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¿Cómo cuidar tu piel de manera correcta cuando estás al sol?

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  • Lancelot Digital
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    El sol puede hacer estragos en nuestra piel. Sin mencionar los efectos más nocivos, lo cierto es que una exposición sin protección puede acelerar el proceso de envejecimiento de nuestra dermis, ya que los rayos UV desgastan las células encargadas de protegernos. En el artículo de hoy en colaboración con mecuido.online te damos los consejos necesarios para que cuides tu piel.

     

    Es importante que sepas que una exposición prolongada al sol puede propiciar la aparición de manchas difíciles o imposibles de quitar. ¿Qué podemos hacer? Exponernos al sol con cuidado y siempre utilizar productos que puedan protegernos.

     

    Para poder hablar de los productos más adecuados, primero es interesante hacer una diferenciación entre rayos UVA y rayos UVB.

     

    Los primeros (UVA) son menos energéticos, pero penetran de una forma más profunda en nuestra piel y, por tanto, son los principales responsables del fotoenvejecimiento de la dermis. Serían los causantes de las alergias solares, además de otros problemas derivados de un exceso de rayos solares.

     

    Por otro lado están los UVB. Son mucho más energéticos, pero se quedan en la superficie de la piel. Son los rayos que nos aportan bronceado, pero también pueden provocar quemaduras, por tanto, también son agentes responsables del cáncer de piel ¿Que podemos entender con esto? Que los productos que realmente van a protegernos por completo son productos que crean una barrera frente ambos tipos de rayos.

     

    Tipos de productos para la protección solar

     

    Tal y como nos explica el equipo de mecuido.online existen varios tipos de productos. Por un lado tendríamos los fotoprotectores. En sus diferentes formas de aplicación, los fotoprotectores previenen los daños actínicos que producen la radiación solar.

     

    ¿Cómo se formulan estos productos? Con filtros solares, sustancias activas que neutralizan los efectos nocivos del sol.

     

    Debemos aplicarlos siempre media hora antes de nuestra exposición solar para que puedan ser absorbidos correctamente por la piel. No obstante, también hay productos que cuentan con filtros que actúan por reflexión. Estos últimos podrían aplicarse en el mismo momento en el que estemos expuestos al sol. En este grupo encontramos esas cremas que, además, utilizan pigmentos, algo que hace que además de estar protegidos del sol, tengamos un tono de color más bronceado.


    Por otro lado tendríamos los bronceadores. Si bien es cierto que están aquellos que actúan sin sol (los autobronceadores), los que nos interesan son los que, bajo la acción de los rayos UV, aceleran la aparición de pigmentación cutánea o bronceado natural.

     

    Después de ver los diferentes tipos de productos, hay que fijarse también en sus formas de aplicación; y es que no todas son iguales. Podemos encontrarlos en cremas, muy apropiados para zonas específicas como la cara. También tenemos los aceites, que son más pegajosos y aportan más grasa a la piel. No obstante, son los más resistentes al agua y se extienden mejor.

     

    En el mercado también encontraremos emulsiones A/O. Son hidrorrepelentes y muy recomendados en pieles secas. Se suelen usar en productos solares con FPS medios o elevados. Asimismo, también están las emulsiones O/A, con mayor fluidez y en formatos como aerosoles. Son menos resistentes al agua. Si tenemos la piel grasa, una de las mejores opciones es la de los geles. Se distribuyen bien y dan mayor sensación de frescor. No obstante, tienen menos resistencia al agua.

     

    No sólo se deben usar productos para proteger la piel durante la exposición al sol. Lo cierto es que hay que pensar que esta exposición supone un desgaste potente para nuestra dermis, algo que tenemos que contrarrestar por otro lado. Para ello es importante evaluar los productos que debemos usar durante la exposición al sol, y antes y después de la ducha.



    Durante la ducha es recomendable siempre usar un gel con pH ácido (menor a 5,5) y, a poder ser, que no contenga fragancia o perfumes para que el baño sea mucho más reconfortante para nuestra piel.

     

    La hidratación después de la ducha es esencial para mantener una piel cuidada y joven. Tras una exposición solar prolongada, nuestra dermis habrá perdido bastante agua, por lo que necesita más hidratación que en cualquier otra situación. Encontraremos una gran variedad de productos en el mercado para poder hidratar, aunque siempre es conveniente escoger aquellas que no tengan perfumes ni fragancias, pues podrían causarnos irritación.

     

    El after-sun es muy recurrente, pues calma y aminora los efectos tóxicos de la radiación solar. Asimismo, no hay que olvidar que para la piel lo más importante es que conserve la humedad en la capa córnea. Por tanto, serán interesantes los aceites naturales como el de rosa mosqueta o productos elaborados, por ejemplo, con aloe vera.

     

    Otro producto recomendado tras la exposición del sol para minimizar el desgaste de la piel es el sérum antioxidante. Intentemos encontrar productos que estén enriquecidos con vitamina C para poder recuperarnos más rápido de las agresiones del sol.

     

    Por último, un consejo que puede resultar útil. No es conveniente exfoliar la piel después de la radiación solar. ¿Por qué? Muy sencillo. Los rayos UV adelgazan nuestra piel, la irritan y la hacen muchísimo más sensible. La exfoliación lo único que conseguiría es un daño mayor.