Domingo, 14 Diciembre 2025
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Una ruptura no deseada, ¿CC – PSOE hasta 2015?, las letras de las murgas…

Ruptura no deseada
No puede ser una buena noticia la ruptura del pacto en el Cabildo de Lanzarote. La isla pedía estabilidad, y ésta no se consigue con la crisis del Cabildo y la salida del PP a los escasamente nueve meses de constituirse el pacto. Es cierto que el pacto entre nacionalistas y populares nació viciado desde el momento que en Arrecife, Coalición Canaria no fue capaz de alcanzar un acuerdo con Reguera y obligó al Partido Popular a pactar con un PSOE perdedor y castigado en las urnas. Ese pacto en Arrecife dejaba a CC tocada y a Pedro San Ginés debilitado y sin posibilidades de amarrar un pacto fiable con el PP en el Cabildo. De hecho, el pacto que se firmó en el Cabildo nacía sin ilusión y con mucha desconfianza. CC creía que debía dominar la institución por sus buenos resultados y por la afrenta del PP en Arrecife al pactar con el PSOE. Ninguno estaba a gusto desde el principio y a pesar de los disimulos se veía tensiones y malas vibraciones entre los socios. Desde hace meses, pero tras las elecciones de noviembre donde el PP arrolló en Canarias, muchos aventuraban que el pacto con el PP en el Cabildo tenía los días contados. Posiblemente, la victoria del PP en España, Canarias y Lanzarote envalentonó posiblemente a Astrid Pérez, quién exigió si no más de lo que le correspondía, más de lo que CC podía aceptar. Sea como fuere, la desconfianza entre Astrid y Pedro San Ginés fue creciendo, y con ello las diferencias y los desencuentros. En esas circunstancias era difícil mantener una relación donde la cuerda estaba cada vez más tensa. Y tan tensa que finalmente se rompió por el lado de quién más tiró, posiblemente convencida de que CC no iba echarlos del grupo de gobierno.

Pacto amarrado
A pesar de lo visto, nadie en CC se fía de que el PSOE mantenga a Pedro San Ginés en la presidencia del Cabildo hasta el final de Legislatura. Posiblemente la seriedad de Joaquín Caraballo, distanciado de Carlos Espino y de las tesis frentistas, sea la mayor garantía que en estos momentos tiene Coalición Canarias. A nadie se le esconden que el llamado núcleo duro del PSOE liderado por Manuel Fajardo Palarea va a intentar más pronto que tarde poner piedras en el camino para que ese pacto que hoy se celebra muera antes de tiempo. Incluso a Pedro San Gines y a Jesús Machín no se les esconde que la llamada ala proPSOE de CC podría intentar dejar caer a Pedro cuando les convenga para debilitarlo en la estructura de los nacionalistas en Lanzarote. Tanto es así que cuentan que Pedro San Gines ha sido el que ha exigido un compromiso regional entre Paulino Rivero y José Miguel Pérez, secretario general del PSOE en Canarias, de lealtad. Hasta el punto que asegura que José Miguel Pérez empeñó su palabra personalmente ante Pedro San Gines de no hacer ninguna jugarreta. La visita del vicesecretario general, Hernández Spínola, hace algo más de una semana a Lanzarote, fue para calibrar el apoyo que tendría en sus filas ese pacto con CC en el Cabildo y que podría extenderse a otras instituciones. Al parecer, el apoyo a la idea de que el PSOE entrara a gobernar con CC en el Cabildo fue casi unánime entre los barones que hoy controlan el socialismo lanzaroteño. En cualquier caso, ya se sabe que lo que hoy es blanco, mañana es negro. De ahí que ‘con el andar de la perrita’ tendremos datos para decir si realmente ese pacto está firmado con seriedad o no.

Reparto de áreas
Lo mejor para que un pacto dure, contrariamente a lo que se dice, es que ambos estén un poco disconformes con el reparto de áreas. Da la sensación que el reparto ha sido equitativo en vista del número de consejeros que tienen unos y otros, y que Pedro San Ginés gobernará con menos problemas con Joaquín Caraballo que con Astrid. Y no porque a Astrid se le haya subido el poder de los votos a la cabeza, sino porque el PP se ha convertido en el enemigo estratégico de los nacionalistas en Canarias e incluso en Lanzarote, donde la presidenta del PP posiblemente aspiraba a dar el zarpazo en las próximas elecciones aprovechando la marea de Rajoy. Caraballo además tiene la experiencia que dan los años para saber lo que es importante y no lo es. Y sobre todo de ser prudente y leal al socio con el que se gobierna si se quiere que algo dure. El PSOE, el gran beneficiado de las desavencias del PP y CC, ha jugado bien sus cartas y ha sacado petróleo donde sólo había agua. La ‘huída’ de Manuela Armas al gobierno de Canarias y la dimisión de Carlos Espino de la secretaría general ha ayudado a que CC firmara ese pacto con el PSOE. A los socialistas no se les puede decir nada por querer jugar sus cartas y aprovechar las aguas revueltas para convertirse en los grandes beneficiados. Ahora bien, lo que le importa a Lanzarote –no deben olvidarlo Pedro y Joaquín- es que los viejos problemas de la isla se resuelvan, por lo que los socialistas no pueden caer de nuevo en el error de comportarse como un partido ‘extraparlamentario’ y ‘antisistema’, motivos por los que fue condenado duramente en Lanzarote en las elecciones del 22-M. No obstante, el ‘nuevo’ PSOE lanzaroteño, con Orlando Suárez y Joaquín Caraballo como sus cabezas visibles, parece ir por otros derroteros.

