Aena privatiza en contra de los intereses canarios
Por Francisco J. Chavanel
La ministra de Fomento, Ana Pastor, lleva casi dos años tratando de privatizar la red de aeropuertos españoles. Al principio calculó vender el 100%, con una entrada de capital prevista sobre los 15.000 millones de euros. Después de tantear el mercado, distintos fondos de inversión, informaciones que llegaron desde distintos lobbys económicos del planeta, la ministra entendió que la operación podría ser ruinosa, ya que muy pocos querían entrar en una negocio donde sólo unos ocho aeropuertos reportaban beneficios, contra 41 que daban pérdidas. De hecho, el déficit acumulado en estos momentos asciende a 12.065 millones de euros.
Al final el Gobierno central ha optado por la calle de en medio: vender el 49% de la red, para esperar cosechar unos 2.500 millones de euros, con los compradores haciéndose cargo de la mitad de la deuda. Algunas preguntas conviene hacerse: a) ¿tan mal va la economía doméstica del Ejecutivo que le es imperioso conquistar una liquidez de tan “sólo” 2.500 millones de euros, poniendo en peligro el sistema de comunicaciones aéreas de un territorio tan complejo como España?; b) ¿Qué grupos empresariales entran en una instalación haciéndose cargo de una deuda de 6.000 millones, entregando otros 2.500 millones, amparentemente sin ganar nada a cambio en el campo de las gestión?; c) ¿No será que aquello que se asegura vender al 49% lleva consigo una cláusula que garantiza el dominio de la sociedad por parte de los nuevos socios “minoritarios”; d) ¿Estamos en el preámbulo de una profunda reorganización que liquidará a los actuales cargos de Aena, para ser sustituidos por ejecutivos de empresas radicadas en el extranjero?; y e) si esto es así, ¿qué garantías tiene Canarias - sin duda alguna el territorio más sensible a los cambios- de que su red se mantenga con la solvencia de la actualidad, y no se transforme en una palanca de beneficios rápidos, a cualquier precio, descuidando la calidad, separándonos todavía más a los habitantes del Archipiélago, y a los habitantes del Archipiélago de España y del resto del mundo?
El Gobierno autónomo tiene razones serias para la queja pero sus lamentos de nada servirán en esta hora donde Madrid hace tiempo que no escucha nada que provenga de las Islas. A lo largo de 2013 únicamente 15 aeropuertos dieron beneficios. De ellos cinco no llegaron siquiera a los 20 millones. De los diez que encabezan el ranking, seis son canarios (Tenerife Norte, 26 millones; Lanzarote, 35 millones; La Palma, 49 millones; Fuerteventura, 51 millones; Tenerife Sur, 80 millones, y Gran Canaria 81 millones). En total 322 millones de euros en un único ejercicio… No está mal. Los otros cuatro son Alicante-Elche (25 millones); Madrid (84 millones), Palma de Mallorca (97 millones) y Barcelona (168 millones). Es decir, si el ranking lo efectuáramos por comunidades autónomas la parte más apetitosa del pastel está en Canarias. Por si fuera poco al aeropuerto de Madrid hay que descontarle un déficit de 5.300 millones y al de Barcelona otro de 1.360 millones. En cuanto a recursos fáciles, tangibles, caja recaudadora que empieza a funcionar desde el minuto uno de la privatización, ¿a qué aeropuertos está vendiendo a fondos extranjeros el Gobierno de Rajoy, en el que mora un ministro canario?: Madrid, Barcelona y, sobre todo, los aeropuertos del Archipiélago, los cuales apenas tienen un gravamen de 300 millones de euros por construcción de infraestructuras anteriores.
Los datos demuestran que la comunidad canaria es de todas la más perjudicada en un negocio donde la rentabilidad prima por encima de cualquier otra consideración. Canarias no ha sido consultada ni antes, ni durante, ni después de la negociación, con el mismo desprecio que durante el resto de la legislatura.