PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Malestar y preocupación por las nuevas normas de Medio Ambiente


Por Gregorio Barreto Viñoly


Una buena parte del colectivo de agricultores del Municipio de Haría al menos, se halla ante el malestar y la preocupación, de tener que soportar unas medidas muy duras, emanadas de los organismos que regulan las normas de Medioambiente, ya que ahora, los agricultores tienen que hacer unos cursos para obtener el carnet correspondiente, para poder  manipular  todos  los productos que antes veníamos utilizando pasivamente, para evitar o matar las plagas y embichados que hemos tenido que tratar anteriormente, para poder mantener en un estado de aprovechamiento para el consumo, nuestros árboles, nuestras frutas, nuestras verduras, nuestros vegetales al fin, ya que de lo contrario todo se estropeaba, y además se llevaba a cabo la eliminación de las malas hierbas, que plagaban nuestros campos, en especial la corrihuela, la hierba mala y otras consideradas malas.


Pero es que ya, sin tener el carnet oficial adecuado, no se pueden manipular estos productos fitosanitarios, y eso lleva consigo el acometer unos cursos, con un coste de un buen número de euros, las molestias consiguientes, y la obtención al fin, del carnet adecuado. Pero el agricultor ya ni puede comprar los productos fitosanitarios, porque no se les despacha en las casas expendedoras si no tienen  el carnet de manipulador de estos productos, y eso hasta el azufre, cuando en realidad antes se compraba para poner como desinfectante, a veces asociado al sajumerio, al zotal y otros productos y modos.


No cabe duda que estas medidas han sido puestas por los organismos del gobierno, para proteger las condiciones de salubridad de la gente, y al fin mejorar condiciones de salud.


Pero resulta que para manipular estos productos, hay que protegerse de caretas, filtros, y ropas adecuadas, y las cuales no valen para seguir utilizando, y hay que reponer.


Sabemos que lo que se pretende es favorecer además las condiciones de seguridad de la persona que los maneja, para evitar así también en lo posible, la contaminación del medio ambiente, pero parece que las condiciones de protección sean muy severas.


Pero es que también resulta que, cuando nuestros mayores fueron los que configuraron y labraron nuestros paisajes, son sus hijos y nietos los que tienen que pagar ahora las consecuencias, porque ya no se deja ni siquiera hacer o mejorar socos o abrigos, para proteger del viento, los árboles, y en realidad no se puede ni mejorar una finca por medio del enarenado, porque las pegas y los requisitos son enormes y la gente se aburre y deja las cosas como están para evitar sinsabores con gestiones  y trámites, aparte de los gastos que ello ocasiona, para conseguir una legalidad.


Los agricultores piensan hallarse desprotegidos, al no poder mejorar las condiciones de sus fincas, y así, al no darse facilidades para la subsistencia del medio, así se han perdido la mayoría de los cuervos y todos los guirres, que nos acompañaban y se han traído tandas de fuera y se han vuelto a perder, pero lo que hay que hacer es mejorar las condiciones medioambientales para que puedan desenvolverse como antes.


Por otra parte no se está protegiendo la existencia de nuestra cabra canaria, así como los cochinos y todos nuestros animales autóctonos, y se considera que las cabras son enemigas de nuestros endemismos, cuando se ha demostrado que la cabra, lo que hace es multiplicarlos.


En nuestros paisajes también se están alterando las razas de parras, higueras y otros árboles, y hay que partir, de que teníamos antes muy buenas variedades, y no hay necesidad ni es adecuado, el ir reemplazando nuestro arbolado o vegetales, por otros traídos de fuera.

 

Comentarios (0)