OPINIÓN. Otra mirada es posible
DESDE MI ISLA ATLÁNTICA. Por Antonio Coll
Alejándome un poco de la saturación de mensajes, promesas, mentiras e insultos que la campaña electoral nos está deparando, me he dedicado en estas últimas semanas, a leer la revista mensual marroquí, Kántara y otras publicaciones que me han facilitado Julio Blancas y Goro de la Asociación Cultural Marruecos-Canarias. Precisamente, en el subtítulo de la revista canta que “otra mirada es posible”. Hace mucho tiempo que no viajo a Marruecos, pero me he quedado sorprendido de su evolución, en todos los aspectos. Las reformas constitucionales y la erradicación de la corrupción emprendida por el Rey Mohamed VI, es una gran esperanza no solo para todas las zonas del Magreb sino también para las Islas Canarias. La importancia de los cambios prometidos por el Monarca puede ser un ejemplo a imitar, sobre todo en los campos de libertad de expresión, de opinión y derechos humanos. A nadie se le esconde que hay sectores influyentes y poderes fáticos incrustados en la sociedad marroquí que no les interesan las reformas pero, pienso, que las nuevas perspectivas del proceso de cambio ya es imparable. Reconozco que las reformas, por ahora, son tímidas, pero hemos de pensar que Marruecos está dando un ejemplo al mundo, si se mira de lo que está pasando en Egipto, Libia, Yemen, Siria y Túnez. Pero estoy seguro que la convivencia será pronto una realidad porque Mohamed VI es consciente que reina en un gran país que tiene mucho futuro y su pueblo quiere que él mismo abandere la revolución tranquila y cumpla con los anhelos y esperanzas de una gran mayoría marroquí. También entiendo que el contencioso del Sáhara Occidental puede frenar muchas reformas, por problemas de seguridad, aunque espero que se resuelva pronto.
Para Canarias es de vital importancia abrirse al continente africano. Observando que el modelo económico de las islas, basado solo en el monocultivo-turismo se está agotando y es el momento de buscar otras alternativas, en beneficio del bienestar global de los canarios. El desempleo, en número cuantitativo, es el mayor de todas las comunidades del Reino de España. Es una prueba clarividente del cierto “colapso” de nuestro modelo económico, también es de decir que, en cierta manera, ha sido impuesto por la torpeza o malintencionadas políticas de los gobiernos de Madrid. Nunca le ha interesado que las Islas Canarias se abrieran al continente más próximo –África- y a su vecino más cercano: Marruecos. Esta visión de los dirigentes políticos españoles ha sido un grave error, incluso cuando nos cerraron las puertas al Sáhara, hundiendo el próspero sector pesquero y exportaciones. Ahora Canarias y Marruecos deben de entenderse y potenciar sus lazos, en todos los ámbitos, predominando lo cultural y económico. Los grandes cambios iniciados por el monarca marroquí, incluido las reformas constitucionales, se percibe como un buen augurio porque acercaría la realidad sociológica de Marruecos a todos los canarios, incluidos a los que tienen una visión equivocada y confusa, apoyando la autodeterminación de la antigua colonia española, sin conocer las perjudiciales consecuencias que ello tendría para los intereses canarios. Tenemos que alejarnos de “reivindicaciones” folklóricas en los actuales tiempos convulsos y plantear procesos realistas y pragmáticos. No nos podemos olvidar que el terrorismo y los radicalismos incuban en zonas y escenarios propicios, naturalmente, ello se debe muchas veces por la permisividad y complicidad de las autoridades pertinentes que con actitudes “progres” ponen de manifiesto su ceguedad para divisar el peligro para las Islas Canarias sin no se inclinan para que en el Sáhara se implante una autonomía, integrada en un estado soberano como el Reino de Marruecos. Parte de los saharauis tienen derecho a vivir en paz, después de 35 años abandonados en el desierto.
Por eso digo, en el ámbito global, que “Otra mirada es posible”. Solo es cuestión de sabiduría y reflexión.
“Los Dolores”, visto para sentencia
Sin entrar en las decisiones que puedan tomar los tribunales de justicias, siempre he defendido que la construcción de los Baños de Los Dolores fue una obra ejemplar y de máxima necesidad y está admitida y avalada por autoridades eclesiásticas y, sobre todo, ampliamente respaldada por el pueblo soberano. No obstante, nunca dudaré de la integridad e imparcialidad de los jueces a la hora de dictar sentencias porque su labor es que las leyes se cumplan. Pero es cierto que con las leyes actuales medioambientales jamás se hubiesen construidos los Centros Turísticos, la Casa de César Manrique, etc. Paradójicamente esas obras están declaradas Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad, en una isla declarada Reserva de la Biosfera.