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A mi ángel: Juan Gabriel Hernández García

 

Verónica García

 

Querido sobrino, estaba en casa pensando en ti, encendí una velita y Tanausú empezó a cantar cumpleaños feliz, me ha hecho pensar…Siempre he escrito con el corazón, pero para tí hoy voy a escribir de la forma más especial, voy a cerrar los ojos, pensando sólo en ti.

 

MI PERSONA FAVORITA

 

No sé como agradecer a la vida que fuera yo la que llevó a tu madre para tu llegada al mundo al hospital, estaba tan nerviosa que me fuí en el coche sola y la deje en la puerta, volví a buscarla eh…Siempre serás muy especial para mi.

 

Cómo explicar lo que siente mi alma, si esto es inexplicable, aunque voy a intentarlo a ver si de alguna forma puedo liberar esto tan grande que siento por tí, seré breve lo prometo, palabrita del niño Juanito.

 

Sé que para dibujar tu corazón en el satélite aún no han inventado la máquina que pueda cubrirlo entero, que faltan personas en él para vaciar el amor que desprendes, que este mundo se te quedó pequeño para alguien tan grande, que tu felicidad está en la libertad y tu eres más grande que universo, que sólo las alas te la pueden dar.

 

Mi niño sólo puedo sonreír porque sé que eres parte de mi vida, estoy agradecida por hacerme partícipe de tu pequeña pero gran historia aquí, y las que quedan por llegar, la vida no es solo hasta aquí, hay más y yo sé que cuando así sea lo sabré.

 

Te regalo mi alma para que la sigas llenando de esa maravillosa luz con la que naciste, te la entrego para que la siembres en tu nuevo hogar y la riegues de eso que solo tú puedes darme, para seguir aquí, hasta que sea mi momento, porque ahora no tengo miedo, aún me quedan muchas cosas por hacer aquí. Se me olvidaba decirte que tienes una familia maravillosa, la que no conocía, porque cada uno de ellos me recuerdan a ti por alguna razón, tu primo me dice que estoy sembrada, pero siempre tiene que haber una en cada familia, sino no estaría al completo. ¿No crees?

 

¡Ah! Gracias por aquel abrazo, aún lo llevo puesto, menos mal que los abrazos no pesan, jajajaja

 

Te quiere tu tía la más sembrada 

 

Verónica García

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