Carnavales en paz
Excepto algún incidente aislado, como una supuesta paliza que recibió el diseñador Willie Díaz en medio de un confuso hecho, que ni siquiera fue denunciado por su víctima, el Carnaval de Arrecife se ha desarrollado afortunadamente sin incidentes importantes que reseñar, pese a la multitud de personas que se echaron a la calle en la noche grande estas fiestas. Esto supone por un lado que el dispositivo de seguridad ha funcionado bien pero, sobre todo, que la gente se ha comportado en términos generales de manera correcta, limitándose a hacer lo que se debe hacer en estos casos: disfrutar. Las fiestas nocturnas y de larga duración, como lo son los mogollones carnavaleros, suelen ser pasto de cultivo de agresiones, grandes peleas, desmanes varios y actos de vandalismo, pero por fortuna muy poco de esto se ha visto en esos días en la capital lanzaroteña. Es de esperar que la conducta ejemplar de la gran mayoría de la gente se extienda a los próximos Carnavales en los otros municipios de la isla.

Desfiles demasiado extensos
El gran coso y el entierro de la sardina son dos de los momentos más importantes del Carnaval de Arrecife y este año se han desarrollado una vez más con muchas vistosidad y una masiva participación, para disfrute tanto de quienes fueron parte de los mismos como para quienes fueron a verlos. Pero (porque casi siempre hay un pero en los grandes actos) tal vez ya sería hora de ir pensando cómo acortar la duración de estos desfiles, puesto que se hacen demasiado extensos. Sería bueno darle tanto al coso como al desfile de la sardina una mayor agilidad, ya que creemos que con ello, ambos actos ganarían en todos los aspectos, más aún si se tiene en cuenta que empiezan por la tarde pero terminan ya de noche, cuando en esta época del año el frío suele castigar bastante. En el coso de Arrecife, para poner un ejemplo gráfico, daba pena ver como a quienes les tocó salir por último en el desfile casi no tenían público, ya que a esas horas la gran mayoría de las personas se había ido, y tanto esfuerzo de los participantes contrastaba con tan poco gente, pese a la multitud que había estado en las primeras horas. A ver si el Ayuntamiento toma nota y logra que el año que viene haya un coso y un entierro de la sardina tan participativos y bonitos como los de este año, pero también más ágiles.

Las murgas y sus letras
El Concurso de Murgas de Arrecife es otro de los grandes momentos del Carnaval de Arrecife, más allá de que se trata de un evento que tiene tanto seguidores apasionados como detractores con similar grado de apasionamiento. El nivel de las agrupaciones participantes ha sido este año similar al de anteriores ediciones, aunque la verdad sea dicha, algunas letras de sus interpretaciones han dejado bastante que desear. Y no lo decimos por su mayor o menor ingeniosidad, porque eso es materia subjetiva y cada uno tendrá su opinión, sino por el creciente grado de insultos y salidas de tono a las que han recurrido algunas de las murgas. Está muy bien, y se entiende, que para seguir este concurso hay que tener una gran amplitud de criterio para aceptar y encajar en los casos que corresponda toda las críticas que las murgas viertan, pero no por eso es necesario que éstas, a veces a falta de argumentos, tiren del recurso fácil del insulto. Mención aparte merece al respecto la murga Los Desahuciados, que a nuestro entender se ha pasado no tres sino veinte pueblos con su mensaje xenófobo y racista contra los españoles nacidos en la Península, acompañando al término “godo” con insultos de todo tipo y calibre, sólo porque un o unos peninsulares les habían criticado en algunos foros. El racismo, la xenofobia y la discriminación de la gente por su lugar de procedencia o nacimiento deben ser desterrados totalmente de la sociedad y no caben en ningún tipo de ámbitos o foros. Y mucho menos en un acto subvencionado con dinero público. Por mucho menos que lo que ha ‘cantado’ esa murga se ha sancionado a campos de fútbol ante gritos racistas lanzados desde las gradas. Y en esto no se puede hacer la ‘vista gorda’.


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