Viernes, 05 Diciembre 2025
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Por Sigfrid Soria

  • Lancelot Digital

 

Esa banda, el PSOE, llamada a sí misma eufemísticamente “Partido Político” ha coadyubado y perpetrado golpes de estado. Coadyubó en 1923 en el golpe de estado de Primo de Rivera e integró sus gobiernos. Y perpetró el de 1934 cuando Largo Caballero, a la sazón Presidente del PSOE y del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados, además de Secretario General de UGT, organizó e impulsó el golpe de estado llamado Revolución de 1934. Su bastarda intención, junto con el pistolero Indalecio Prieto, era eliminar la II República para imponer por la fuerza una dictadura marxista leninista como la que había en la URSS de Stalin, el cual estaba aplicando a los pueblos de la URSS el genocidio llamado Holodomor, producto de la colectivización socialista del campo; recuerdo al lector que en esa matanza masiva murieron más de 10 millones de seres humanos en dos años.

 

Oye, menos mal que aquel golpe de estado del PSOE fue aplastado por el Capitán General Francisco Franco Bahamonde que por encargo directo de la II República logró evitar que ahora todos habláramos español con acento ruso, o al revés. La banda PSOE lo siguió intentando, lo de derrocar a la II República, y en febrero de 1936 logró el pucherazo en las Generales del que salió el engendro llamado Frente Popular, el cual hizo suyo el propósito de acabar con la II República, aunque en esta ocasión desde dentro, tal y como los admirados socialistas de la época Benito Musolinni y Adolfo Hitler ya habían hecho en Italia y Alemania respectivamente. Hablamos de principios de 1936.

 

Oye, menos mal que por segunda vez, el Capitán General Francisco Franco Bahamonde, junto con otros altos mandos militares, evitó que ahora estuviéramos comiendo en Canarias pelmeni en vez de sancocho.

 

Convencido estoy de que el alzamiento nacional del 18 de julio de 1936 fue un mal menor necesario pues evitó el mal mayor de la dictatorial sovietización de España que pretendía el PSOE. Nunca podrá demostrarse cuál hubiese sido peor, si la dictadura estalinista que quería el PSOE o la franquista, pero a tenor de lo que el socialismo ha demostrado históricamente en los últimos 100 años, para mí está muy claro que mejor lo que vivió España a partir de 1939.

 

Hablando de pucherazos, además de golpes de estado, y ya yendo al presente, la UCO ha demostrado fehaciente e irrefutablemente lo que ya se sabía: que Pedro Sánchez se hizo con el liderazgo del PSOE en 2014 a través de un vil pucherazo. Esto, también recientemente lo ha lamentado Felipe González acordándose del perjudicado, Eduardo Madina, aunque el expresidente no tuvo el valor de desde su autoridad moral exigir la inmediata dimisión del ladrón de votos, actual Secretario General del PSOE, y la reparadora convocatoria de elecciones primarias donde concurriese nuevamente Madina. Felipe González amaga cobardemente pero no remata, cosa muy propia del ADN socialista.

 

Antes de entrar de lleno en la actual etapa democrática, no puedo pasar por alto que tanto el expresidente del PSOE y Ministro en 1931, Indalecio Prieto, como el también ministro por aquel entonces y futuro presidente del PSOE, Largo Caballero, no apoyaron la votación del sufragio femenino en un alarde bestial de machismo socialista. Sugiero a los lectores que estudien el diario de sesiones del Congreso de los Diputados y lean las frases que demuestran ese repugnante machismo socialista al que aludo. Esta reseña histórica que presento no es baladí, pues el machismo socialista demostrado está en consonancia con el machismo socialista actual. Porque si la reseña machista de 1931 la comparamos con el falso apoyo del PSOE y PODEMOS a la convocatoria feminista del 8-M 2020, en la que por cierto ministras del gobierno social comunista infectadas por el SARS-CoV-2 tosían y estornudaban a diestro y siniestro encima de las manifestantes, comprobamos horrorizados que el mismo machismo socialista continúa 89 años después porque en esos mismos momentos del falso apoyo al 8-M la cúpula del PSOE pagaba a putas con dinero público, según ha demostrado mediante grabaciones la UCO de la Guardia Civil. Sí, digo PUTAS porque exactamente así trataban esos desgraciados integrantes de la cúpula del PSOE a aquellas mujeres.

 

Tampoco podemos pasar por alto que la propia familia política de Pedro Sánchez tenía como medio de sustento negocios de prostitución, que podían haber vendido por ejemplo verduras y frutas pero no, lo que vendían eran putas y putos.

 

¡Manda huevos!, oye.

 

Pedro Sánchez es una mentira en sí mismo y no es alguien que pasaba por ahí, es el Secretario General del PSOE y el Presidente del Gobierno de España. Es quien ha pactado su acceso y permanencia en el poder con quienes tienen como objetivo la destrucción de España en aras de construir, en detrimento del resto de españoles, países soberanos a partir de sus Comunidades Autónomas. Es quien nos ha frito y fríe a impuestos. Es quien gobierna autocráticamente prescindiendo del Poder Legislativo y del Poder Judicial. Es quien nos encerró privándonos ilegal e incostitucionalmente de nuestra libertad mientas la cúpula del PSOE implementaba una estructura criminal para financiarse personalmente y para financiar a la banda. Es quien abandona al pueblo saharaui y apoya a Hamás sin consultar a los españoles, como tampoco ha consultado la manifiesta renuncia a la soberanía de Gibraltar. Es quien aplica la maldita Agenda2030 que está machacando la agricultura, ganadería y pesca de España. Es el del cero energético. Es quien se enfrenta grotescamente al líder natural occidental y corteja a quienes suponen una amenaza militar, territorial y comercial. Es quien no se baja del Falcon ni para traslados particulares y familiares negándose a proporcionar información de cuánto nos cuesta ello a los españoles. Es el del ridículo internacional, el del incremento de la deuda y quien no paga a los inversores en España lo que a priori compromete.

 

En definitiva es el de yo invito a la fiesta que tú pagas y, además, tengo una estructura oculta mafiosa con la que cuando me fugue podré vivir yo y mis posteriores generaciones.

 

Por todo ello, sí, sin lugar a dudas el PSOE debe desaparecer y la respuesta de las muy mermadas instituciones democráticas que todavía tiene España deben actuar rápido para procesar a todo cuanto socialista haya participado en la ciénaga que se está descubriendo, que de momento sólo se está viendo la punta del iceberg.

 

Los partidos políticos deben ser instrumentos para mejorar las condiciones de vida de las personas. Cuando las personas somos utilizadas y expoliadas por un partido político, ese partido debe desaparecer. El PSOE lleva manipulando y abusando de los españoles más de 100 años.

 

Sigfrid Soria del Castillo Olivares
Ex Director General de Seguridad y Emergencias. Gobierno de Canarias.
Ex Diputado del Parlamento de Canarias.

 


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