Pedro Sánchez no cumple con la vivienda

En 2024 el Gobierno pintó 4.000 millones de euros para la vivienda, pero ejecutó menos de un 30%
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Sin embargo, pese a las grandes cifras sobre el papel, la ejecución real vuelve a poner en evidencia los problemas estructurales del sistema. En los primeros ocho meses de 2025, el Ministerio de Vivienda solo ha ejecutado 429,7 millones de euros, una cifra ínfima que demuestra la incapacidad de transformar el presupuesto en vivienda efectiva.
Este desfase entre lo que se promete y lo que realmente se hace se ha convertido en algo usual. España continúa teniendo una de las tasas más bajas de vivienda pública en Europa, y mientras los precios del alquiler y la compra siguen disparados, la respuesta institucional llega tarde o no llega. La burocracia, la falta de suelo disponible, la descoordinación entre administraciones y la inseguridad jurídica siguen bloqueando cualquier avance significativo.
A todo ello se suma que muchas de las grandes propuestas anunciadas por el presidente del gobierno Pedro Sánchez, siguen sin ejecutarse. La promesa de 100.000 viviendas públicas de alquiler asequible, la cesión de 50.000 viviendas de la Sareb, o la implantación efectiva de las zonas tensionadas se han quedado en anuncios que avanzan muy lentamente o que directamente no se dan a cabo. En algunos casos, la propia Sareb ha reconocido que numerosas viviendas anunciadas no están disponibles o requieren reformas profundas, lo que retrasa aún más su puesta en marcha. Además las políticas del Gobierno protegen a los okupas y desincentivan que los propietarios pongan sus viviendas en alquiler.
El resultado es claro: la política de vivienda en España no está funcionando. No faltan titulares ni presupuestos ambiciosos. Lo que falta es ejecución, planificación realista y capacidad para acelerar los procesos que permitirían aumentar la oferta de vivienda asequible.
Incluso el Gobierno gasta un millón de euros en la reforma de una planta de un inmueble de Patrimonio del Estado, situado en una buena zona de Madrid, en el qué ahora viven el ministro de Transportes Óscar Puente y la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Así lo informa el periodista de investigación Javier Chicote para ABC. https://www.instagram.com/reel/DRMxX0ODM2o/
Mientras tanto, cientos de miles de ciudadanos siguen enfrentándose a un mercado cada vez más inaccesible, en el que las soluciones no aparecen. Sin un cambio profundo en la gestión y en la coordinación entre administraciones, la distancia entre las promesas y la realidad seguirá incrementando.