OPINIÓN | Se acerca el fin el mundo (otra vez)
EL FORO DE LOS BALBOS. Por Mar Arias Couce
Otra vez se acaba el mundo. Ahora parece ser que la predicción es de los mayas, que nos advierten que no andemos gastando en compras para los Reyes Magos porque esta vez no llegamos ni a Navidad (¡Qué disgusto se van a pillar los del Corte Inglés que ya han invertido una pasta en publicidad!). Concretamente el 21 de diciembre de este año se acabó lo que se daba, y nos quedaremos sin saber qué pasaba con la crisis, si salíamos, no salíamos, o nos acostumbrábamos a vivir con la prima de riesgo instalada entre nosotros como una más de la familia.
En fin, la verdad, qué quieren que les diga, esto ya viene siendo un poco cansino. No sé ni la de veces que venimos enfrentándonos a este jaleo, con el desajuste que supone para mucha gente hacerse a la idea de que se acaba el mundo (nos volvemos locos cuando nos hacen adelantar o atrasar la hora, calculen lo que sería afrontar el fin del mundo, así, de golpe). Lo cierto es que la mayoría no nos creemos demasiado estas cosas, pero, ¿y los que sí lo hacen? Las personas que creen a pies juntillas en estas predicciones de los mayas, de los aztecas, de Nostradamus, el Apocalipsis o la bruja Lola, lo pasan mal porque se tienen que enfrentar a la gran pregunta: ¿qué harías si te quedara poco más de un mes en la tierra? ¿Seguir pagando la hipoteca y oyendo los –cada día más deprimentes- telediarios o salir corriendo a gastar sin sentido lo poco o mucho que tienes en pasar un buen ‘fin del mundo’ con tu familia o con quién pilles por el camino?
No es fácil. Yo sospecho que tendría la tentación de dejar hecha una maleta, por si acaso. Sí, ya sé que si se acaba el mundo no me van a hacer falta los trapitos, ni el cepillo de dientes, pero qué quieren… se me hace raro pensar en un viaje sin maleta (y sin retrasos, pérdidas, exceso de equipaje y problemas aéreos varios, dicho sea de paso). Además se acaba el mundo y yo dejo la mayoría de las series de televisión que estoy viendo a medias (¿qué pasa con Juego de Tronos? ¿Cómo acaba Walking dead?), alguna trilogía literaria sin terminar, y un montón de purés de verduras en el congelador, que si lo llego a saber con seguridad no me molesto en preparar.
Tampoco sabremos jamás si el elegido para protagonizar la película de este nuevo ‘acabose’ humanitario sería Will Smith o Bruce Willis, opciones habituales para estos casos de catástrofes tremebundas. En fin, ventajas y desventajas varias, que, en mi opinión, no tendremos opción de averiguar porque el próximo 22 de diciembre aquí seguiremos viéndonos las caras (y las letras) y seguiremos teniendo que pagar nuestras respectivas hipotecas y buscando recetas para, este año, no volver a cocinar el solomillo como siempre en Navidad. Y si me equivoco, tampoco quedará nadie para echármelo en cara… salvo Will Smith, claro.