OPINIÓN: Huir de inestabilidades y turbulencias
DESDE MI ISLA ATLÁNTICA.
Por: ANTONIO COLL.
Los siete ayuntamientos de la isla quedaron conformados el pasado sábado, con la única sorpresa del pacto nocturno en Arrecife, entre PP-PSOE, constituido a última hora, al frustrarse las negociaciones entre CC y PP. Posiblemente, los negociadores populares percibieron que los nacionalistas no daban señales fehacientes de querer un pacto estable en el Cabildo y Arrecife, porque en Teguise cumplieron a rajatabla por un acuerdo sostenible entre CC-PP, circunstancia que les dignifica, porque desde el principio optaron por un pacto, generador de confianza y con visión de futuro. Aquí se cumplió el cambio de ciclo que una gran parte de la población requería para la actual legislatura. Los tiempos que se viven son difíciles, convulsos y, me atrevería afirmar, dramáticos para miles de familias por el sangrante paro existente.
Arrecife fue de nuevo el epicentro y las complejas negociaciones entre los partidos mayoritarios no encontraron un punto en común y las ofertas de CC de permitir al PP un gobierno en minoría no convencieron a los estrategas populares, en cuanto dejaban en el aire una posible moción de censura, a pesar de que el pacto CC-PSOE, aritméticamente, no era posible al necesitar el apoyo de un concejal, que según se ha demostrado el PIL, PNL y Alternativa Ciudadana no estaban dispuesto a ofrecérselo. Así las cosas, lo natural hubiese sido que PP-CC llegaran a un acuerdo, con Cándido Reguera de Alcalde. Igualmente, los populares exigieron a CC cerrar el acuerdo en el Cabildo, antes de la constitución de la corporación en Arrecife, pero no pudo ser y ahora se sigue negociando, esperándose que en estos días se plasme, finalmente, el pacto entre ambos.
Muchos analistas opinan que los negociadores nacionalistas marearon en demasía la perdiz, arriesgándose, incluso, a perder todo el poder en Lanzarote, a excepción de Haría y Tinajo, cuando de salida, después de las elecciones, era el partido mejor posicionado para conseguir las mayores cotas de poder. Yo no voy a valorar o juzgar a los negociadores de CC, ellos sabrán mejor que nadie lo ocurrido y ya habrá tiempo en sacar conclusiones. Por el momento, ha perdido la plaza de Arrecife, y el pacto PP-PSOE nace, a mi manera de ver, de ser duradero y estable. Estos mensajes lo han lanzado, por activa y pasiva, Cándido Reguera y José Montelongo, además de los dirigentes de ambas formaciones. De todas formas, en política no hay nada escrito, y menos en Arrecife, donde hasta hace poco tiempo, el deporte favorito era jugar con la inestabilidad, como si de una partida de billar se tratara. Ahora populares y socialistas tienen por delante retos muy importantes para la capital. Yo confieso que fui muy crítico con las actuaciones del anterior grupo de gobierno, dirigido por Pérez Parrilla, pero esto es otra historia; ahora el PSOE de Arrecife ha sido totalmente renovado y los cinco concejales, pienso que actuaran conforme a las necesidades de la capital de la isla, huyendo de aventurismos frívolos, de dinámicas contraproducentes. Me decía el economista Jorge Dorta, que “las islas deben posicionarse en la economía global mediante un proyecto de futuro. El precio que estamos pagando en términos de empleo, bienestar social y oportunidades de desarrollo para nuestra gente es insoportable”. Arrecife y Lanzarote desde hace muchos años se encuentra en el vagón de cola de Canarias, y los culpables hay que buscarlos en la isla. Los desequilibrios inversionistas del dinero público y privado, se produce por falta de planes de ordenación y de la propia parálisis que se ha vivido en las instituciones más importantes de la Isla. Sirva de ejemplo en la empresa monopolista, distribuidora de agua potable, Inalsa que, ahora, nos amenaza con cortes de aguas continuados, circunstancia que puede ser letal para nuestro sector turístico. Ya me imagino titulares de la prensa extranjera y sensacionalista: “En Lanzarote no hay agua potable”. Si no tenemos gobiernos fuertes y unidos, para tomar las riendas de nuestro propio destino, nunca soltaremos amarras y nos convertiremos en rehenes de una política nefasta y de “pataleo”.
Espero que cuando esta edición este en la calle, CC haya conformado su grupo de gobierno en el Cabildo, porque ya no se puede perder más tiempos y, menos sujetos a inestabilidad y turbulencias, como muy bien me indica el amigo Jorge Dorta.
Tenemos que ser consciente de que la “gallina de los huevos de oro” de antaño ya no existe. Hay un cambio de época y si no sabemos explotar las economías vigentes del siglo XXI, a pesar de la crisis del euro, si no sabemos abrirnos a las oportunidades que nos ofrece África, sobre todo Marruecos, si no sabemos cumplir con una gran parte de la población que pide cambios radicales en la forma de hacer política y estrategias económicas, nos veremos abocados a fracasos no deseados y a movimientos ciudadanos, peligroso para el mismo sistema que, ciertamente, navega por “aguas tormentosas”.
Lanzarote y Canarias deben de buscar su destino. Difícil es encontrarlo en el Reino de España, porque ahora mismo es un barco que se hunde sin remedio. Tenemos que luchar por salvar a nuestras empresas y diversificar la economía. Tenemos que abrir los ojos después de tantos tiempos de ceguedad. La situación geofísica y estratégica del archipiélago canario es un privilegio y los propios canarios deben de ser los dueños para sacar partida y los gobernantes tienen la oportunidad de ofrecer al pueblo el bienestar que se merece. Canarias no puede seguir siendo una “bomba de relojería”, artilugio que puede estallar en cualquier momento.
PD.: Como periodista me alegro de que el director de la revista marroquí, en español, Kántara, Rachid Niny, haya sido liberado de la presión preventiva, por denunciar y desenmascarar a determinados altos cargos, supuestamente implicados en delitos de corrupción. Comprendo que las reformas emprendidas por el monarca Mohamed VI van lentas, pero todos confiamos que el cambio prometido sea pronto una realidad. Marruecos tiene mucho futuro, pero la libertad de expresión y de opinión es clave para que los pueblos avancen.