital
La holgada victoria del Partido Popular en las elecciones celebradas ayer domingo en Extremadura y el desplome del PSOE en uno de sus feudos históricos apuntan directamente a la figura de Pedro Sánchez. La mayoría de los analistas coinciden en que lo sucedido en la región debe interpretarse también en clave nacional.
Ningún partido pierde cerca de quince puntos únicamente por la debilidad de un candidato. El hundimiento del PSOE en Extremadura, unido al avance imparable de Vox, responde a un castigo político más amplio: el rechazo a las políticas del Gobierno de Sánchez y a su errática gestión de los escándalos de corrupción y de los casos de acoso sexual que han salpicado a las filas socialistas.
Nada indica que lo ocurrido en Extremadura sea un fenómeno aislado. Al contrario, refuerza la tesis de algunos analistas que hablan ya de un cambio sociológico en España, con un trasvase sostenido de votos desde la izquierda hacia la derecha.
Es cierto que el PP no logró su objetivo de forzar un adelanto electoral que le permitiera alcanzar la mayoría absoluta. De hecho, dependerá aún más de Vox para gobernar. Sin embargo, sí ha conseguido consolidarse como la primera fuerza política, ampliando de forma considerable la distancia con un PSOE que, 24 horas después de las elecciones, sigue sumido en el desconcierto.
