Bitcoin se debate entre alcistas y bajistas
La última reunión de la Reserva Federal era esperada entre los criptoinversores con mucha incertidumbre
La última reunión de la Reserva Federal, o FED según el acrónimo que forman sus siglas en inglés, era esperada entre los criptoinversores con mucha incertidumbre, no se sabía qué esperar de la entidad presidida por Jerome Powell, pero toros y osos estaban expectantes ante un acontecimiento que potencialmente podía iniciar un rally alcista o un derrumbe de la cotización de bitcoin y en consecuencia de todo el criptomercado.
Finalmente la FED ha tomado la conservadora decisión de mantener estables las tasas de interés, aunque planea tres subidas (lo que supondría un encarecimientos del precio del dinero) para el año que viene, e irá reduciendo los programas de estímulo de forma paulatina, lo que puede interpretarse como que la masa monetaria seguirá aumentando, pero más lentamente de lo que viene haciendo hasta ahora, algo que algunos análisis sugieren que ha ayudado a aumentar, al menos en momentos puntuales, el precio de las criptomonedas. Por ejemplo, los planes de ayuda del gobierno estadounidense durante el confinamiento, según los cuales llegaba a los ciudadanos un cheque por una determinada cantidad de dólares en una fecha conocida, eran esperados por algunos analistas del mercado de las criptomonedas como un momento en el que aumentaba el precio de bitcoin, ethereum y compañía, ¿por qué? Pues porque estos se habían dado cuenta de que estos dólares extras eran utilizados en una parte importante para invertir en criptomonedas como método rápido para ganar dinero (algo que no es ni mucho menos seguro, dado que estos activos conllevan un riesgo muy alto independientemente de cómo se invierta en ellos, ya sea mediante el trading online, las exchanges o incluso mediante bancos), lo que hacía subir el precio debido a la ley de oferta y demanda, y dichos dólares extras del gobierno federal se obtenían precisamente gracias a esas políticas expansivas que la FED va a reducir paulatinamente.
2021, un mal año para la economía, un buen año para las criptomonedas
Cualquier inversor que se haya planteado comprar criptomonedas durante este año, o cualquier trader que abra posiciones apalancadas (teniendo en cuenta lo que implica el apalancamiento a la hora de potenciar no sólo ganancias, sino también pérdidas, las cuales pueden ser rápidas y severas) se habrá dado cuenta de que a pesar de que los indicadores económicos en general ha sido entre malos y muy malos, ciertos activos como las criptomonedas han aumentado enormemente su capitalización total, y todo ello a pesar de haber experimentado caídas dramáticas, tan grandes que en verano parecía que el ciclo alcista había terminado y comenzaba un nuevo criptoinvierno, para que tan sólo cuatro meses después se alcanzasen de nuevo máximos históricos en intercambios como immediate edge.
Este hecho puede que haya contribuido a la percepción de que el bitcoin y otras altcoin son un activo de refugio como el oro o acciones que tiendan a moverse poco en una u otra dirección, pero un refugio tiene que ser poco volátil, y las criptomonedas de la clase de las altcoin son extremadamente volátiles, y el objetivo de un refugio no es el de generar grandes beneficios, sino mantener el principal en momentos de incertidumbre y crisis, y las criptomonedas son utilizadas en gran medida para especular, a pesar de que iniciativas como las del Salvador y su proyectada Bitcoin City ayudarán, en caso de ser exitosas, a que las criptomonedas alcancen un potencial mayor que el de ser utilizadas simplemente para lograr dinero rápido y fácil (algo que por otra parte no es seguro ni mucho menos, y puede llevar a pérdidas si no se entiende en qué se invierte ni los riesgos que conlleva).
Para el comienzo del año 2022 algunas previsiones esperaban que bitcoin alcanzase los 250.000 dólares, lo que supondría que su precio aumentase cerca de un 500 por ciento en menos de dos meses, pero esta predicción no contaba con la última caída de los precios de bitcoin, la cual a pesar de ser multicausal ha sido influida en gran medida por las últimas noticias del coronavirus o el riesgo de default del gigante chino del mercado inmobiliario Evergrande, variables que no pueden preverse analizando comportamientos anteriores de estos activos aunque sólo sea porque es un activo novedoso que ni siquiera experimentó eventos recientes como la caída de Lehman Brothers, ni que decir ya de eventos como una pandemia.