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La politización del medio ambiente

Javier Román Vas

 

  • Lancelot Digital
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    Hoy en día, la mayoría de los partidos políticos que gestionan los gobiernos de nuestra isla llevan la bandera del ecologismo y la defensa del medio ambiente. Se les escucha hablar del cambio climático, de los objetivos ambientales de la agenda 2030, del crecimiento sostenible, la reserva de la biosfera, bla, bla, bla…

     

    Todo son palabras vacías, titulares y promesas incumplidas una vez más. Después de todo esto, siguen quedando los problemas, sigue quedando la dura realidad que todos podemos ver cada día a nuestro alrededor.

     

    Un ejemplo evidente y repetitivo es lo que sucede en Lanzarote cuando llueve más de 5 minutos seguidos. Hoy se ha vuelto a repetir un vertido de aguas fecales en la zona de Maneje, de forma similar al que se produjo hace unos meses en Argana junto a la estación de bombeo. Debido a un mal diseño de redes de aguas pluviales y redes de saneamiento que deberían ser separadas, se producen “conexiones” de aguas de lluvia en las redes de aguas fecales, colapsándolas y provocando que salgan al exterior por arquetas o rebosaderos, generando contaminación de solares y terrenos, y una pestilencia que inunda toda la ciudad y que afecta a todos los vecinos de la zona.

     

    En las calles de Arrecife sucede lo mismo año tras año, calles inundadas por deficiencias de las redes pluviales (mal dimensionadas y mal mantenidas), vertidos de aguas fecales que afloran por arquetas de la red de alcantarillado, y locales y viviendas afectados cada año y a cuyos propietarios, con resignación, solo les queda tratar de evitar la entrada de agua con sacos de arena.

     

    Y todas esas aguas y residuos, tras las innumerables molestias y daños que ocasionan a los vecinos, finaliza en puntos de vertido en el mar, contaminando playas, costas y hasta en el Charco de San Ginés, pleno centro de la Ciudad, donde se puede observar continuamente los restos de aguas fecales e incluso peces muertos junto al punto de vertido.

     

    ¿Dónde está el ecologismo y la defensa del medio ambiente en permitir que se produzcan estos vertidos? ¿Qué han hecho por evitarlo los diferentes gobiernos del Cabildo y del Ayuntamiento de Arrecife en los últimos años?

     

    Aparte de pequeñas obras ineficaces, que únicamente han solucionado algunos problemas puntuales, todo sigue igual y los vecinos de Arrecife tiemblan cuando se aproximan las nubes negras sobre la ciudad, que vuelven a inundar los mismos puntos año tras año.

     

    Un gobierno que se preocupe del medio ambiente y del bienestar de los vecinos debe garantizar una gestión eficaz de las infraestructuras necesarias para evitar inundaciones y eso se consigue con una red de pluviales dimensionada correctamente, un mantenimiento de imbornales y rejillas que eviten obstrucciones y estaciones de bombeo o pozos filtrantes en los puntos críticos.

     

    Para evitar colapsos por saturación de la red de alcantarillados hay que dimensionar igualmente la red y garantizar que no existan conexiones de aguas pluviales. El conjunto del sistema de saneamiento debe incluir los correspondientes depósitos intermedios y estaciones de bombeo para llevar el agua a la depuradora correspondiente.

     

    Para completar el ciclo de aprovechamiento del agua se debe diseñar una estación depuradora de aguas residuales con un tratamiento terciario moderno que garantice una calidad del caudal de salida que permita ser reutilizado cumpliendo normativas. De esta forma se puede aprovechar hasta el último metro cúbico de aguas grises y evitar la contaminación que suponen los emisarios al mar, e incluso aprovechar en lo posible las aguas pluviales para ser usadas en redes de riego que permitan tener jardines y árboles que den sombra a nuestras calles y parques, e incluso para otros usos, como los servicios de limpieza urbanos.

