OPINIÓN. Arrecife, en la buena dirección
DESDE MI ISLA ATLÁNTICA. Por Antonio Coll
El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arrecife, conformado por el PP-PSOE, ha dado un paso hacia adelante, en el intento de dinamizar la pertrecha economía capitalina, anunciando que a través de un crédito ICO -más de dos millones de euros-, cancelará parte de su deuda con las pymes y autónomos. El alcalde Cándido Reguera y el Concejal de Hacienda, José Montelongo, conscientes de la situación de muchos empresarios y la creación de puestos de trabajo, con esta línea de financiación, dará un respiro a los mismos y, por doble partida, amortigua la destrucción de empleo, que en Lanzarote llega casi al 29%, dato escalofriante que golpea sin piedad a cientos de familias lanzaroteñas y residentes.
Cuando usted lea esta columna, con toda seguridad, el pleno convocado para el viernes día 18, habrá aprobado la feliz idea de pagar a cientos de proveedores. No creo que ningún partido de la oposición ponga pegas a una iniciativa ejemplarizante y que se espera que otras administraciones locales imiten a la corporación capitalina y agilicen el pago de las deudas, que en algunos ayuntamientos, son de hace una década de años.
Por otro lado, nos llega otra buena noticia de Arrecife: El avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la capital ya está a disposición de todos los residentes para su estudio y aportaciones e ideas que deseen, ya que a partir del próximo miércoles día 23, se publicará en el Boletín Oficial. Debo de decir que el documento es de vital importancia para el futuro de Arrecife. Impulsará la economía y pondrá orden a una ciudad mal planificada y paralizada por falta de planeamientos.
Amenazas de una nueva recesión
Las amenazas de una nueva recesión en Europa, repercutiría directamente en el sector turístico que estos años de crisis, ha dado más de un respiro al comercio y hostelería. Pero las alegrías pueden verse frustradas si los turistas alemanes, ingleses y de otros países europeos deciden quedarse en casa para ahorrar o porque no tienen presupuesto para viajar. Cuando cada mañana abro lo periódicos o escucho la radio, me dan gana de oír cantos gregorianos.
Es que ya se repiten: “Grecia e Italia, en la bancarrota” “Los mercado presionan a España” “Europa pide más ajustes”. “El euro se va para el carajo” –lo digo yo- . “En Canarias no ha funcionado el sistema fiscal y la mal llamada Zona Especial”. “Las administraciones públicas españolas y canarias deben más de 70 mil millones de euros a las empresas”. “Merkel dice que la UE debe reformarse, articulando mejores mecanismos”. “La crisis peor que en la posguerra”. “España, 5 millones de parados”. Mejor decir que “la sociedad de consumo ha consumido al consumidor” y acabamos antes. Miren, los pueblos quieren soluciones porque no entienden de macroeconomías, especuladores y sinvergüenzas. Según datos de Hacienda, unas 136.000 familias canarias sobreviven con menos de 500 euros al mes. Lo peor es que Canarias cuenta con el mayor índice de paro, 30,61%, con una población de unos dos millones de habitantes. La media estatal del desempleo se sitúa en el 22,9%. Interpretando estos datos, se saca la conclusión de que el modelo económico de Canarias no funciona y de seguir con los mismos parámetros, la pobreza y la miseria será la constante para venideros años.
El cambio político que sucederá a partir de este domingo, después de celebrarse las elecciones generales adelantadas, es posible que sitúe al llamado Reino de España en otro escenario, naturalmente, todo el mundo sabe que no se puede pedir “peras al olmo” a corto plazo, porque tampoco todo el campo es orégano. Son muchas las dificultades pero solo podemos esperar que a partir de entonces se tomen medidas para favorecer el crecimiento. Pero para ello debe haber un nuevo orden mundial, pero sin disfraces. Porque la cruda realidad es que si la economía no está al servicio de los pueblos, sino de los poderosos, por mucho encubrimiento que se haga, todo seguirá igual. En cuanto a Canarias, repito, los cambios deben ser profundos y el Estado Español debe de comprometerse, para garantizar la soberanía de sus últimos “dominios” de ultramar, de un tratamiento muy especial, sin falsas políticas y demagogias. Que nadie se engañe, la economía canaria no solo está estancada, sino que decrece y esto es muy peligroso en un territorio muy alejado de la “metrópolis” y sometido a políticas erróneas, que rozan el tercermundismo.
El 20-N vote en libertad y conectado con la realidad, en un marco interpretativo de los programas de cada partido y el talante de los principales candidatos. A partir del domingo, nada será igual y el nuevo gobierno que salga de las urnas se tendrá que enfrentar a la situación crítica que vive España y Canarias y a un nuevo orden político-económico que eleve la esperanza de una sociedad defraudada, indignada y confusa.