OPINIÓN |Oxígeno para el Islote del Francés
Editorial
Después de tantos años de demagogia no exenta de irresponsabilidad de la mayoría de los partidos políticos que han pasado por el ayuntamiento de Arrecife, sobre todo cuando han estado en la oposición, especialmente el PSOE, se ve algo de luz en el asunto del Islote del Francés. No hay que lanzar las campanas al vuelo porque ya se sabe que está ciudad ha estado siempre bajo el maleficio de la estupidez que tanto daño le ha hecho. Los redactores del nuevo Plan General de Arrecife, Gesplan, y el grupo de gobierno que preside el nacionalista Manuel Fajardo Feo junto su teniente de alcalde, el socialista José Montelongo, han decidido llegar a un acuerdo con la propiedad del Islote a través de un convenio que se incluiría en el nuevo documento urbanístico.
Por fin lo que era de cajón se convierte en milagro, así están las cosas por esta isla. Con buen criterio, creemos, Manuel Fajardo y Montelongo quieren solventar un problema que de no hacerlo ahora que hay posibilidades podría arriesgarse a que dentro de uno o dos años, haya que indemnizar con una cantidad millonaria, más de 30 ó 40 millones de euros (los dueños piden más de 100) a sus propietarios quienes han ido ganando en los tribunales de Justicia todo sus pleitos contra el osado y abusador ayuntamiento. La Justicia es lenta pero llega, como bien sabe algunos en esta isla. Y en estos momentos un ayuntamiento en graves dificultades económicas por la crisis y los recortes – a penas tiene dinero para pagar la abultada nómina de sus casi 600 trabajadores- se ha visto ahogado precisamente por la amenaza real de tener que pagar por sentencia firma varias decenas de millones de euros que no tiene por expropiaciones mal ejecutada en el pasado. Si de algo sirve las crisis y los momentos difíciles es para que las tonterías no sean bien vista o al menos no las aplaudan los voceros insensatos.
De ahí, que nos parezca positivo esas conversaciones que mantienen los redactores del planeamiento de la ciudad con los propietarios de esos 80 mil metros cuadrados del Islote del Frances para alcanzar un acuerdo que permita acabar con la vergüenza que ha supuesto esas ruinas de la antigua Rocar para la imagen de la ciudad durante tantos años. Entre aquellos que querían quedarse con lo que no era suyo sin pagar un euro y los que querían quedarse para su bolsillo lo que era del pueblo, han ido pasando los años sin que nadie ciertamente haya tenido la valentía de negociar con transparencia con la propiedad un buen acuerdo para Arrecife.
Hay que reconocer que fue el inquieto alcalde Reguera uno de los primero en acabar con ciertos complejos y miedos cuando propuso levantar en esa franja del litoral su famoso, ambicioso y polémico “icono” . Una o dos torres ideadas por un arquitecto de talla mundial para dar renombre a la ciudad. La inestabilidad política y, posiblemente, el miedo de los que llegaron nuevo a proponer algo a lo que se oponían algunos poderes fácticos (despachos de abogados e instituciones culturales) dejó el “icono de Reguera” para soñar sobre lo que pudo ser y no será. Ahora, el nuevo grupo de gobierno aspira a otra cosa mucho menos ambiciosa: una especie de pueblo marinero. No conocemos el proyecto,si es que lo hay. Aún así, no siendo lo que nosotros creemos que sería lo más adecuado para esa zona de la ciudad e incluso pensando que se pierde una oportunidad única de lanzarse a marcar época con algo espectacular, como en su día lo fue el Arrecife Gran Hotel, lo apoyaremos. Hemos llegado a la situación de que cualquier solución del Islote del Francés es mejor que dejarlo así y con la amenaza de pagar una millonada de dinero público a su propietarios. Seguramente a la mayoría de esta isla guste más un pueblo marinero que una torre por mucho que la construyera Calatraba o Herzog. Confiemos en la suerte.