Marruecos, Canarias y El Sáhara
Por Antonio Coll
La reciente visita protocolaria del presidente del “supuesto” parlamento del Frente Polisario-Saharaui, Jatri Aduh, a Canarias, no ha aportado nada nuevo bajo el sol de nuestras islas atlánticas. Después de 39 años de la “venta” de la antigua colonia española del Sáhara Occidental a Marruecos, por parte del entonces gobierno español, presidido por Arias Navarro, cuando el general Franco agonizaba, todo sigue igual en el ámbito político-jurídico.
El Sr. Aduh ha manifestado que “Ve próxima una solución justa y duradera al conflicto” y que todo pasa por el machacado referéndum de autodeterminación que, naturalmente, es el paso a la descolonización. En distintas épocas, me he manifestado sobre dicha cuestión y sigo manteniendo el mismo criterio. El Sáhara Occidental, que nunca ha sido un estado, por su reducida población, (unos 70.000 en 1975), en principio, opino, no pertenece al Frente Polisario. Su representatividad o protagonismo no está avalada por todo el pueblo saharaui. Otra cuestión y, me parece legítimo, son las actitudes de los polisarios y el convencimiento de que nunca renunciarán a la celebración de un referéndum de autodeterminación. También es cierto que sea cuestionada la validez jurídica del Acuerdo de Madrid, firmado por el entonces Jefe del Estado, en funciones, el Rey Juan Carlos I. En dicha Declaración política se expresa que España transfiere la administración del Sáhara, pero no la soberanía. La influencia de los EE.UU. y Francia, en favor de Hassan II para constituir su proyecto de Gran Marruecos, es decisoria hasta nuestros días.
Bueno todo está por ver, porque, mientras parte del pueblo saharaui viven con lo “mínimo” en el desierto, en los campamentos de Tinduf, los autollamados dirigentes del Frente Polisario, mantienen una vida holgada, por no decir de “lujo”, en ciudades de Argelia. Un cambio en el “status quo”, no interesa a los propios dirigentes, ya que estarían abocados a perder sus privilegios si aceptan la autonomía. Después de cerca de 40 años, no creo que estén por la labor de aceptar una amplia autonomía, ofrecida por el Rey Mohamed VI y su gobierno. Aquí está el quid de la cuestión. Porque esta “generosidad” de Marruecos ofrecida a todo el pueblo saharaui, supondría una sensible mejora de la vida de los refugiados, en territorio de Argelia. Ofrecería más oportunidades a los citados saharauis y potenciaría las relaciones humanas, culturales, comerciales y turísticas con las Islas Canarias y el resto del mundo. Marruecos es un estado soberano y los canarios tenemos la obligación de estrechar lazos para contemplar y vivir un nuevo panorama entre las dos orillas. Y olvidar el daño que se hizo, en su día, a indefensos pescadores lanzaroteños, por parte de supuestos terroristas del Frente Polisario, según una opinión generalizada. Aunque, en mi opinión, la autoría de la masacre nunca se sabrá.
La política exterior, desgraciadamente, es competencia del Gobierno Español, pero no estaría mal que el Gobierno de Canarias propiciara un mejor entendimiento con el reino alauita, estrechando lazos y una relación fluida. El proceso político, económico y social que vive Marruecos, en su desafío cara al futuro, es un gran atractivo para el pueblo canario y también para potenciales inversores, por los adelantos en seguridad jurídica, implantados en el Reino de Marruecos. La nueva Constitución y las reformas contempladas son un paso muy importante para consolidar los anhelos del pueblo magrebí. Una próspera y moderna sociedad marroquí, potenciaría la estabilidad, en todo el entorno africano, incluido el Sáhara Occidental.
Desconocimiento de la realidad y sobornos
Si es cierto que muchos españoles y canarios desconocen la realidad de Marruecos, por ignorancia y, también porque cierta prensa mediática española y “canaria” se encarga para provocar ese desconocimiento. No obstante, opino, por otra parte, que España no está para dar ejemplo ni dar lecciones, en muchas cuestiones. Y a la historia me remito. Es más, sin metáforas, veo el futuro del Reino de Marruecos más prometedor que al llamado Reino de España, aunque la entrada de Felipe VI tiene visos de romper con un pasado lleno de luces pero también de sombras. Una de las “sombras” vigente es que aún no se ha esclarecido, 39 años después, la vergonzosa descolonización-venta de la llamada provincia-colonia española Sáhara Occidental, en 1976, con el acuerdo Tripartito de Madrid. La presunta existencia de sobornos y sobornados sigue al abrigo del “secreto oficial”.
Yo no sé si algún día una parte del pueblo saharaui podrá vivir en su tierra con sus “hermanos” marroquíes. En Bruselas, existe, la teoría práctica, de que el Sáhara Occidental se integre, jurídicamente, en el estado de Marruecos, con la concesión de una gran autonomía, prometida por Mohamed VI. Los fondos millonarios que destina la Unión Europea a los dirigentes del Frente Polisario, puede inclinar la balanza para una solución definitiva del conflicto, ya que cada año la cifra ha ido decreciendo. Lo deseo, sinceramente, por el bienestar los saharauis que viven en los campos de refugiados de Tinduf, al suroeste de Argelia. Sus condiciones de vida en tiendas de campaña, sin agua corriente y otras necesidades prioritarias como alimentos etc. está provocando anemia en las mujeres y miles de niños sufren de desnutrición crónica. Por eso, cada día, hay menos jóvenes, que se ven obligados a emigrar, en busca de un futuro más “prometedor”. Este hecho es de gran preocupación para la “casta política” dirigente, al estar comprobando que la sociedad se quedará reducida, con el paso del tiempo, a mujeres, niños y ancianos. A esto hay que añadir el real desinterés que está demostrando Argelia por el futuro de los saharauis refugiados.
En fin, esta es la realidad. Y si no se impone el pragmatismo, los intereses de unos y los de otros, solo está perjudicando a una parte del pueblo saharaui, que se le ha obligado a vivir en un modelo de sociedad de subsistencia. Esto es lo triste y lo lamentable.
Determinados parlamentarios-dirigentes canarios tienen la obligación de llevar una política diplomática e inteligente y ser cauto a la hora de manifestarse o definir posturas en “causas perdidas” que solo pueden traer perjuicios para los intereses canarios. Que quieran ser “progres”, en sus fueros internos, me parece correcto, pero expresarse cara a la galería, porque viste más, me parece atrevido y estúpido. Las relaciones internacionales son muy complejas, por eso, generalmente, la llevan diplomáticos de carrera.
Intereses económicos y geoestratégicos prevalecerán permanentemente. La proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática –RASD- el 27 de febrero de 1976 por el Frente Polisario, cada día tiene menos apoyos y altos miembros de la ONU consideran de difícil solución los deseos del FP, si no acepta el ofrecimiento de Marruecos de una gran autonomía. Y permanecer en un sitio de nadie, no creo que sea lo más alentador para una parte del pueblo saharaui.