Domingo, 14 Diciembre 2025
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ME LO HA DICHO MI ABOGADO. Por José Ignacio Sanchez Rubio, abogado y economista

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No sé la razón pero, durante estos últimos días, observando la trayectoria del Partido, indebidamente llamado socialista, obrero y español, han vuelto a mi memoria muchos recuerdos de lecturas acerca de la caída de otro partido, el Nacional Socialista alemán, en 1.945. Porque el transcurso de los últimos tiempos, tiene enormes semblanzas con final del partido nacional socialista alemán que, magistralmente, describe la película “El Hundimiento”. A aquellos que no les guste leer, y sientan atracción por esa parte de la historia, les recomiendo el visionado de la película, en la que se pone de manifiesto como, uno tras otro, todos los jerarcas nazis fueron abandonando al Führer y buscando su propia salvación.
Pues esto es lo que a mí me recuerda el recorrido de los últimos tiempos, cuyo referente más próximo lo encontramos en el descalabro del PSOE en las pasadas elecciones del 22-M.
Pues bien, lejos de que los jerarcas socialistas se tomaran esto como un aviso a navegantes, parece que, siguiendo la costumbre del avestruz, siguen erre que erre escondiéndose (a Zparo hace tiempo que no se le ve) y, eso sí, siguen con su idea de echarle la culpa de nuestros males a todos los demás, preferentemente al Partido Popular.
Ahora, lejos de convocar elecciones para conseguir que el mal recuerdo de los españoles dure el menor tiempo posible, siguen aferrados a la poltrona y, lo mas peregrino, haciendo declaraciones como las de Manuel Chávez, que dice que si los del PP se encuentran la cosa hecha un desastre, la culpa la tienen ellos “… por haber ganado las elecciones”.
Pero, por si esto fuera poco, esta semana el tema de conversación de tertulias y sobremesas, ha sido el cabreo general, que ha producido en los súbditos del mal llamado Reino de España, incluidos los republicanos, la “hazaña” que nuestro convecino y presidente del Cabildo de La Gomera, protagonizó días pasados en la capital del reino.
El tal Presidente cabildalicio, también Senador del Reino, según se desprende de las informaciones publicadas, después de organizar un tremendo alboroto en un establecimiento de alterne, con insultos y vejaciones a las empleadas, destrozo de instalaciones incluido, parece ser que quiso utilizar en propio provecho los servicios de las fuerzas policiales de una comisaría cercana. Y aquí viene lo bueno, en lugar de dirigirse cortés y educadamente al policía de servicio, como yo recomendaba en mi anterior colaboración en Lancelot, tiró de carnet de senador y le espetó al agente uno de esos “Ud. no sabe con quién está hablando. Se va a enterar de quién soy yo”. Y lo redondeó con un sonoro bofetón al policía. Este individuo, podría haber pertenecido a cualquier partido político, pero miren qué casualidad, pertenece al PSOE.
Nada les voy a contar sobre esto, que ustede no conozcan ya, pero sí que se me revuelve lo más profundo de mis entresijos, cada vez que pienso que mientras hay cinco millones de compatriotas sin trabajo y los demás mortales, no políticos, nos vemos y deseamos para no llegar famélicos a fin de mes, algunos de aquellos afortunados por la lotería de las elecciones (cualquiera de ellas), se empeñan en hacernos entender que, cuando se trata de ellos, solo nos cabe rendirles pleitesía; bueno, y seguir pagando los impuestos para que ellos puedan vivir como viven.
En España tenemos la referencia de los opositores (no los que están en contra, sino los que preparan unas oposiciones) que una vez que ganan su plaza, la tienen en propiedad, como habitualmente se dice en el sector. Y son prácticamente inamovibles.
Pues estos individuos, que han descubierto que la política es la mejor carrera, donde además no tienen que acreditar merito alguno, cuando van pasando los años, asumen íntimamente que aquel puesto les pertenece en propiedad, que no hay quien los eche. Y además, se adornan y autoproveen de unos niveles de autoridad, que nadie les ha otorgado. Y así, se convierten en auténticos sátrapas protegiéndose, además, con leyes a su conveniencia.
Pero, ¿saben lo más incomprensible?. Resulta que los elegimos nosotros pero, hasta las siguientes elecciones tienen barra libre. Porque ya se han encargado de proveerse de los mecanismos necesarios para que no se les pueda pasar responsabilidad alguna por los abusos que cometan. Incluso a muchos de estos políticos, no se les puede pasar el tanto de culpa en los tribunales ordinarios, sino que gozan de un fuero especial.
Así que, tal y como están las cosas, a mí personalmente no me queda ninguna duda del hundimiento del PSOE. La cuestión es que terminaremos teniendo los mismos perros con distintos collares, como vulgarmente se dice. Y si no, al tiempo.
El próximo día, hablaremos del gobierno, aunque no sirva para nada.


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