OPINIÓN. Justicia para todos
LA CHINA EN EL ZAPATO. Por José Ignacio Sánchez Rubio, abogado y economista
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A finales del año pasado, el Rey, refiriéndose al caso Urdangarín, decía que la justicia ha de ser igual para todos. Algo así como que da igual quien sea el delincuente; si alguien incurre en un delito hay que aplicarle el Código Penal en toda su extensión, vino a decir el Monarca. Ahora nos desayunamos con dos noticias que tienen que ver con la justicia. La primera, que Iñaki Urdangarín, el yerno del Rey, parece que anda en tratos con la fiscalía para eludir la prisión, a cambio del arrepentimiento y del pago de tres millones y medio de euros. ¿Y qué cabe decir de esto? Personalmente, he de significarles que no soy ni violento ni rencoroso. Bueno un poco sí, pero no hasta el punto de desear que nadie vaya a la cárcel como ejemplo. Me acuerdo de como me explicaba mi profesor de derecho penal, los dos propósitos de la imposición de una pena: el primero, el de la prevención especial, el de que el delincuente se lo piense dos veces antes de volver a delinquir; el segundo, el de la prevención general, algo así como que cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Y así, nos encontramos inmersos en un mundo en el que todo vale y nada importa. Sobre todo nada importa a esa parte de la raza humana metida a esa especie de vocación que es la política, donde todo vale y nada importa con tal de conseguir el propósito esencial que parece constituir la razón de meterse en política: enriquecerse a costa de cualquier cosa, pisoteando la Ley si es necesario. Y ello sin miedo alguno a las consecuencias. Simplemente porque parece no haber consecuencias.
Todo esto hila con el hecho de que, recientemente, el colectivo de funcionarios Manos Limpias ha presentado una denuncia contra el ex Presidente del Gobierno, el Excelentísimo Sr. Don Jose Luis Rodríguez Zapatero, por el presunto delito de falsedad documental. Vamos, algo así como que tal Excelentísimo Sr., según los funcionarios, no resulta ser otra cosa que un vulgar falsificador y que, si hacemos caso de la recomendación de Su Majestad, debe ser tratado del mismo modo que cualquier otro delincuente.
La cuestión, según se desprende de la denuncia, que lleva visos de convertirse en querella, es que el Gobierno español, con el refrendo de Zapatero, presentó ante Bruselas, después de un requerimiento de la Unión Europea para que aportara las cuentas españolas de 2.011, un informe en el que ocultó deudas del Estado por importe de más de 26.000 millones de euros, con el propósito de aparentar un déficit publico del 6 por ciento, en lugar del 8,5 por ciento.
Esta denuncia, de cuya prosperidad judicial dudamos, habida cuenta del comportamiento de los tribunales en otros casos semejantes, daría al pueblo español un soplo de confianza en la justicia, cuyos niveles de credibilidad han descendido a los mínimos posibles, según las últimas encuestas.
Eso sí, yo que creo que el derecho penal debe ser la última ratio, el ultimo recurso de la sociedad para defenderse de los infractores, estaría de acuerdo con que los imputados en la denuncia, en principio Zapatero, Salgado y el jefe de la Intervención del estado José Alberto Pérez, tomaran el camino de Urdangarín y, reconociendo lo que han hecho,
reintegraran a España el daño económico que han producido.
Pero mucho me temo que esto resulte como el guión de una película de ciencia ficción. No olvidemos que, anteriormente, el Excelentísimo Sr. Don Jose Luis Rodríguez Zapatero, ex-Presidente del Gobierno de España para vergüenza de todo el que tenga dos dedos de frente, ya fue objeto de otras muchas querellas ante la jurisdicción penal, como la presentada por la Asociación de Profesionales por la Etica, por difundir material de contenido sexual dirigida a menores, o aquella otra presentada, también por Manos Limpias, por los indignos diálogos con la banda terrorista ETA .
En cualquier caso yo, francamente, no creo que todo esto sirva para nada y, de esa forma, además, todo el mundo seguirá abusando de nosotros; incluso indocumentados como la patotera Cristina Fernández de Kirchner y el indigente (perdón, el indígena) Evo Morales, que también ha expropiado las propiedades españolas de Red Eléctrica en Bolivia.
Por eso pienso que, una vez mas, cobra vigor el refranero español y, en particular, aquel dicho que reza: Al amigo la mano, al enemigo el palo y… al indiferente… la legislación vigente.