Domingo, 14 Diciembre 2025
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Por Francisco J. Chavanel 

 


Coincido con mi compañero Carlos de Inza que, a la vista de los graves descubrimientos últimamente detectados durante la investigación del caso 'Unión', sería conveniente, para el prestigio de la Justicia y, desde luego, en beneficio de los ciudadanos, que la Fiscalía de la provincia de Las Palmas iniciara motu proprio indagaciones judiciales con el objeto de conocer si se produjeron atropellos contra los derechos fundamentales de los imputados, de tal forma que el caso pudiera estar contaminado por unas serie de discutibles actuaciones que terminaron por pervertirlo.

 

Hace dos meses, cuando se supo que el juez Pamparacuatro no había firmado 95 autos, y que por ese motivo se le requirió para que se presentase en Lanzarote con el objeto de que rubricara aquello de lo que se había olvidado, saltaron todas las alarmas. Como el juez está destinado en La Laguna, y el fiscal Ignacio Stampa apartado por dos veces de la investigación, el que cogió la manija fue el fiscal jefe, Guillermo García-Panasco, autoproclamando a la Fiscalía como la única garante de la legitimidad del caso, o lo que es lo mismo, que mientras ella estuviera al frente los juicios de las quince piezas se producirían con sus correspondientes sentencias.

 

Pero me temo que esa Fiscalía los sabe completamente todo. Y si no lo sabe lo intuye. En 2009 ella misma apartó de un manotazo a Ignacio Stampa porque se había excedido en el procedimiento. La detención de siete políticos y funcionarios del Ayuntamiento de Arrecife detectó la inexistencia de auto alguno de detención, además de órdenes de encarcelamiento ilegales, con los presuntos culpables ocupando durante cuatro o cinco días los calabozos. Esta cuestión fue comprobada in situ por el fiscal de confianza de García-Panasco, Javier Ródenas. Apenas unos días después Stampa fue retirado del caso haciéndose cargo de él el citado Ródenas. Por si fuera poco un año más tarde el fiscal anticorrupción, Antonio Salinas, confirmó la situación de Stampa, al ser denunciado de nuevo de seguir alimentando por su cuenta las calderas del caso Unión en compañía de Pamparacuatro.

 

De Pamparacuatro, precisamente, hemos sabido mucho más. Autos que no se firman cuando se debió, y autos que se firmaron cuando estaba de vacaciones. Un informe de la secretaria judicial del TSJC demuestra que por quince veces el juez actuó de forma irregular. Otros le hacían su trabajo. Hubo momentos donde fiscal y juez coincidieron de vacaciones. Y hubo otros en que los que coincidieron con permiso fueron fiscal, juez, y secretario judicial. ¿Quién entonces tomaba decisiones por los tres en su ausencia? ¿La UCO, Carlos Espino, el PSOE de Manuel Fajardo?

 

Todo lo que aquí se detalla está probado documentalmente, sin lugar alguno a la duda. La secuencia final de Pamparacuatro “escribiendo” el guión del programa de la Sexta, “La isla de los imputados”, es el corolario que faltaba en este caso manipulado por intereses bastardos. Falta por saber si también colaboró Ignacio Stampa desde su despacho. Todo podría ser. La Fiscalía de Las Palmas debiera de adentrarse en este terreno, ya que siendo el único garante de un procedimiento sospechoso no sería justo, ni siquiera para ella, que determinados comportamientos la dejaran en una posición desairada.

 

 

Condena a Lancelot Digital y a D. Francisco Javier Chavanel Seoane por lesión del derecho al honor de D. César Romero Pamparacuatro

Descargue AQUÍ la sentencia


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