OPINIÓN. Lo que mueve el mundo
MAGUA. Por Mare Cabrera
De vez en cuando rebusco en la biblioteca de mis abuelos y rescato algún libro con tapas desgastadas y páginas amarillentas de las que siempre saco algo de provecho. Me los traigo al piso y, la verdad sea dicha, tardo en devolverlos. En casa los voy apilando y, para mi sorpresa, las biografías de los presidentes de la democracia española publicados por el periódico El Mundo o “Israel entre la guerra y la paz” de Shlomon Ben-Ami despiertan gran interés en mi hermana pequeña, siempre despreocupada y pasota con respecto a la lectura.
Llego al piso a horas poco decentes, la luz apagada (la creo dormida) y, de repente, comienza un interrogatorio que va desde la postura de Suárez durante el golpe de Estado, el conflicto Israel-Palestina, la expulsión de los judíos de España, la actitud de EEUU ante la matanza de palestinos por parte de Israel, la tibia respuesta europea ante los mismos, las creencias religiosas de árabes y judíos, cuáles son sus respectivas deidades, sus biblias particulares y profetas. Es en ese momento cuando intento responder, a duras penas, y me veo superada por el follón de tanto tema entremezclado. Yo, que estaba preocupada porque ella ve demasiado la cadena basura Telecinco. Y es que esta juventud es cuanto menos curiosa y contradictoria: cuando creemos que no les interesa nada más allá de las últimas declaraciones de Belén Esteban, me veo a mi hermana empapándose de la Transición Española, intentando aprender esa etapa tan importante y apasionante de nuestra historia reciente.
Ella, que acaba de empezar y quiere entender, ve la entrevista a Carrillo de la otra noche en Televisión Española y me acribilla a preguntas. Por supuesto, no comprende muchas cosas, ni de la Transición ni de lo otro. ¿Carrillo apoya a Fidel? ¿Pero no es un dictador? ¿EEUU no era un país garante de las democracias y la justicia? ¿Cómo puede no repudiar actos violentos? ¿Pero no habían apoyado años antes al que luego colgaron en la horca? ¿Por qué sigue diciendo el PP que los atentados del metro en Madrid fueron obra también de ETA? ¿No se sabe ya que fue obra de terroristas islámicos? ¿Por qué no llegan a un acuerdo los palestinos e israelitas de una vez y dejan de matarse? Y le digo, desilusionada, que cuando le comenten que el amor mueve el mundo, no se lo crea. Hay preguntas a las que por desgracia nunca le podré responder.
