Hospiten alerta de los peligros provocados por el virus del papiloma humano

Avisan del aumento de condilomas anales que provocan sangrado, picor y molestias y que, de no tratarse de forma precoz, pueden derivar a largo plazo en cáncer de ano
- Lancelot Digital
Hospiten alerta del incremento de condilomas anales originadas por el virus del papiloma humano (VPH).
Se trata de un tipo de lesiones catalogadas como enfermedades de transmisión sexual y que se identifican en forma de verrugas que aparecen tanto en el área genital, en la piel que rodea el ano o en el interior del recto, tanto en hombres como en mujeres.
El VPH es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente, de ahí la importancia de su prevención y vacunación en varones de riesgo incluso hasta los 55 años, ya que en muchos casos cursa asintomática pudiendo originar lesiones premalignas y malignas como los AIN (lesiones del ano).
Los condilomas anales son el mismo tipo de lesiones que producen el cáncer de cuello de útero y provocan sangrado, picor y molestias locales, aunque en numerosas ocasiones pueden ser asintomáticas.
Según explica el doctor Francisco Alba Mesa, cirujano general y del aparato digestivo de Hospiten Roca, se trata de una patología "importante y muy frecuente, por lo que, si no se aborda de manera precoz y se deja evolucionar a largo plazo, puede ocasionar cáncer de ano", de aquí que recuerde que es "imprescindible acudir a consulta con especialistas para tratar esta patología con total confianza, estudiar cada caso y establecer el tratamiento más adecuado".
Actualmente, existen tratamientos farmacológicos y quirúrgicos, que se aplican en función de las características de estas lesiones, siendo el abordaje quirúrgico a través de técnicas mínimamente invasivas, como "electrofulguración con monopolar o Ligasure", los más indicados, detalla el cirujano de Hospiten Roca.
En este sentido, insiste en que son lesiones que se pueden prolongar en el tiempo y ser recurrentes, por lo que es necesario un seguimiento.
No obstante, gracias a los avances científicos de los últimos años, ya se encuentra disponible una vacuna que puede prevenir esta patología, al "igual que se emplea para el cáncer de cérvix".