OPINIÓN. Mundo interior
EL FORO DE LOS BALBOS. Por Mar Arias Couce
“Un traje como el de batman para ir a comprar por las noches”, eso fue lo que me regalaron mis vástagos, según definición del mayor de ellos, con motivo del Día de la Madre. El regalo en realidad, que elegí yo misma, consistía en un vestido negro de verano, pero de alguna manera él relacionó negro con batman, uno de sus superhéroes favoritos y lo de comprar de noche, eso ya es algo que no me explico (supongo que alguna vez habremos salido por la noche, dejándolos con los abuelos, y le habremos contado una historia relacionada con comprar algo y todavía lo recuerda). Pero no es raro, hay muchas cosas que son difíciles de explicar y que obedecen sin más a una imaginación desmesurada (ya lo decía la semana pasada). Por ese motivo, un día un amiguito me preguntó si era verdad que Alejandro había nacido en Saturno, tal y como él aseguraba,y que tenía superpoderes como los señores de la naturaleza (nuevo héroes del Siglo XXI más conocidos entre los locos bajitos como Gormittis). A pesar de todo, no dejo de preocuparme en ocasiones en que, como la pasada madrugada, me despertó sudando, evidentemente en estado febril, y me aseguró que tenía calambres en la cabeza. Cuando asustada le pregunté que qué era para él un calambre me contestó que lo que tenía en la cabeza, pero que con unos dibujitos y unos besos (en ese orden) se le pasaban. En otra ocasión aseguró que un compañero de clase entró por la noche por la ventana y le sacó del pecho la fuerza vital… No puedo echarle nada en cara porque yo de niña era muy parecida. Tenía un mundo paralelo imaginario en el que entraba y salía a voluntad y en el que, en ocasiones, incluía a mis amigos. Como yo hacía, mi hijo adapta su creativo mundo interior a sus necesidades puntuales y está convencido de que todo eso es tan real como la vida misma. Por eso acepté mi traje de batman (bonísimo por cierto) con un beso de agradecimiento, y suplicando por dentro que el próximo año no le de por salir él con su padre a buscarme un traje de Spiderman (con una combinación de colores mucho menos armoniosa para un traje de noche). Por otra parte, la fortuna de ser niño es que probablemente fue la única persona del país que se pasó todo el partido Barça-Madrid animando a España. No hubo manera de explicarle que todos eran españoles (o al menos pertenecían a equipos españoles) porque continúo, imperturbable, animando a la selección, con un espíritu de equipo del que, no me cabe duda, estaría orgulloso el propio Vicente del Bosque. Probablemente (ahora soy yo la que dejo divagar mi imaginación) por eso empataron ese partido (aunque la victoria se la llevara el FC Barcelona) porque siguen siendo los dos mejores equipos del mundo, por mucho que se empeñen en enfrentarse fuera del campo.