Domingo, 14 Diciembre 2025
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SI LE DIGO LE ENGAÑO.

Por Miguel Ángel de León

Esperas como agua de mayo a que se desarrolle y escenifique la presentida tan requeteanunciada como aplazada tercera fase del Caso Unión que tiene sin vivir en ellos, desaladitos perdidos, a tantos políticos, empresarios y adosados. Espera sentado, por si acaso, pero todo llegará. No queda otra esta vez. El aparato (judicial) está ya en la fase de no retorno, como cuando al avión ya no le queda otra que despegar. No se puede dejar en tierra de nadie tanta polvareda y tanta sospecha levantada hasta ahora.
Ya los has visto pasar, procedentes de todas las siglas (con la única excepción de Alternativa Ciudadana), por la Pasarela Unión y Jable, con modelitos de la Colección D&G (Duros y Golfos), a retratarse ante los fotógrafos y la Justicia, si la hubiera o hubiese. Y todas esas caras que has visto en las fotos entrando y saliendo de su casa al juzgado, del juzgado a la cárcel, de la cárcel a su casa y vuelta a empezar, volverán a pedirte dentro de apenas unos meses tu voto, tu fe ciega en ellos, tu confianza en toda esa jarca. Porque se necesita ser un rato confianzudo, a fe mía, para volver a reclamar tu apoyo en la urna (lo único transparente de esta partitocracia maquillada de democracia, visto lo visto). Y se necesitará ser muy indolente para ir a dárselo encima a cualquiera de ellos, salvo que te vaya en el envite la soldada tuya o la de algún familiar. Somos humanos y tenemos debilidades… aunque algunos muchas más que otros, como es triste fama.
Pese a toda lo que está cayendo (excepto caras de vergüenza), y pese a toda la que está por llegar en la dichosa tercera fase del proceso judicial, ya los verás venir otra vez a pedir tu voto con todo el morro del mundo y parte del extranjero. Con toda su cara. Todos ellos sin excepción, y alguno más que se sumará por el camino (ya sabes: la juventud, la renovación, sangre nueva, colmillo viejo, ambición eterna), volverán a tocar en tu puerta. Será la única vez que lo hagan en cuatro años. No te molestarán más (bueno, en las elecciones generales otro ratito, pero serán menos manos tocando en tu postigo porque hay menos a repartir). Una vez que te chupen o extraigan tu sangre en forma de voto, ya no les interesas. Tu voluntad electoral es pura mercancía para los profesionales de la política-degradación. ¿O no has caído todavía en la cuenta de ese cuento, casi cuarenta años después de iniciada esa farsa electoral dizque democrática?
No falla: en llegando el olor a elecciones volverán todos los candidatos a seguir mercadeando con tu voluntad vicaria inocentemente depositada en las urnas. Acompañados de sus palmeros a sueldo en forma de pelotas mediáticos y mediocres, en su mayoría, que hacen el trabajo sucio: se encargan de señalar invariablemente la corrupción en las siglas ajenas y de tapar, maquillar o negar la propia. Son los que te insultarán si osas abstenerte de votar a quienes sobrealimentan a los adulones. Tipos y tipas con rostros que se lo pisan que llevan viviendo de la ubre institucional desde hace lustros, ora con Juana, ora con su hermana, hoy con el PIL, mañana con el POL. Y sin tener que presentarse ellos a elección alguna. Así cualquiera. Y encima dándote clases de ética y moral a todas horas. ¿No fumas, inglés?
Ya viste lo del Caso Unión y la Operación Jable: el PIL enfangado hasta las cejas y su “socio necesario” durante casi 20 años, el PSOE, que se quiere volver a ir de rositas, como si no tuviera o tuviese ninguna responsabilidad subsidiaria, por activa o por pasiva (por hacer, o por dejar hacer durante años, tanto monta), preparando o auspiciando incluso manifestaciones de protesta. ¿Y contra quién puede protestar el PSOE más fuerte y con más razón que contra sí mismo, que lleva gobernando “con el mal” desde cuando algunos llevábamos pantalón corto? En esa Operación Maquillaje es en la que trabajan ahorita mismo, denodadamente, los embalsamadores del exquisito cadáver de lo que va quedando del PSOE en Lanzarote: en hacerle ver a la población y al electorado más cándido, o a ese militante trocado en militonto ciego y sectario, que el marido, la mujer o la amante del PIL durante tantos lustros y tantas aventuras en comandita no sabía nada de lo que se trajinaba su pareja de tantísimas aventuras y viajes por el lado oscuro de la política. Átame esa mosca por el rabo, que a mí ya se me escapa.


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