Domingo, 14 Diciembre 2025
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DESDE MI ISLA ATLÁNTICA. Por Antonio Coll

En mayo del 2007 el pacto precocinado antes de las elecciones entre PSOE-PIL, particularmente en el Cabildo y Ayuntamiento de Arrecife resultó el más nefasto que se recuerde en la historia democrática de Lanzarote. Y no me refiero, especialmente, al caso “Unión”, sino a los casi tres años perdidos. Sirva como ejemplo solo: La ruina de Inalsa; la sangrante tesorería en los Centros Turístico; el injustificado NO al Plan General de Ordenación y al Plan Especial Puerto-Ciudad, donde se contemplaba unos cien millones de euros por el Ministerio de Fomento Español, para infraestructuras portuarias y el muelle de Cruceros. Sigo. El cambio de ubicación para el Palacio de Congresos, originó retrasos y ahora no hay dinero. Las indecisiones para ceder los terrenos del futuro “campus universitario”, desvió las inversiones en su tiempo. El lío de los hoteles, llevó consigo un desprestigio de la marca “Lanzarote”, ahuyentando a potenciales inversores. El desarrollo de Puerto Naos y el Islote del Francés aún pendientes de darle una positiva solución. Las mociones de censuras, sobre todo, en el gobierno insular y la capital de la isla, en los pasados catorce meses, frenó de raíz la parálisis y el desencanto se convirtió en esperanza.
El pacto histórico PSOE-PIL, ahora ha sido castigado en las urnas y, una gran mayoría, ha premiado la labor de Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP). Después del 22 de mayo se entró en la órbita negociadora entre las formaciones políticas que obtuvieron representación, en las distintas instituciones. En mi opinión, las urnas hablaron y yo percibo que una gran mayoría quieren el pacto CC-PP en donde puedan conformar grupos de gobierno. Ahora todas las miradas se centran en el Ayuntamiento de Arrecife, cuyos resultados permiten diferentes pactos, en cuanto la alcaldía se la disputan el actual primer edil, Cándido Reguera -PP- (8 concejales) y Manuel Fajardo Feo –CC- (7 concejales) , si ambos no se ponen de acuerdo. Precisamente, por esta cuestión, el pacto CC-PP peligra en el Cabildo, Teguise y, como he expuesto, en Arrecife. Por supuesto, con esto no estoy deslegitimando otros posibles acuerdos, pero no dejan de ser más “aventureros” y desestabilizadores, a la vista de los resultados. Así lo percibo y así lo expongo. Es mi criterio personal. En mayo del 2007 estuve en contra del pacto PSOE-PIL, ver hemeroteca. El tiempo demostró su inutilidad para los intereses generales de la isla. Lanzarote se colocó en el vagón de cola de toda Canarias y la crisis financiera e inmobiliaria se encargo de ampliar el hoyo cavado por socialistas y pilistas. Por eso digo que los electores, con sus votos, lo han desalojados, incluso de feudos históricos como Tías (Psoe) y más aún en Teguise (PIL). Sin entrar en muchos detalles, en este análisis personal, he detectado que esta vez la “memoria histórica” funcionó y los electores no olvidaron y castigó a ambas formaciones, con más severidad al PIL, a pesar de su cierta renovación. En Tías y San Bartolomé, los alcaldes socialistas más críticos con las políticas de la ejecutiva insular aguantaron la tormenta, perdiendo ambos un solo concejal. En Yaiza se premio a la anterior primera edil, Gladys Acuña del PIL. En Teguise triunfó el joven Oswaldo Betancort, (CC) con el respaldo mayoritario de su agrupación local. A Pedro San Ginés (CC) y Astrid Pérez (PP) se les recompensó por la transparente y sobresaliente gestión de ambos en el Cabildo. Los cuatro diputados conseguido por CC fue todo un éxito para Inés Rojas, una política con talento. Pancho Hernández (PP) a la tercera fue la vencida y derrota al histórico José Juan Cruz. En Arrecife, el popular Cándido Armas fue el más votado, seguido de Manuel Fajardo de CC. Las urnas no premió la buena labor de Pedro Armas, posiblemente, por una confusa campaña de marketing. Jesús Machín revalidó su alcaldía en Tinajo, así como Torres Stinga en Haría, ambos de CC. Marcial Martín (PSOE) busca socios para continuar en San Bartolomé. Es una pena que políticos de la talla de Juan Carlos Becerra no pueda estar en el Cabildo o Parlamento de Canarias.
Sospecho, y espero equivocarme, que Arrecife será de nuevo un escenario donde la dinamita puede explotar en cualquier momento, si antes no se buscan soluciones estables para cuatro años. Así está el panorama y espero que no retorne el desaliento y desánimo en los miles de electores que votaron por un cambio de ciclo. Las elecciones generales están cerca, que no se olviden los ganadores del 22 de mayo. Tampoco se olviden del sangrante paro existente en Lanzarote. Cualquier inestabilidad en las más importantes corporaciones puede traer de nuevo a los “genios maléficos” para terminar de arruinar a la isla y convertirnos en cuna de emigrantes, cuando antes del 2007, Lanzarote se había convertido en la “Tierra Prometida” para mucha gente. Vivimos en tiempos convulsos, difíciles. Solo quiero que los representantes públicos elegidos hagan un esfuerzo y pacten los gobiernos más acorde y ajustado a las circunstancias críticas actuales. Las instituciones públicas deben ser dirigidas por los más valedores y mejores gestores. Es la única manera de alejarse de “aventurismos” pasados y de los muchos inútiles que aún campean por esta tierra que buscan un hospedaje, protegido económicamente, no merecido. A veces pienso que, en el fondo, el rebaño de los llamados “indignados” tiene algo de razón y, sobre todo, cuando asistimos al espectáculo de los “pactos” que conllevan temerarias decisiones que pueden ser fatídicas para el bienestar de un pueblo y una isla llamada Lanzarote.
¿De la indecencia política aún no estamos escarmentados? No es un aviso a navegantes. Son conclusiones y una llamada de atención civilizada a los responsables negociadores de los pactos. Intento avisar de que Lanzarote no puede convertirse de nuevo en un “polvorín”.


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