OPINIÓN. Los pitonisos
LA CHINA EN EL ZAPATO. Por José Ignacio Sánchez Rubio
Se cuenta que alguien acudió a la consulta de un vidente. Llamó al timbre y una voz, desde dentro, preguntó: ¿Quién es?. El visitante se dijo para sus adentros: ¡¡¡Pues vaya mierda de vidente!!!
En cuanto el Gobierno ha decretado este primer paquete de medidas laborales, que son mucho menos duras de lo que se dice, la izquierda, en bloque, ha sacado su bola de cristal, ya saben, aquella en la que han venido leyendo durante unos cuantos años que no había crisis, o que en el siguiente trimestre se iba a crear empleo, o que íbamos a alcanzar a los franceses de Sarkozy…
Porque, no lo olvidemos, son los mismos que durante mucho tiempo predijeron que pronto se iban a ver brotes verdes. Uno no sabe exactamente qué significa ese augurio, aunque conociendo la obsesión de los izquierdosos por lo sexual, también cabe pensar que se referían a algo redondo con lo que iban a sodomizarnos.
Como digo, ha sido salir el primer conjunto de medidas que el Gobierno ha previsto que van a servir para frenar la sangría del mercado laboral, y los agoreros de la parte izquierda del pozo en que nos encontramos se han precipitado a predicar que estas medidas van a producir mas paro, porque favorecen el desempleo.
Y lo dicen, sin esperar a observar, mínimamente, cuales son los efectos. No, ellos no necesitan observar nada, porque están poseídos por la virtud de la clarividencia. Yo me pregunto por qué, si eso es así, se han pasado varios años con esa estéril política económico-laboral que nos ha llevado al triste record de cinco millones y medio de parados (y lo que te rondaré, morena).
Además, como saben que estas medidas van a producir una cascada de despidos, porque ellos lo saben todo, no van a esperar y, para el próximo domingo, los beatíficos sindicatos UGT y CCOO, han anunciado huelgas que, en palabras de algún tuercebotas sindical, “… pueden desembocar en una huelga general”.
Pues no señor. Personalmente, aunque dicen que no se debe rebatir a los borrachos ni a los tontos, voy a romper una lanza en favor de estas medidas que, como digo, se han quedado un poco cortas. Para empezar, señores de la zurda, el gobierno ha suprimido en este Real Decreto Ley el conocido como despido express, que permitía a las empresas despedir en cualquier momento a un trabajador, abonándole la indemnización por despido improcedente y reconociendo la improcedencia del despido. Con ello, hasta el domingo pasado, cualquier empresa podía despedir libremente a cualquier trabajador, sin que se produjeran salarios de tramitación, aunque el empleado reclamara al Juzgado de lo Social. Ahora, cualquier trabajador despedido improcedentemente, tendrá derecho a percibir los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la de la sentencia laboral.
Se achaca también a la medida, por parte de estos visionarios del ojo izquierdo, que ahora los expedientes de regulación de empleo podrán llevarlos a efecto las propias empresas, sin intervención de la autoridad laboral, pero ello es absolutamente incierto porque, si bien ya no será preciso tramitar estos expedientes ante la Inspección de Trabajo, no es menos cierto que esta Inspección puede impugnar cualquier expediente y los propios trabajadores pueden denunciarlo.
Además, pretenden los sindicatos, que en mi opinión siguen modelos totalitarios, justificar sus movilizaciones y huelgas en que ahora se abarata el despido, ya que puede despedirse por causas económicas con una indemnización de 20 días por año. Pues no señor, este despido está establecido desde hace mucho tiempo por el propio gobierno de Zparo. Ahora, simplemente, se ha dotado a esta modalidad de despido de una mayor concreción, de la misma forma que no se reduce la indemnización por despido improcedente a 33 días, sino que los trabajadores contratados con anterioridad, seguirán teniendo derecho a la indemnización de 45 días, reduciéndose a 33 solamente a partir del día 12 de febrero.
Vamos, que lo que realmente les ha revelado la clarividencia a los sindicatos, y la izquierda en general, es que va a aumentar el numero de parados, pero lo que han ocultado es que los parados van a ser ellos en cuanto se les acaben las subvenciones y mamandurrias, que en países de Hispanoamérica conocen como gabelas.