EL TRASMALLO DE LANCELOT
Espino sigue haciendo de las suyas, el lío en la manifestación, el adiós de Manuela…
El lío de los saharauis y los policías
Los incidentes registrados durante una manifestación pro saharaui en el centro de Arrecife se han terminado convirtiendo en el tema de la semana, y sin duda seguirán dando que hablar. Más allá de las simpatías o antipatías que pueden despertar los protagonistas del hecho, no cabe dudas de que nadie tiene derecho a cargar contra un agente policial porque está haciendo fotos de una concentración. La actitud del policía fotografiando a los manifestantes puede gustar más o menos, pero no hay que perder de vista que primero, él y quienquiera tiene derecho a tomar fotografías en la vía pública, y segundo, si el policía lo estaba haciendo no era por gusto, sino cumpliendo con su trabajo. Pero lo realmente importante del hecho es que nadie tiene derecho a acosar y terminar forcejeando con una persona, sea policía o no, porque esas actitudes de matonismo no tienen lugar en una sociedad civilizada como esta. Y menos aún cuando esa persona, ese policía, está esgrimiendo un arma, por lo que la actitud de los activistas que le cogieron de la mano con la que tenía la pistola tuvieron una actitud temeraria hacia sí y hacia los demás, y digna de todo reproche.
Justicia por mano propia, nunca
Si los activistas pro saharauis se sintieron intimidados por ese hombre que les fotografiaba, lo que debían haber hecho era llamar a la policía y no intentar hacer justicia por mano propia. Lo que ocurre es que esos activistas, José Morales el primero, sabían que ese hombre vestido de paisano era policía. Y tanto lo sabía el uruguayo Morales, considerado el instigador, que él mismo tiene fotos de ese policía vigilando, también de paisano, manifestaciones sindicales que nada tenían que ver con las demandas de los saharauis. Por lo tanto, sus afirmaciones de que no sabían que era policía y temían que fuese un enviado de las fuerzas de seguridad marroquíes no son más falsedades para intentar justificar lo injustificable. La orden de expulsión del país que ahora pese sobre José Morales por estos hechos puede parecer excesiva, pero es entendible que si alguien no entiende que las cosas en este país no se solucionan a las ‘tortas’, habrá que proceder en consecuencia. En cualquier caso, habrá que confiar en las instituciones y dejar que ellas actúen.
Menos delitos en la isla
Mientras se producen hechos muy aislados como los registrados durante la manifestación pro saharaui, es de destacar que Lanzarote sigue siendo, en términos generales, una isla tranquila. Y prueba de ello es la importante reducción de delitos que se ha registrado en lo que va de este año en relación al mismo periodo de 2010, según desvela, estadísticas en la mano, el comisario de la Policía Nacional, en una entrevista que se publica en esta edición de Lancelot. Eso habla de la buena tarea de prevención –que es fundamental- que está haciendo ese cuerpo. Algunos critican que el comisario no sea muy dado a hablar en los medios de comunicación pese a la tranquilidad que se respira en la isla, mientras otros que le antecedieron en el cargo no tenían problemas en salir en las radios y televisiones pese a que en esa etapa había asesinatos, tráfico de drogas reiterados y demás delitos. Quienes sostienen esto, evidentemente no entienden para qué está la Policía y cuál es su función.
Puerto Calero, a por el muelle de Arrecife
Puerto Calero ha sido finalmente el único interesado en construir y gestionar el futuro muelle deportivo de Arrecife, ya que la suya fue la única oferta presentada en el concurso, tras la anulación del anterior. Si bien las bases de este nuevo concurso plantean unas condiciones mucho más acotadas que el otro para el desarrollo del nuevo puerto deportivo, no deja de ser una infraestructura que le vendrá bien a Arrecife, y en la cual deposita mucha ilusión el grupo de gobierno del Ayuntamiento capitalino. Es de esperar ahora que no haya más trabas y más piedras en el camino, y Arrecife cuente con ese nuevo muelle, que por cierto, no debería ser el último en Lanzarote.
El adiós de Manuela
La socialista Manuela Armas ha dicho el pasado viernes día 29 adiós al Cabildo de Lanzarote, tras su dimisión tras ser nombrada como viceconsejera de Educación del Gobierno de Canarias. Aunque en las despedidas todos parecen ponerse más sensibles y se les ablanda el corazón, no se puede dejar de señalar que Manuela ha sido, cuando estuvo en el gobierno, una de las peores presidentas en el Cabildo de Lanzarote, por todo lo que no hizo, y cuando estuvo en la oposición, un permanente factor de crispación y de intentar poner palos en las ruedas de una isla que comenzaba a andar. Es de esperar que ahora, desde su nuevo cargo de viceconsejero autonómica, deje de ser una dirigente reactiva para transformarse en proactiva. Por suerte, tiene un ‘jefe’, Paulino Rivero, que no se anda con tonterías ni dejará que nadie de su equipo lo haga. Y por el bien de todos, hay que desearle suerte a Manuela Armas en esta nueva andadura.
Una decisión valiente
El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, ha tomado a un mes de asumir en su cargo una decisión valiente que quienes le precedieron no se habían atrevido a tomar. Cierto es que su inmediato antecesor, Juan Pedro Hernández, había iniciado el camino, pero quien finalmente ha dado carpetazo a la Escuela de Hostelería ha sido el nuevo alcalde, con la decisión – consensuada con los demás sectores- de disolver su Patronato. El Ayuntamiento no podía seguir cargando sobre sus espaldas la mayor parte de la financiación de ese centro, cuyos títulos además no están homologados y cuya actividad formativa se superpone con la del centro de Zonzamas. Habrá qué ver ahora si surgen nuevas alternativas para reformular la Escuela de Hostelería, pero está claro que así no podía seguir, más aún si se tiene en cuenta que había doce docentes para una cuarentena de alumnos; es decir, un profesor cada menos de cuatro alumnos. Además, algún profesor ha estado todo un año dando clases a sólo un alumnos. Sin dudas, una situación insostenible.
Espino sigue queriendo hacer de las suyas
El mismo día que se celebró el pleno en el que la socialista Dolores Corujo asumió como nueva alcaldesa de San Bartolomé, en la continuidad del pacto con Coalición Canaria, LANCELOT TELEVISIÓN desveló que la dirección insular del PSOE se había sentado a hablar con integrantes del PP, para intentar buscar un nuevo socio de gobierno en ese Ayuntamiento y romper con CC. Las conversaciones fueron admitidas por el propio secretario insular socialista, Carlos Espino. No sabemos si había predisposición para ello entre los populares, pero lo que resulta incomprensible es que a sólo un mes de constituirse el nuevo grupo de gobierno de San Bartolomé, los socialistas de Espino intentaran romper ese pacto, aunque por suerte, los socialistas de San Bartolomé no les dejaron, y en un acto de responsabilidad que les honra, prefirieron reforzar la apuesta por el pacto con CC. En definitiva, Espino volvió a querer hacer de las suyas, pero no le dejaron.