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Torra acusa a España de "instalarse en la venganza"

 

El presidente autonómico asegura que los recursos económicos de los catalanes "se esfuman por el agujero negro de Madrid"

 

 

  • Lancelot Digital
  • Cedida
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    Quim Torra ha reiterado hoy su opinión de que España es un Estado represor porque quiere inhabilitarle como presidente de la Generalitat. Al final de su intervención en el debate de política general del Parlamento de Cataluña, el presidente regional ha señalado que la legislatura está «marcada» por «el círculo perfecto de la represión», que empezó con el Gobierno de Mariano Rajoy destituyendo a Carles Puigdemont y «podemos acabar exactamente igual», si finalmente el Tribunal Supremo confirma su inhabilitación por desobediencia, responsabilizando así a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de su posible inhabilitación.

     

    En una intervención de casi dos horas, Torra ha dejado para el final (apenas cinco minutos) un «breve apunte político», un día antes de que el Supremo lleve a cabo una vista (a la que acudirá como público) sobre el recurso a la condena de inhabilitación que le interpuso el Tribual Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por desobediencia a la Junta Electoral, al no retirar a tiempo una pancarta política y partidista en periodo electoral.

     

    Para Torra, este juicio supone la evidencia de que España es «un Estado instalado en la venganza», porque quiere «inhabilitar a un presidente por defender la libertad de expresión y pedir la libertad de los presos políticos», que era el contenido de la pancarta que tenía que retirar del balcón del Palacio de la Generalitat. El presidente autonómico ha reiterado que su «compromiso» es «servir a mi país hasta las últimas consecuencias y hasta el último minuto de mi presidencia», por lo que todo indica que intentará agotar al máximo la legislatura, que finaliza en diciembre de 2021.

     


    Torra ha estructurado su intervención inicial en tres ejes: «el país que queremos y estamos construyendo»; «el impacto de la Covid-19 y cómo la abordamos» y «un breve apunte político». En la primera parte se ha limitado, básicamente, a recordar las iniciativas y los datos de su mandato estructurados por departamento. Unos datos, sobre todo los de la gestión de la crisis económica derivada del Covid-19, que en su opinión serían mucho mejor si Cataluña fuera un país, pues ha tirado del recurrente asunto del déficit fiscal. Los recursos de los catalanes «se esfuman por el agujero negro de Madrid», ha dicho, para añadir: «No tengo duda de que con todos los recursos y toda la soberanía lo haríamos mejor».

     

    En relación al Covid-19, en la segunda parte de su discurso, el presidente autonómico ha señalado que luchar contra la pandemia es «la primera prioridad» del gobierno que preside, y que todos los consejeros le dedican las 24 horas del día a ganar al Covid-19. Torra ha indicado que, aun sabiendo que el riesgo cero no existe, «estamos en un escenario estable», si bien puede cambiar «en cualquier momento». Sobre las escuelas, ha asegurado que no cerrarán «en todo el curso» y, como mucho, se llevarán a cabo «confinamientos parciales». Igualmente, ha avanzado y enviado un mensaje al Gobierno de España: «Haremos el déficit que haga falta», para poder «reactivar» la economía; y ha vuelto a reivindicar 30.000 millones de euros al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

     

    Nuevas «embajadas» en África y Asia


    Durante su intervención, el presidente de la Generalitat también ha anunciado la próxima apertura de tres nuevas delegaciones autonómicas, las conocidas como «embajadas catalanas», en Senegal, Australia y Japón. Torra ha recordado que, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, su gobierno restableció todas las delegaciones en el extranjero y el Diplocat, cerrados (excepto la delegación ante la Unión Europea) por el Gobierno de Mariano Rajoy, y abrió tres nuevas embajadas, cuerpo paradiplomático independentista que ahora se ampliará en Senegal, Australia y Japón.

     

    Antes del inicio del debate, Torra ha reunido a su gobierno en la sede del Parlamento autonómico. Los consejeros le han mostrado su apoyo de cara a la intervención en el hemiciclo. No todos los consejeros se han quedado al debate, debido a las medidas sanitarias extraordinarias establecidas por la Cámara catalana. Al hemiciclo, Torra ha entrado flanqueado por Pere Aragonès (ERC) y Meritxell Budó (JpC), que mañana le acompañarán en su visita voluntaria al Tribunal Supremo, que estudia su recurso a la condena que le fijó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por desobediencia.

     

    El debate de política general iniciado hoy es el tercero que protagoniza Torra, tras los celebrados en 2018 y 2019, y el trigésimo tercero que se lleva a cabo en el Parlamento de Cataluña desde 1980: veintiuno con Jordi Pujol como presidente autonómico, dos con Pasqual Maragall, tres con José Montilla, cuatro con Artur Mas y uno más con Carles Puigdemont. Al acabar el debate de hoy, los grupos parlamentarios presentarán sus propuestas de resolución, mañana será el turno de las propuestas transaccionales y el viernes las votaciones.

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