Sánchez no tira la toalla y Feijóo cree que es un presidente destruido
El presidente aguanta la tormenta perfecta que afecta al PSOE, mientras la oposición pide su dimisión y la convocatoria de elecciones
- Lancelot Digital
Pedro Sánchez seguirá siendo presidente del Gobierno a pesar de Ábalos- Cerdán y lo que venga por delante. No va a tirar la toalla y así lo dijo hoy en el Congreso de Los Diputados. “Voy a continuar porque tenemos un gran proyecto de país, en el que confían millones de personas, que no podemos abandonar por la zafiedad de unos pocos, a los que les dio igual jugarse lo que nunca fue suyo”.
Sus socios de investidura, más allá de la teatralización de la líder de Sumar que se mostró muy ofendida y compungida por compartir bancada con un partido bajo sospecha de corrupción, van a seguir apoyando a Sánchez en la Presidencia. La justificación para ese apoyo es evitar “que venga la Derecha” y creen que, con las 15 medidas anticorrupción presentadas por Sánchez, se le pueden perdonar sus malas decisiones al elegir a dos secretarios generales del PSOE acusados de casos graves de corrupción. “Hemos incorporado distintas propuestas contra la corrupción. Estamos convencidos de que este plan supondrá el mejor impulso a la prevención y la lucha contra la corrupción”.
Eso sí, Sánchez pidió perdón y contó cómo le engañó hasta el último minuto el señor Cerdán cuando le preguntó sobre el informe de la UCO. Aseguró que su primera reacción fue de incredulidad, en un contexto en el que se escuchaban falsas noticias a diario, Santos Cerdán me desmintió todo y yo le creí porque creía conocer su vida sencilla en Madrid y porque le había visto trabajar durante cuatro años sin dar muestra alguna de lo contrario. Resulta evidente que me equivoqué”.
Por su parte, el jefe de la Oposición del PP, Núñez Feijóo fue implacable contra Sánchez en su intervención. Puso al presidente en el centro de la corrupción. “A uno le arreglan un puesto en la Diputación de Badajoz y a la otra le dan una cátedra sin haber pisado la Universidad. No es su falta de control, señor Sánchez, es su falta de ética y de decencia. Todos aquellos de los que usted reniega están hechos a su imagen y semejanza. El que eligió de número 2 que está en prisión, es usted, el que escogió para el ministerio con más presupuesto, es usted… el hermano, es usted, el marido, es usted… el que mantuvo a su lado siete años a un supuesto acosador de mujeres, es también usted. No sabemos dónde empieza y dónde acaba su responsabilidad directa. Lo sabremos, no tenga duda”.
Para Feijóo como para muchos españoles Sánchez es un político acabado. “No lo puede disimular, no hay maquillaje que tape que usted es un político destruido. Está como está porque ha resultado ser un fraude y lo que le está matando es que todo el mundo lo sabe ya. No vino usted a limpiar nada, sino a ensuciarlo todo: su partido, la política y la nación”.
El presidente del PP remató pidiendo elecciones y que hablen los españoles en las urnas como única salida decente y democrática.
En cualquier caso, no hubo sorpresas en la comparecencia de Sánchez en la Cámara Baja para dar cuenta de la crisis del Gobierno y del Psoe por los casos de corrupción que investiga la Justicia. Todo seguirá igual porque los partidos que sustentan el gobierno de Sánchez no le convienen elecciones, el caso de Sumar, y el resto de las fuerzas políticas porque cuanto más débil esté Sánchez más pueden exigir.