Homenaje al padre del agua: Don Manuel Díaz Rijo

Por Gregorio Barreto Viñoly

El día 27 de Julio de 2016, se brindó un acto de homenaje póstumo, al ilustre lanzaroteño, que nos trajera el agua a Lanzarote, por el medio de la potabilización, como lo fuera el Doctor Ingeniero Naval Don MANUEL DÍAZ RIJO, como sesión necrológica, en el seno de la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote, en el Hotel Lancelot de Arrecife, el cual nació en la Vegueta, de Tinajo, el día 20 de Septiembre de 1927, falleciendo en Madrid, donde vivía habitualmente, el día 14 de Junio de 2016, con 88 años de edad, teniendo ascendencia desde la familia Rijo, de Haría, por parte de madre, como bisnieto que fue de Don Bernardo Rijo Curbelo, nacido en 1832, y siendo  nieto de Don Eugenio Rijo Bernacé, que vivió en Tiagua, y siendo hijo de Don José Díaz Santana y Nieto de Don José Díaz Pérez, por parte de padre, dejando varios hijos.

Conviene referir la procedencia hariana del Sr. Don Manuel Díaz Rijo, basados en la familia Rijo, porque habrá mucha gente que no tenga ni la menor idea de la ascendencia desde Haría, de este tan ilustre lanzaroteño, lo que conoce este informador, pero no así tanto, la ascendencia desde la familia Díaz, por su padre, aunque sabemos de lo esencial.

Digamos que se trata nada menos, que de dar una información referida a su procedencia familiar, y a su  vida y logros conseguidos con la ilusión de dotar a la isla de Lanzarote, de algo excepcional, pero que él llevaba dentro de sí como una ilusión que convirtió en compromiso y reto y lo consiguió, como fue el paliar el mayor problema de entonces en Lanzarote, como era la falta de agua, y fue así como con su interés y contumacia, consiguió dotar a Lanzarote de la primera potabilizadora, desalinizando el agua del mar, que fuera al fin, la primera planta desalinizadora no sólo de Lanzarote, sino que también de Canarias y de Europa, y eso ya tiene un mérito que se sale de lo ordinario para convertirse en lo más extraordinario que le ha ocurrido a Lanzarote.

Don Manuel Diaz Rijo, ya desde antes de que el Generalísimo Franco viniera a Lanzarote en el año de 1950, ya estaba ideando la posibilidad de dotar a Lanzarote de algo grande, opero lo más grande es que esa idea fraguada en proyecto, no la tenía con la intención de ganar dinero, y se cree que lo más probable es que perdiera mucho dinero con ello, pero su satisfacción muy grande fue cuando llegó a ver plasmado en realidad, su ansioso proyecto.

Se trata de un acto brindado por la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote, que preside Don Francisco González de Posada, y al efecto se interesó en  convocar a cinco de sus Académicos, para que expusieran su idea sobre la personalidad y quehacer del denominado  Padre del Agua de Lanzarote, que recién hemos perdido, como fuera el Doctor Ingeniero Naval Don Manuel Díaz Rijo, que al tiempo también era Académico Numerario hasta sus últimos días, y ellos fueron su hijo Don Luis Díaz Feria, Don Gregorio Barreto Viñoly, Don José Ferrer Perdomo, Don Manuel Medina Ortega, y cerrando las intervenciones y el acto, el Presidente Don Francisco González de Posada.

En un ambiente nutrido y entusiasmo por acompañar a la familia en la pérdida de este gran hombre, se elogió por los intervinientes conferenciantes, la gran calidad amigable de este hombre, que fue considerado a todos los efectos como una persona buena, benefactora y capaz de sacrificarse para mejorar la v ida de los habitantes de su amada isla de Lanzarote.

Fue palpable el deseo de que se llegue a premiar la labor de este gran hombre,  declarado como HIJO PREDILECTO DE LANZAROTE, por el Cabildo Insular, con una escultura además, y si fuere posible, la rotulación de algunas calles en la isla.