     

    Desde el Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife se debe impulsar un plan ambicioso y coordinado para solucionar todos estos problemas y dejar de realizar parches y obras ineficaces que dejan todo como estaba. Recientemente el Cabildo ha sacado a licitación la ejecución de las obras de ampliación y mejora de la EDAR de Arrecife… ¿Solucionará esta obra algunos de los problemas de la actual EDAR? Ya lo veremos, pero todo hace pensar que los 15 millones de euros que se destinarán a esa obra no serán suficientes si no se cambia la tecnología de depuración y el diseño de funcionamiento de la red de aguas y los sistemas asociados. Solo se podrá decir que el sistema de tratamiento de agua es eficiente cuando el caudal vertido en emisarios al mar sea nulo y se consiga un reaprovechamiento del agua tratada del 100%.

     

     

    Por otro lado, la llegada de los comunistas de PODEMOS al Cabildo de Lanzarote ya nos deja las primeras pinceladas de cómo quieren dejar su sello en la isla. PODEMOS se encargará de la Consejería de Medio Ambiente, y la nueva consejera “ecologista” Elena Solís, lo primero que ha manifestado nada más llegar es su intención de “poner balizas en los accesos de Famara para que los coches no puedan aparcar y estudiar la restricción de acceso a dicha playa, así como a otros enclaves de Lanzarote, como el Volcán del Cuervo o Los Hervideros”.

     

    Muy típico del comunismo, lo primero que hacen es prohibir libertades constitucionales. Quizá habría que recordarles lo que dice el artículo 45 de la Constitución Española:

     

    Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo” y “los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

     

    Tal y como propone VOX en la “AGENDA ESPAÑA”, la responsabilidad del gobierno debe ser “promover la protección del medio natural, pero con el ser humano como principal protagonista. Frente al ecologismo radical de las agendas impuestas por las élites que prescinden de las personas, la conservación de espacios naturales y protegidos no puede realizarse perjudicando a las comunidades locales.”

     

    No se puede pretender conservar un espacio natural prohibiendo su acceso, y lo que se debe hacer es estudiar un uso racional realizando las infraestructuras necesarias que permitan dicho uso, así como dotar de los medios de vigilancia que garanticen su protección ante un mal uso.

     

    La playa de Famara necesita desde hace muchos años que se la dote de una serie de zonas de aparcamiento, integradas en el paisaje, y que permitan un estacionamiento ordenado para evitar los aparcamientos en los márgenes de la carretera, así como lugares habilitados y regulados para la ubicación de caravanas con los servicios necesarios. Todo es posible si se realiza de forma ordenada y pensando en los ciudadanos y en la conservación del entorno, pero algunos parece que terminan antes prohibiendo y sancionando.

     

    Hay que tener cuidado con la politización del medio ambiente, ya que la izquierda quiere utilizarlo para obtener réditos electorales o excusas para implantar cambios que no podría obtener de otra forma, pero después queda demostrado que les da igual la conservación del medio ambiente ya que no aman a su patria, y por tanto les da igual su estado de conservación. Como ejemplo, se puede ver lo que hacen en determinados países comunistas como China, Corea del Norte, Venezuela o Cuba donde la sobreexplotación y la falta del respeto al medio ambiente son constantes.

     

    Hay que recordar que vivimos en una isla que vive principalmente del turismo, y tan importante es cuidar el medio ambiente y los espacios naturales, que son los motivos por los que el turismo decide visitar nuestra isla, como cuidar a las personas que nos visitan. Hay que mantener ese equilibrio y eso no se consigue con restricciones, prohibiciones o sanciones.

     

    Una persona dijo una vez que “Se trata de hacer convivir la industria turística con la defensa del territorio y de la cultura propia. Y esa convivencia es posible, pero, sobre todo, necesaria, obligatoria para no vivir de espaldas al futuro”. Esa persona se llamaba Cesar Manrique y algo sabía de cómo hacer convivir el turismo y los paisajes naturales de nuestra isla.

     

    Por Javier Román Vas

    Coordinador Local de VOX Arrecife

     

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