EDITORIAL | Del éxito al fracaso
¿Ha cambiado la opinión de los lanzaroteños tras la multitudinaria manifestación celebrada hace un año
contra las formas y maneras empleadas por el gobierno central para realizar prospecciones en los fondos marinos cercanos a la mediana con Marruecos? ¿Se ha desinflado el movimiento ciudadano surgido para combatir las prospecciones? Son éstas algunas de las muchas preguntas que se hacen analistas y ciudadanos, tras el fracaso de la conmemoración del 24-M, donde Lanzarote no respondió a la llamada que desde la Comisión Insular contra las prospecciones, muy ligada al Cabildo, y sobre todo a CC y PSOE, se hizo desde hace semanas empleando todos los altavoces posibles.
A simple vista podría asegurarse que algunos cambios de opinión se han producido en la sociedad civil lanzaroteña. ¿Quiere decir esto que la pobre participación ciudadana en el acto central de la jornada festiva del 24-M en el Parque Ramírez Cerdá de Arrecife es la prueba? Quizás sí o quizás no tanto. Cuando el consejero de Medioambiente del Cabildo, Juan Antonio de la Hoz, asegura, con vehemencia, que el espíritu ciudadano contra las prospecciones sigue siendo el mismo que hace un año -a pesar de la escasa participación- debe tener cuidado porque hace más grande el fiasco y su responsabilidad en el fracaso. ¿Por qué, entonces, si sigue igual ese espíritu, casi nadie le interesó conmemorar el citado “gran día” de la manifestación de hace un año? ¿Politización? ¿Incompetencia? ¿Hartazgo? O, quizás, algo de todo eso sumado a una exagerada visión catastrofista vendida desde las instituciones han podido provocar el que muchos ciudadanos se hayan sentido utilizados por cuestiones más partidistas que por la defensa real de un futuro peligro para Canarias. En semiótica se le denomina efecto boomerang.
Pero no perdamos la cabeza. Se equivocan quienes interpreten que la escasa respuesta ciudadana, a la jornada festiva del 24-M, significa que los lanzaroteños hayan cambiado radicalmente de opinión del “no” a las prospecciones al “sí” de la noche a la mañana. Como, posiblemente, exageraron los que tras la exitosa manifestación de marzo del 2012 creyeron que realmente el todo Lanzarote estaba per se en contra del petróleo. Ahora, nos da, que tras lo sucedido en el Parque Municipal, las posturas se nivelan entre los del “no” a los del “sí” a las prospecciones. O, mejor dicho, cada vez hay más que dudan, que no lo tienen claro. En el argot futbolístico -tan en boga de todos- diríamos que los del “no a las prospecciones” ya no ganan por paliza al otro grupo de ciudadanos, quienes consideran que bien negociado la cuestión del petróleo podría ser una oportunidad para Canarias. Una postura que junto a las noticias -interesadas o no, pero ciertas de que el Reino de Marruecos ha autorizado perforaciones muy cercanas a las que el Estado español concedió a Repsol en la mediana imaginaria que separan las aguas de ambos países, a unos 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura, ha podido cambiar la percepción de muchos lanzaroteños. Un sudoku, el asunto de Marruecos, por cierto, que todavía no han sabido resolver de manera convincente las autoridades canarias que mantienen su “no” rotundo a las prospecciones españolas mientras no saben cómo evitar las del lado marroquí.
Ese nuevo escenario -Marruecos y posibilidades de gravar con impuestos canarios el barril de petróleo si lo hubiera- son razones de fuerzas para que la postura de muchos que dijeron de entrada “no” a las prospecciones ahora module su postura o hablen de terceras vías. Es vox populi que muchos dirigentes de CC en Tenerife son partidarios de la negociación con condiciones aunque, públicamente, se hayan visto obligados a dar marcha atrás por pura estrategia electoral. Pero es una cuestión provisional. Aportamos un dato importante: CaixaBank es un socio importante de REPSOL y, recientemente, CajaCanaria de Tenerife, se encuentra en la citada entidad bancaria, tras la absorción de Banca Cívica. Al final prevalecerán los pragmáticos intereses económicos, como es lógico y razonable, porque ello repercute positivamente en la maltrecha economía canaria.
Por su parte, el PSOE español siempre ha sido proclive a aprovechar las riquezas energéticas y lo demuestra el hecho de que fue en la época de Zapatero cuando más autorizaciones de prospecciones se otorgaron en el mediterráneo español. También es conocido que cada vez son más las patronales empresariales canarias desde las turísticas a las industriales las que están viendo en el petróleo una oportunidad para Canarias si las cosas se hacen bien, si se compromete al Estado a repartir parte de los potenciales beneficios. ¿Cuántos? Eso es lo que habría que negociar. En definitiva, que era convincente, real y muy respetable que los grupos ecologistas y los llamados “alternativos” de la compleja sociedad canaria se opusieran a las prospecciones aquí y en Pekín porque luchan honestamente por otro modelo energético en el mundo. Por el contrario, resulta irreal, inverosímil o muy raro que una sociedad bastante conservadora como la canaria, plasmada en las últimas elecciones generales al Congreso de los Diputados, no apueste o, al menos, duden sobre las bondades o no de las prospecciones.
Lo de la conmemoración del 24-M ha sido algo más que un revés. Ha sido pasar del éxito rotundo de hace un año al gran fracaso. Se equivocaron los que menospreciaron entonces la multitudinaria y exitosa manifestación de marzo del 2012, como erraran los que ahora resten importancia al fracaso de este fin de semana, en el Parque Ramírez Cerdá. Ahora lo que urge es ir al fondo de la cuestión, con acciones constructivas y pensando en lo mejor para las islas. Ya el Gobierno Español movió ficha, ahora le toca el turno a Canarias.
Lancelot