Domingo, 14 Diciembre 2025
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DESDE MI ISLA ATLÁNTICA. Por Antonio Coll

Con el debate de los dos líderes pertenecientes a los partidos más votados del llamado Reino de España, se dio el “pistoletazo” de la Elecciones Generales, adelantadas para el 20 de Noviembre, aniversario del fallecimiento del anterior Jefe del Estado, General Franco. Con estas elecciones se cierra un ciclo de un gobierno, regido por José Luis Rodríguez Zapatero, del cual todos quieren olvidar, hasta el propio candidato socialista, Pérez Rubalcaba, quien en todo el debate no hizo ninguna mención al actual presidente y secretario general del Psoe. Esta cuestión queda aparcada para los historiadores del futuro que, con calma y sosiego, definirán una legislatura llena de vaivenes, contradicciones, rectificaciones e improvisaciones. Es verdad que al Gobierno de ZP le vino encima una de las más virulentas “tormenta” económica, jamás recordada por el mundo contemporáneo. Bien es cierto, que aún avisado el “capitán” del barco, para que cambiara de rumbo y volviera a puerto, siguió navegando hasta que ya no hubo remedio de impedir el naufragio.

Ahora el Reino de España se halla en una gran encrucijada para salir de una de sus peores crisis, sobre todo de la lacra del desempleo. Mariano Rajoy, candidato del PP y actual líder de la Oposición, cuenta con más “quilates” para salir vencedor y con mayoría absoluta, según todas las encuestas y sondeos realizados hasta estos días. El mensaje del líder popular está claro: Es hora del cambio “porque los socialistas no han sabido gestionar bien la economía del país”. Por su parte, el candidato del PSOE, Rubalcaba, consciente de la papeleta difícil a la que se enfrenta, aspira, al menos, así lo percibo, conquistar el mayor número de escaños suficientes para proclamarse Secretario General del Partido y esperar cuatro años como líder de la Oposición. Porque un mal resultado sería la “revolución” en el seno de su propia formación política y agrupaciones territoriales. Según determinados analistas independientes, al menos debe superar a Joaquín Almunia que ostenta el peor dato con 125 diputados de 350 que conforma la Cámara del Congreso de los Diputados. No obstante, la inmensa mayoría poseedora del pasaporte español solo desea que cuanto antes, se resuelva la situación crítica del desempleo, por eso tienen puestas sus esperanzas en el nuevo gobierno que salga de las urnas. En Canarias, el sobredimensionado paro y la inestabilidad del sistema económico español, crea incertidumbre y más sabiendo que ya no habrán subvenciones ni fondos europeos para el 2012. Si a eso incluimos los recortes obligados por el Fondo Monetario Internacional y Bruselas, es para desesperarse, aunque el candidato popular, Mariano Rajoy ha dicho que su política de generar confianza y con una política productiva mejor planificada, España saldrá hacia adelante, sin tener que dejarse dirigir por los mercados, Unión Europea y otros altos organismos.

La unión entre CC y Nueva Canarias con el objetivo de conseguir tres o cuatro diputados en Canarias, está aún en el tejado. Temen que la “ola” del Partido Popular pueda ahuyentar a sus votantes de las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Me veo incapaz de pronosticar un resultado, sobre todo en la Provincia de Las Palmas, y más cuando el número uno de las listas del PP es el veterano José Manuel Soria, con mucho respaldo popular, sobre todo, en Gran Canaria. El nacionalismo canario aún sigue siendo un proyecto de futuro porque, en la actualidad, está muy disgregado y esto, para unas elecciones generales influye pero negativamente. Ya veremos lo que puede aportar la Nueva Canarias de Román Rodríguez y si es capaz, al menos, de conquistar una plaza en el Congreso Español por las tres islas orientales.

En la isla de Lanzarote, las elecciones también se centrarán para la conquista de la plaza de senador. Pedro San Ginés, (CC); Oscar Pérez (PP) y Orlando Suárez (PSOE), son los candidatos de los tres partidos mayoritarios que tienen más posibilidades de alzarse con el triunfo. El actual presidente del Cabildo lanzaroteño es el más conocido y se presenta como un político experimentado y buen gestor. Tiene muchas cartas a su favor. El PP ha optado por presentar una nueva cara. Oscar Pérez tiene talante y, actualmente, es el delegado de Binter en Lanzarote. El PSOE ha elegido, para mí un acierto, al veterano sindicalista, Orlando Suárez, actual director insular de la Administración Central del Estado. Tres buenos candidatos a la conquista de una plaza. Las urnas decidirán.

Decía Albert Camus que “todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro”. En estas elecciones, prometer pero sin propuestas viables, sería una insensatez de los candidatos ya que los electores, confusos y “cabreados” por el discurrir de las políticas económicas practicadas en estos últimos años, no se dejaran, esta vez, persuadir por las palabras altisonantes y “prometedoras”. El electorado sabe que, en estos tiempos, hay que aplicar profundas transformaciones con buenos estadistas y gestores, para poner a España en la buena dirección. Es obvio que ello repercutiría, positivamente, a Canarias.
Quiero soñar para que estos comicios sean de verdad el inicio de remontar y levantar vuelo hacia la esperanza. Porque ofrecer empleo debe ser la prioridad número uno del nuevo gobierno que salga de las urnas. Así lo esperan miles de hogares canarios y españoles. Sólo esperar que después del 20N se inicie una época de florecimiento.


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