OPINIÓN. Mohamed VI, Rivero y las cuentas de Rajoy
DESDE MI ISLA ATLÁNTICA. Por Antonio Coll
Marruecos es el país más cercano que tiene el archipiélago canario. Tristemente, tan cerca y tan lejos. España y determinados lobbies económicos y políticos siempre han trabajado para romper el hilo conductor para que Canarias no tuviera las más mínimas relaciones con el Reino alauí. La reciente visita del presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias, Paulino Rivero, a Marruecos y el trato dispensado, de máximo nivel, como un Jefe de Estado, por el monarca Mohamed VI y el propio Gobierno marroquí, dirigido por Abdelilah Benkirán, se interpreta y se cataloga en Canarias muy positivamente, porque abre el horizonte para fortalecer o iniciar, en este caso, una cooperación y relación que perdure en el tiempo.
Mientras el Reino de Marruecos trata con los ‘máximos honores’ al presidente de los canarios, el presidente del Gobierno del Reino de España, Mariano Rajoy, aún no ha establecido una cita en su agenda con Rivero desde que tomó posesión, hace ya más de cuatro meses. Los desencuentros entre Canarias – España por la autorización unilateral de las prospecciones petrolíferas de Repsol frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote y el ‘atropello’ cometido por el Gobierno español, en los Presupuestos del Estado, con un recorte cruel y ‘vengativo’ que puede ascender a más mil millones de euros, si no se corrigen en el Congreso, han levantado muchas ampollas en las islas y está sedimentando, en la propia sociedad canaria, una actitud hostil hacia el Estado Español.
Las esperanzas puestas por muchos votantes canarios y residentes en las pasadas elecciones al Partido Popular (PP) se están desinflando. Y esto lo digo desilusionado porque percibía la entrada de los populares al Gobierno como un balón de oxígeno y de aire fresco, después de una gestión equivocada y poca seria por parte del ejecutivo de Zapatero en su segunda legislatura.
Se puede estar de acuerdo con el gobierno actual de las medidas de ‘recortes para estabilizar el déficit público heredado, pero éstas deben ser bien estudiadas; no vaya a ser que después de ordeñar en demasía a la cabra, se le castigue con la retirada de alimentos y al final nos quedemos sin leche ni cabra. El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha advertido a Mariano Rajoy que no se pase de la raya, que está bien el ‘ajuste de cuentas públicas’, pero con pasos más lentos, porque de lo contrario el efecto en la economía sería contrario a los objetivos marcados. Es obvio, si se retrae aún más el consumo, que el resultado es que el Estado y las comunidades autónomas recauden menos y el desempleo seguiría en línea ascendente al disminuir el negocio de las empresas.
El presidente Mariano Rajoy y su gobierno, en mi opinión, debería mirar más a los países africanos y americanos, y no tanto a la vieja, tecnócrata y burocrática Europa.
Marruecos y Canarias pactaron crear una comisión mixta para avanzar en “asuntos estratégicos”. Prioridades al transporte marítimo y aéreo; el desarrollo de energía limpias y alternativas; asuntos hidráulicos, como las desaladoras y depuradoras, así como inversiones turísticas y agrícolas. En definitiva, la visita de Paulino Rivero servirá para reforzar los lazos y la cooperación transfronteriza. Si el Reino de Marruecos, como país soberano, nos tiende la mano, Canarias no debe desaprovechar la oportunidad, acercándose más a la otra orilla.
Según me confirman, el proyecto de la línea marítima entre Arrecife – Agadir está avanzado, y la línea Puerto del Rosario – Tarfaya. Por otro lado, la compañía aérea canaria Binter conectará, además de Marrakech como hasta ahora, con los aeropuertos de Agadir, Tánger y Casablanca.
El historiador canario y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Víctor Morales Lezcano declara en una entrevista al diario La Provincia que “el Gobierno del PP tendría que tener un poco más de atención hacia Marruecos, como siempre lo ha hecho el PSOE”. No obstante, el mandatario canario, Paulino Rivero, ha dado un paso muy importante, calificado como histórico, en su entrevista de más de una hora y media con el monarca Mohamed VI, entiendo que hablando en claves de futuro, pero no deja de ser esperanzador iniciar unas relaciones que, si bien al principio pueden ser difíciles, por políticas equivocadas o interesadas por lobbies españoles y ‘canarios’, estoy seguro que estos primeros contactos de ‘alto nivel’ allanarán el camino para un mejor entendimiento del pueblo canario con el marroquí.
En el entorno de los países árabes y africanos, Mohamed VI se ha convertido en el gobernante más aperturista y reformista. La nueva Constitución y su apuesta por potenciar un sistema de estado de derecho democrático y social sitúan al Reino de Marruecos como un país avanzado y con seguridad jurídica para potenciales inversores. Independientemente de los gobernantes españoles, Canarias tiene que defender sus intereses y convencerse de que, a pocas millas del archipiélago, existe un continente llamado África y un país llamado Marruecos.
Si somos capaces primero de abrir la conectividad, imprescindible para la movilidad; si somos capaces de ‘captar’ que las políticas anacrónicas del pasado nos pusieron freno para el entendimiento con nuestro continente vecino, entonces nadie ni nada nos hostigará y remontaremos procesos históricos erróneos que sólo han servido para potenciar nuestro aislamiento. Canarias tiene que avanzar y abrir nuevos caminos. Su expansión no puede estar limitada por un centralismo caduco y trasnochado, que se olvida que el archipiélago canario está a miles de kilómetros de la llamada Metrópolis y encima, nos castiga en la financiación presupuestaria, contraviniendo a la propia Constitución Española, que reconoce la singularidad y la lejanía de sus últimos territorios de ultramar o ultraperiféricos y reconoce que Canarias debe de tener un tratamiento diferencial al resto de las comunidades autónomas.
P.D.: Mis mejores deseos de recuperación para el Jefe del Estado y Rey de España, Juan Carlos I.