OPINIÓN. Recordar es luchar
AMAZIGH (K). Por Tomás Quintana
, vicepresidente de la Alianza Internacional de la Tamazgha y cofundador del Congreso Mundial Amazigh, AIT
‘Recordar es luchar’. Con este lema el Frepic-Awañak ponía en valor y vigencia episodios de nuestra historia, pero también, muchas de las fiestas ancestrales dándole carácter nacional de las que quedaron constancia en muchas paredes y carteles. Pues bien, con la misma intención y en el ánimo de seguir compartiendo conocimientos e información de la mazighitud, recuperamos un episodio próximo pasado a propósito, estos días, de la celebración en la isla de Djerba, Túnez, de la VI Asamblea, de un Congreso Mundial Amazigh actual cuya bicefalia le hace perder los réditos de la histórica militancia que el protagonismo de los imazighen tienen en los cambios democráticos de la sociedad norafricana.
Un Congreso Mundial Amazigh que tuvo su primer encuentro en Canarias, Tafira, con una reacción, en los medios de comunicación de estas Islas, digna de las mejores dictaduras. Periódicos dedicados a la información financiera, lanzaban descalificaciones cargadas de racismo e incultura, aunque todos iban vestidos como es habitual ilustraban la noticia con las fotos de tres tuaregs, los únicos, que vestían ropas tradicionales. Tanto alarmó un encuentro pacífico y digno, que la diputada del PP, Bernarda Barrios, repudió que los servicios secretos españoles no interviniera para impedirlo. La españolera, en esa mala consciencia que anida el tirano, era consciente que el reconocimiento de la identidad negada y la denuncia colonial son consustanciales de la misma lucha de libertad y democracia de los Pueblos.
Durante casi un año, la celebración del Congreso tuvo una reacción colonial en la misma medida que resultó exitosa. Al decir de la mayor parte de la comunidad organiozada Amazigh, ninguno de las posteriores celebraciones ha tenido mayor cohesión, organización y repercusión interior e internacional. Aquél CMA, dinamizó los debates, la creación de asociaciones, publicaciones y puso la cuestión de la lengua y la identidad Amazigh al nivel que nunca antes había tenido. Hasta aquél momento, lo amazigh en los medios periodísticos sólo alcanzaba a identificarse como “bereber” o “beréberes” pero aquellos días 28, 29, 30 y 31 de Agosto de 1997, proyectó en el vocabulario común en las Islas, términos como amazigh, imazighen, tamazgha, mazighitud, otros tantos conocimientos y, lo que es principal, que escenificábamos colectiva y legítimamente, una voluntad de lucha y reconocimiento de nosotros mismos por la identidad compartida afroamazigh.
Aquella Primera Asamblea General del Congreso Mundial Amazigh no fue un acto academicista desarrollándose un debate cultural, identitario y político en un marco estrictamente democrático, impregnándole el rigor a los temas científicos tratados dada la composición académica e intelectual y multidisciplinar de una buena parte de los asistentes. Los trabajos se orientaron hacia el compromiso de la defensa y promoción de la identidad Amazigh en base a los siguientes objetivos:
* El reconocimiento oficial, tanto constitucional como institucional de los Estados de la identidad propia y las diferencias mazighias en toda la Tamazgha.
* La divulgación, modernización y oficialidad de la lengua tamazigh.
* El desarrollo de la relaciones ente los imazighen y la coordinación de las acciones internacionales.
* La promoción de medios de comunicación y difusión de la formas culturales y vida Amazigh.
* Las acciones para preservar la infancia de los procesos de aculturación facilitándose su socialización y preservando la cultura materna.
* La creación delos mecanismos necesarios para disponer de fondos financieros para la puesta en práctica de los siguientes proyectos:
-Rehabilitar la historia de la civilización Amazigh a nivel de la enseñanza, la investigación científica y la conservación del patrimonio cultural amazigh universal.
-Interpelar a los organismos internacionales sobre la necesidad de proteger y valorar el patrimonio de la civilización tamazigh.
-Promover los valores de la Democracia y de los Derechos Humanos y de los Pueblos, desarrollar los intercambios entre el Pueblo Amazigh y otros Pueblos primando la reciprocidad, el relativismo cultural y la racionalidad.
Sin duda, fue aquella una oportunidad llena de esperanza y compromisos. Como, la VI Asamblea de Túnez, que en cierto modo, representa una oportunidad cargada de simbolismo, determinados por una coyuntura histórica controvertida, con nuevos tiempos, donde la legítima voluntad de las sociedades norteafricanas se impone. En las que, paradójicamente, el protagonismo identitario de la mazighitud adquiere una renovada dimensión política que nos obliga a revisar el papel de nuestras actuales formas asociativas, encorsetadas en lo “cultural” y, consiguientemente, limitadas en las respuestas a los procesos de transformación de los Estados.
Un escenario continental de obligada mención a la situación de los hermanos libios, que se siguen batiendo en una cruenta realidad. En la que el reconocimiento de la identidad amazigh sea contribución consustancial de los valores de la libertad y democracia, como carta de naturaleza del nuevo Estado; y hacer un reconocimiento público al hermano Fathi n Khlifa, Vicepresidente de AIT, luchador incansable en la diáspora, baluarte de las reivindicaciones de los hombres y mujeres imazighen de Libia al que, la Asamblea celebrada en Djerba el día 2 de octubre ha designado, merecidamente, como el nuevo Presidente del Congreso Mundial Amazigh. Que los imazighen de la Tamazgha Insular celebramos.